¡Adéntrate en el cómic africano! Está en un gran momento.
Cuando hablamos de África parece que tenemos la tendencia a englobar en un mismo cajón al enorme conjunto de enfoques, culturas y perspectivas existentes en un mismo continente. Por ello, adentrarse en un sector cultural como el del cómic desde una perspectiva tan amplia resulta, evidentemente, injusto. Ahora bien, la intención de este breve artículo es la de que nuestros lectores tengan alguna noción para poder guiarse un poco por la creación desarrollada por nuestros vecinos del sur.
Influencia estadounidense
En los últimos años los creadores de cómics del continente vecino han logrado un impacto notable. En África se han realizado trabajos de gran interés para el sector. Podría pensarse que este hecho es fruto del resurgir del cómic actual gracias a las películas de superhéroes. Ahora bien, si atendemos a la producción africana, todo parece indicar que esto no es así. Tampoco parece claro que el auge de los cómics de superhéroes ha generado curiosidad de este género en el continente. Es poco probable que un personaje, como Black Panther, haya conseguido tanto.
Conviene recordar que el cómic está estrechamente relacionado con la sociedad, con la cultura y los valores del lugar donde se crea. Algo que queda patente en la plataforma África Cómics. Resulta más razonable considerar que el trabajo de los nuevos empresarios del sector y de los creadores hayan dado un fuerte empujón. En este sentido, plataformas como Comic republic, Comexposed o de revistas como Squid Magazine parecen ser más responsables de este interés. Estas iniciativas están fuertemente comprometidas con el apoyo a los nuevos creadores africanos y con la divulgación de sus trabajos. Todo ello escrito y coordinado por africanos, pensado para los africanos, pero con el objetivo de que el resto del mundo los conozca mejor.
Ahora bien, es notorio que la producción africana intenta sacar rédito del impacto internacional de empresas del sector tales como Marvel y DC. Por esta razón el cómic africano está dominado, en buena medida, por el género de los superhéroes, pero especialmente por el género fantástico. Algo normal si tenemos en cuenta la enorme cultura religiosa y mitológica que contiene el continente. En este sentido es sencillo encontrar un buen número de superhéroes, de fantasía y de ciencia ficción.
No obstante, y por otro lado, es necesario ser consciente que también existen otras dos influencias occidentales de gran importancia: la francesa y la portuguesa. En estas zonas, la influencia de la cultura europea es mayor y el estilo de los cómics también es diferente. En este sentido, no podemos olvidarnos del cómic realista representado, entre otros, por Mahmoud Benameur quien escribió en conocido Fatma emparaguada, Didier Kassaï con su Maison sans fenêtres donde se retrata la vida en la República centroafricana, así como el senegalés Alphonse Mendy (T.T. Fons) con su afamada serie de cómic protagonizada por Goorgoorlou, donde el autor se ríe de las desgracias cotidianas.
La antología Kugali y otras opciones
Existen diferentes maneras de conocer algo más sobre los creadores del continente africano. Kugali es una de las opciones. Además de ser una plataforma donde se publican diferentes trabajos, con este mismo nombre se han publicado dos volúmenes compilatorios. Kugali anthology, solamente disponible en inglés, se presenta en dos ediciones: la más general y la más adulta. La primera está pensada para un público amplio. La segunda, denominada Raki, está pensada para un público más adulto (mayor de 16 años) con interés por historias más oscuras y violentas.
Sin ninguna duda, Kugali ha llamado la atención internacional, pero si tienes curiosidad por los cómics africanos tienes otras opciones. Collectible comics es una pequeña base de datos de cómics africanos que pueden ser leídos en línea y que nos da alguna idea del interés de los creadores del continente. África Cómics es la segunda opción. En ella la pluralidad es mayor en varios sentidos: el dibujo es mucho más variado y no recuerda tanto al cómic estadounidense, la variedad idiomática es mayor y las historias también se plantean desde perspectivas múltiples.
Por Juan R. Coca.