Pensamiento

El camino de Chuang Tzu, de Thomas Merton

El camino de Chuang Tzu

Thomas Merton

Traducción de José Coronel Urtecho

Editorial Trotta

Madrid 2020    155 páginas

 

POR EL CAMINO DE LA SERENIDAD

 

 

Por Íñigo Linaje

 

Estamos acostumbrados a vivir a velocidad de vértigo, a atender los fuegos fatuos de lo virtual más que a nuestra propia realidad. Estamos tan familiarizados con la algarabía y el griterío del mundo que, cuando nos imponen el silencio, no sabemos aceptarlo. La nuestra es la auténtica sociedad del espectáculo de la que hablaba Debord: una sociedad en la que el ruido de la publicidad y la gresca política se mezclan con la verborrea de la opinión pública y con la descalificación anónima y gratuita. Sin embargo, parece que la coyuntura que vivimos en la actualidad nos empuja a lo contrario: a la introspección, al recogimiento, a la meditación interior. Bueno sería que, mientras dure este tiempo incierto, este presente precario, aprendiéramos a cultivar la serenidad con templanza y paciencia. Como hacían los griegos.

De eso sabía, y mucho, el místico y monje trapense Thomas Merton (1915-1968), que vivió recluido treinta años en la abadía de Getsemaní explorando las virtudes del silencio. El escritor norteamericano -además de ensayista, diarista y poeta- fue un activista social con una conciencia cívica muy firme. Autor de ese manifiesto sobre la vida monacal que es La vida silenciosa, Merton escribió -entre otros- un libro titulado El camino de Chuang Tzu, que acaba de publicar la editorial Trotta. Fruto de un trabajo de cinco años de lecturas, la obra está compuesta por versiones (o traducciones) de este poeta oriental, a las que Merton añade un estudio preliminar. Chuang Tzu es considerado por muchos el padre de la filosofía taoísta y el objeto de su pensamiento es tan sencillo como este: penetrar en el corazón de las cosas mediante la contemplación atenta de las mismas. Ese propósito está presente en los versos traducidos por Merton y se presenta, a veces, bajo la forma del diálogo, la parábola moral o la leyenda.

Si la búsqueda de la felicidad es la piedra de toque del pensamiento occidental, no lo es menos para este sabio del siglo IV a. C. que dejó escrito: “El que comprende el curso de los hechos, cada estado lo toma a su debido tiempo sin pena ni alegría.” Fiel a los principios de los cínicos griegos, Chuang Tzu nos instruye en la humildad y en la austeridad con la misma convicción que rechaza la ambición y la codicia. Sin embargo, las malas pasiones del pasado perviven en nuestro presente. Y el descrédito actual de valores como la bondad, la honradez o el sentido de la justicia nos deja -como sociedad- desnudos frente al mundo: a merced de la vanidad y de la prisa.

 

One thought on “El camino de Chuang Tzu, de Thomas Merton

  • Suelo seguir los artículos de IÑIGO LINAJE y siempre me parece un escritor fantástico y que despliega unos análisis de lo mundano realmente cualitativos, en sus reseñas; como en el caso de hoy en que Iñigo trata el libro de Thomas Merton.
    Un saludo.

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