El pequeño libro del lenguaje
EL PEQUEÑO LIBRO DEL LENGUAJE
DAVID CRYSTAL
Biblioteca Nueva
Estructurado en un orden progresivo, los primeros capítulos abordan las etapas del desarrollo del lenguaje en los bebés, enfatizando el papel de los padres en el proceso. No importa dónde nazcan o cómo hablen su madre y su padre, en sus primeros meses de vida los bebés de todo el mundo emiten los mismos sonidos para diferentes situaciones, como dolor, satisfacción o hambre. A continuación, Crystal se aproxima a la gramática y describe la magia que ocurre cuando se combinan los sonidos. Por supuesto, también se habla sobre el aprendizaje de la lectura y de la escritura, de familiarizarse con la ortografía, de sus reglas y variaciones, de los acentos y de los dialectos. Todo ello como formas de mostrar la procedencia y la identidad de las personas. Ahora bien, recuerda también que aproximadamente tres cuartas partes del mundo crecen hablando dos o tres idiomas y que de alguna forma la mayor parte de países pueden considerarse multilingües. Para desgranar estos conceptos se habla de las familias lingüísticas.
Crystal retrocede en el tiempo y muestra los orígenes del lenguaje y de la escritura, así como su evolución en el tiempo hasta ser lo que actualmente es, especialmente en la creación del alfabeto moderno. En el caso del inglés (y de tantas otras lenguas), en la Edad Media no existía una ortografía estándar; sin embargo, en el siglo XVIII esta situación cambió y la ortografía se convirtió en una forma de saber si una persona tenía educación o no. Además, explica las razones por las que la ortografía del inglés es tan compleja, incidiendo en las diferencias entre el inglés británico y el estadounidense.
Después de hablar de los idiomas moribundos, pasa a analizar los conceptos de cambio y variación lingüística, desde un enfoque sociolingüístico. Esto da pie a hablar de las jergas y de los argots, así como de los diccionarios, que recogerían el significado estándar y denotativo de cada palabra y de su etimología, que nos da cuenta de la evolución histórica de su significado y de su forma, ejemplificándolo con los nombres de lugares y de personas.
La última parte del libro se detiene en lo que la revolución tecnológica ha supuesto para el lenguaje (es quizá la parte que se ha quedado un poco más desfasada, porque la primera edición del libro es de 2010 y la década que hay por en medio pesa ya sobre la cuestión tecnológica), así como un batiburrillo de temas en los que se detiene en distintos usos del lenguaje (con especial mención al lenguaje literario y a la necesidad de desarrollar un estilo propio) y, por último, ofrece un punto de vista bastante general sobre la lingüística y sobre la lingüística aplicada.
(La Piedra de Sísifo)