‘Primavera sombría’, de Unica Zürn
Primavera sombría
Única Zürn
Traducción de Alba Lacaba Herrero
Pepitas
Logroño, 2021
78 páginas
Por Ricardo Martínez Llorca / @rimllorca
Como no se cumplen los sueños de la infancia, la infancia debería ser castigada. Sin embargo, nos aferramos a los días azules con una memoria que es, en realidad, la herramienta para rescatarnos de los naufragios. Los sueños de la infancia sobrenadan en ella junto a las risas en la playa, en el monte, en el parque, en la verbena del pueblo o compartiendo bocadillos. ¿Qué sucede si uno vive una infancia en la que no cabrán ni los sueños ni las risas? Entonces lo mejor sería liquidarla, acabar con ella, si es que se puede eliminar la infancia de nuestro interior como se elimina la cabeza bajo la guillotina.
De eso trata esta Primavera sombría, un libro aterrador escrito por la escritora y pintora, por la poeta Única Zürn (Berlín, 1916 – París, 1970). Zürn ha practicado las técnicas literarias del surrealismo y siente el anhelo de un amor romántico, ideal o idealizado. En este relato parece mostrar un despecho desmesurado frente al desencuentro con el romanticismo y se rebela. Nos encontramos con una niña que está abandonando el territorio de la infancia sin haber fraguado ni un solo recuerdo grato, que la reconforte, y que mantiene vivo el complejo de Electra, ese enamoramiento, o casi enamoramiento, platónico por el padre. En teoría, al entrar en la pubertad debería haber superado dicho complejo, pero no resulta tan sencillo, sobre todo cuando tienes que convivir con la ausencia del padre y su sustituto, un hermano mayo, resulta ser un degenerado, un delincuente, un violador.
El relato nos habla de los primeros pasos en el sexo de la niña, y nos hallamos frente a un aprendizaje peor que desgarrador: no hay nada de erotismo en el sexo, que es una experiencia crudísima, indigesta, patológica y hasta satánica. Zürn no recurre a ningún tipo de subterfugio, a nada que se asemeje al eufemismo, ni adorna de ninguna manera la tragedia. Las pasiones son sucísimas y las liberaciones una tortura. La obra impacta, y mucho. Pensar que alguien fue capaz de idearla nos hará replegarnos sobre nuestros prejuicios, porque eso significará que tal vez alguien tuvo que habitar en ese mundo no sólo dentro de las fronteras de la literatura.