Entrevista a Laura Barriga: «Espero que sea cual sea nuestro futuro, no pase por dejar de lado la artesanía que es doblar»

Por Mila Parente.

Muchas veces vemos una película o una serie no solamente por su trama, sino también por el reparto de personajes. Las salas de cine y la televisión no serían como las conocemos hoy en día sin el papel fundamental que tiene el doblaje. Incluso algunas cintas no habrían llegado a ser un éxito porque la gran mayoría ni las habrían visto en versión original ya que no las hubieran entendido. Doblar es mucho más que actuar, es ponerse en la piel del actor y transmitir sus emociones con la voz.

 

Laura Barriga lleva varios años doblando videojuegos, publicidad, películas y series de televisión. 

¿Qué diferencias hay en cada rama y dónde te sientes más cómoda?

Cada rama tiene su punto. De los videojuegos me gusta la libertad con la que se afrontan, al basarse -en la mayoría de los casos- solo en el audio, sin imagen, te llega una impresión “más pura” de la interpretación original y eso te permite jugar mucho con la adaptación a los tonos con los que hablamos en castellano. El doblaje de series o de películas me encanta porque creas una relación con el personaje y lo vives como tuyo, sufres o te ríes con el personaje y empatizas hasta con el más malvado. Y la publicidad es un mundo aparte. Te dan un texto en bruto y tienes a un montón de gente intentando plasmar lo que tiene en su cabeza. Es como una bola de plastilina a la que dar forma.

¿Cómo empezaste en el mundo de la locución y el doblaje?

Prácticamente por casualidad. Yo acababa de terminar mi última beca en la Cadena Ser y estaba muy desmotivada. Ya sabéis cómo es el periodismo. Me tocaba buscarme un máster para poder seguir siendo becaria, localizar otras prácticas… Como siempre había querido ser actriz y me encantaba locutar pensé que podía formarme en doblaje. Luego seguí formándome con un curso de análisis de lenguaje audiovisual, cursos de doblaje de videojuegos, de documentales, interpretación, teatro…

No tenía ninguna expectativa, simplemente ocurrió y me alegro mucho de que la vida me llevara por este camino.

¿Con qué personaje te has identificado más y por qué?

Bueno, la ficción es ficción y por suerte tengo una vida más corriente que la mayoría de los personajes a los que doblo o he doblado, pero de todos me quedo con algo. Ese amor adolescente que parece eterno que sentía Nola en La verdad sobre el caso de Harry Quebert, las ganas de encontrar su sitio de Julie en The Eddy, la autenticidad de Nonnie en Insatiable, la sororidad de Olivia en Sex Education

No soy ninguna de ellas, pero siempre hay un resquicio al que agarrarse para hacer tuyo un personaje.

¿Cómo te preparas el guion? ¿Lo eliges tú o te llega directamente?

Los papeles no se preparan, no tenemos información con antelación. Llegamos a sala y el director nos sitúa sobre quién somos y qué está pasando en ese momento y la trama general. El personaje te irá dando toda la información, pero a su debido momento. Me acuerdo que una vez en una serie en la que tenía bastante peso, mi primera jornada de grabación fue muy complicada porque no conseguía tocar la tecla correcta. Ese día me fui hecha polvo a casa, investigué todo lo que pude sobre esa serie y me preparé el personaje como lo haría en teatro y la segunda jornada fue muchísimo mejor. Desde ese punto de partida me fue más fácil entender las indicaciones de la directora y asimilar lo que me daba la actriz. Ojalá poder hacer ese desarrollo con cada producto, pero no podemos.

Los papeles no los elegimos, nos eligen para ellos los directores o producción o la misma plataforma o cadena. A veces, si se requiere, hacemos un pequeño casting para que decidan. Generalmente nos dan un papel u otro porque nuestra voz se asemeja al original o porque, por la razón que sea, ese personaje le recuerda a nosotros.

¿A quién te gustaría doblar? 

Una vez me hicieron esta pregunta y la respuesta general más repetida fue Meryl Streep. No sé a quién me gustaría doblar en concreto, pero sé al tipo de actriz que me gusta doblar. Las actrices que no actúan para fuera sino para dentro, es difícil de explicar. Hay actrices que no hacen cosas constantemente y sin embargo todo lo que hacen es en el momento idóneo. Esas. Doblar a alguien así es un disfrute absoluto porque todo encaja, no tienes que estar pensando, simplemente disfrutas y te dejas llevar. ¡A ver si va a resultar que sí quiero doblar a Meryl Streep!

¿Qué cualidades hay que tener para ser un buen actor de doblaje? 

Lo de bueno o malo es una percepción particular, pero para ser actor de doblaje se necesita ser actor, capacidad de adaptación y tener mucha constancia y paciencia. Eso es imprescindible. Es una profesión en la que tienes que estar a pico y pala durante años para empezar a arrancar. Y una vez que arrancas, estar a pico y pala para mantenerte.

¿Qué es lo más complicado a la hora de ponerse frente al micrófono? 

No es un trabajo fácil, pero creo que lo que más me cuesta a mí es que es un trabajo en el que te sientes juzgado todo el tiempo. El director juzga si cumples con el personaje, el técnico si tu emisión de voz es suficiente o demasiado, en producción juzgarán si trabajar contigo es fácil o no, el cliente, el resultado final… Para mí, que soy muy exigente conmigo misma, sentir que puedo meter la pata en alguna parte del proceso es complicado. Pero cada compañero te dará una respuesta.

¿Crees que vuestra profesión no está tan reconocida como el resto de actores? ¿Quién es tu voz favorita actual?

Yo creo que no tenemos que ser más reconocidos de lo que somos. El buen doblaje es el que no te llama la atención. Nosotros lo único que hacemos es hacer más accesible un producto en castellano, en este caso. Somos uno más dentro de un equipo enorme. Detrás de cada toma de una serie hay cientos de trabajadores haciendo su trabajo para que todo engrane bien. Directores, equipo de iluminación, de sonido, maquilladores, script, atrezzistas, montadores… Cuando todo eso está y el producto está terminado y se exporta a los países en los que se va a emitir doblado, entra en juego otro nuevo equipo de cientos de personas para hacerlo posible. Así que, ¿por qué iba a merecer más reconocimiento yo que el pertiguista que se ha encargado del sonido directo?

Soy una friki de las voces supongo. Jordi Brau, Luis Posada, José Posada, Salvador Vidal, Graciela Molina, Nuria Trifol… He crecido con sus voces y para mí son referentes.

¿Puedes contarnos alguna anécdota graciosa que te haya sucedido en plena grabación? 

Lo que pasa en Las Vegas se queda en Las Vegas (risas). Fuera de broma, los ataques de risa por la imaginación de los directores en algunos ajustes están a la orden del día. Aunque de las jornadas de las que mejores recuerdos guardo son de las de ambientes. Me dejo llevar, digo lo que quiero y si el técnico y el director se ríen, trabajo cumplido. Alguna vez hasta me han aplaudido, así que imagínate.

Para acabar, ¿cómo ves el futuro del sector? 

No llevo tanto tiempo como para tener una visión clara y global a largo plazo, pero creo que nos queda cuerda para rato. Durante el confinamiento ha subido el consumo de productos culturales y se han visto doblados. Creo que, tras estos meses que están siendo tan duros para el sector cultural en el que nos incluimos, volveremos a la normalidad. Y espero que sea cual sea nuestro futuro no pase por dejar de lado la artesanía que es doblar, que el futuro no nos quite el mimo con el que cuidamos los trabajos que doblamos.

 

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