La catedral de ébano, de Pedro González Núñez
El escritor murciano Pedro González Núñez ha publicado media docena de títulos de fantasía, ciencia ficción y aventuras. Ahora acaba de publicar con Mar Editor una novela de misterio, con elementos de la ciencia ficción y el relato negro. Una historia con una trama sólida y un final sorprendente.
Ambientada en el siglo XIX, La catedral de ébano es deudora de los grandes clásicos. El lector se encontrará con androides e invenciones prodigiosas que parecerían facturadas por el mismísimo Julio Verne. Con el típico mad doctor de las novelas de Wells, y sus extraños experimentos que desafían la ética y ponen en tela de juicio todos nuestros presupuestos racionales y morales. Pero también, ha sabido González Núñez conjugar una visión esotérica y mística de la realidad, componiendo una ficción en el que abundan los elementos sobrenaturales. El autor rescata los viejos tropos de la literatura romántica para dotar a su relato de un toque clásico, imperecedero. Ladrones de cadáveres, paradojas, posibles fantasmas, escenarios decadentes y cartas misteriosas que anuncian eventos más allá de toda explicación. La catedral de ébano, ensamblada con materiales provenientes de tan distintos géneros, acaba por convertirse en una novela total y genuina que, a pesar de sus evidentes influencias, desprende un aroma de originalidad. Porque recordemos, ser original no es otra cosa que saber recoger con maestría las enseñanzas que provenientes de los orígenes para crear algo novedoso. Y eso es precisamente lo que González Suárez ha conseguido en esta novela. Escribir un relato de prosa natural y concisa, con la precisión de los novelistas contemporáneos, pero con la fragancia de las aventuras de anticipación de Mary Shelley, los puzles detectivescos de Conan Doyle y las texturas de misterio de Poe.
La catedral de ébano arranca con un hecho sorprendente y capta la atención del lector desde el primer momento. Una carta cuyo autor anuncia su inminente e inevitable muerte. ¿Cómo es esto posible? ¿Qué siniestros secretos esconden esta macabra misiva? El doctor Jacinto Masegosa, narrador y protagonista, es un hombre racional que dedica su vida plenamente al estudio de la ciencia. Pero su ciencia busca respuestas de urdimbre filosófica. ¿ Existe el alma? ¿Dónde está? ¿Sería posible trasladarla a un artefacto? Eternas preguntas que en la literatura de Pedro González Núñez se entrecruzan con la aventura. Así, las dudas metafísicas entran en contacto con el relato de misterio. En este sentido esta novela se presenta como un texto rico y ameno. Un delicioso texto que recoge y sintetiza, con un estilo sencillo y ágil, las doctrinas de los grandes filósofos y de las principales religiones. El concepto de la trasmigración de las almas de Platón o la visión mecanicista de Descartes son recogidos por González Núñez para construir su relato y cimentarlo teóricamente. EL protagonista es un doctor, pero sobre todo es un filósofo que busca la verdad última. Y en esta dualidad se nos proponen las eternas confrontaciones entre razón y fantasía, entre realidad y ficción, entre ciencia y superstición, entre lo posible y lo imposible.