La luz femenina de Alba Reche
Por Mariano Velasco
Hay personas con luz. Supongo que es una apreciación que tiene mucho de subjetivo, pero aun así creo que las hay. Es el caso de Alba Reche, una artista multidisciplinar (canta, escribe y pinta, que se sepa), muy joven, y que hasta ahora se ha dado a conocer por su faceta como cantante. Pero que tiene mucho más que ofrecer y no va a dejar de sorprendernos en los próximos años; como lo hace ahora con su nuevo disco, “La pequeña semilla”. Y como lo hace cada vez que tiene oportunidad de dar la cara y expresar sus firmes valores, sobre todo en lo que respecta a la igualdad y la dignidad de la mujer. Cuando una persona con luz se dedica a hacer arte, miel sobre hojuelas. Porque nos ilumina a los demás. Al final el arte consiste en eso, en provocar en el público emociones. Y Alba lo hace, tan fácilmente que impresiona.
Tenía Alba muchas papeletas para ser prejuzgada “malamente” si se le ocurría meterse en charcos: salida de un talent show de televisión (OT 2018), demasiado joven (si es que alguna vez se es “demasiado” joven), muy popular en instagram y twitter y con cierta tendencia a hablar claro, a mojarse y a comprometerse en temas sociales, en especial con la defensa de la mujer y de la diversidad.
Diríase que Alba Reche estaba predestinada a escribir el prólogo del libro “Mitos de la transgresión femenina”, de Alfredo Arias. Una breve y contundente introducción la suya, que recoge las dudas de una joven mujer sobre la naturaleza de lo femenino. Pero también sus certezas: en especial, la valentía, la dignidad como género y la necesidad femenina de mostrar integridad ante la adversidad. Oportunidad la de escribir este prólogo que, según ella misma ha explicado, le llegó por haberse referido en una entrevista al anterior trabajo de Alfredo Arias como a uno de sus libros favoritos. El autor, que leyó la entrevista, no se lo pensó y le propuso a Alba prologar su próximo trabajo. “Es que esta chica tiene luz”, seguro que pensaría.
En su primer disco, Quimera (2019), Alba arriesgaba lo suyo. No cumplía, desde luego, con el perfil esperado del trabajo de una ex concursante de un programa de televisión de prime time, ni tampoco con la tendencia habitual de los artistas que con tanta facilidad se nos cuelan en las listas de éxitos. Alba fantaseaba envolviendo sus canciones entre personajes mitológicos, Medusa, Ares, Aura, Innana…, dejando traslucir en pequeñas dosis, entre tanto clasicismo, una intimidad tal como la de la propia pérdida de la infancia: “Niña de los ojos tristes, te fuiste siendo buena”.
Conformaba todo ello un disco muy personal, sorprendentemente maduro, incluso diríamos que difícil para según qué público, pero sobre todo valiente, como corresponde a la personalidad de su creadora. Para quien suscribe, una colección de bellas canciones que crecen infinitamente en formato acústico, lo cual dice mucho a favor de la luminosa voz de esta mujer.
Alba genera una luz especial con su voz. Lo más característico de ella tal vez sea que, protegida tras la limpieza de su amable dicción, deja aflorar de vez en cuando un cierto “quejío” melancólico, como si su canto se fuera a quebrar, pero que es como un pellizco sutil que conmueve. Puede que no fuera la voz más perfecta de su edición de OT -no ganó- pero sí que era, probablemente, la voz más personal de todas.
Ahora Alba está a punto de regalarnos su segundo disco. “La pequeña semilla”, en el que incluye, a lo grande, alguna colaboración con artistas de talla internacional, como el reivindicativo “Que bailen”, a dúo con la chilena Cami. Y un contundente “Pido tregua” como carta de presentación, en el que Alba vuelve a desnudar su lado más íntimo con una lucha interior entre el bien y el mal que parece sacada de un personal, “lago de los cisnes”. La artista parece quererse tomar un respiro para volver a comenzar sacudiéndose sus dudas, reivindicando sus valores y reivindicándose también a sí misma con más fuerza que nunca.
En estos días de necesaria reivindicación femenina, si hay un público que debería prestar especial atención al mensaje que Alba Reche nos regala día a día es el masculino. Los hombres que tenemos la inmensa suerte de convivir a diario con mujeres como ella, que no paran de darnos lecciones de valentía, decisión y dignidad e iluminarnos con su presencia -me permito hablar ahora en primera persona para referirme a mi mujer y mis hijas- sabemos de qué nos habla(n) esta(s) mujer(es), le(s) decimos que sí, que estamos con ella(s), que no paramos de admirarla(s) por lo que hace(n) y que nos dejamos deslumbrar gustosamente por su luz. Una luz muy necesaria para todos los hombres. Como diría Alba: “pa quien si no”.
La Pequeña Semilla de Alba Reche, a partir del 26 de Marzo.
Gracias por el artículo, se agradece que quién lo firma se haya documentado. Gracias por darle voz a esta joven cantante de valores increíbles!
Gracias por regalarnos su perspectiva de como ve a Alba Reche con su hermosa voz que nos alimenta el alma.. Gracias!!
Muchas gracias por expresar el sentimiento que nos une en su mayoría a fans de Alba, que sin conocernos personalmente, disfrutamos y compartimos esa luz, ese brillo especial que traspasó fronteras y mares. Desde una provincia al norte de Argentina, un abrazo virtual , a quien escribió la nota , a las Rechistas que lean la nota y a Alba Reche, por ser el “alba” de sus fans.
Gracias a vosotr@s por la atenta lectura!!!
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Gracias por la forma de plasmar a @albxreche en su semejanza por la claridad y la sencillez que Hella misma tiene y su voz es un canto eterno al alma
Es una maravilla en todo se destaca la admiro tiene una gran personalidad la siento como un familiar mío gracias por existir
Resulta increíble el cariño y la admiración que despierta esta artista, y que están demostrando sus seguidores y admiradores tanto en los comentarios a este artículo como en su seguimiento en redes sociales. Desde luego, se lo ha ganado a pulso. Gracias a tod@s por la lectura.