Un diario visual inspirador
Por Jorge Mur.
Originaria de Ucrania, Anastasiia Sapon es una fotógrafa con sede en San Francisco que cultiva diversos géneros, desde el retrato, el cual practica de forma habitual y profesional, hasta los paisajes y viajes.
Dentro de esa segunda vertiente más personal se sitúa «Journey», una serie que reúne algunas pinceladas de sus numerosos viajes, una suerte de diario visual en el que encontramos paisajes inhóspitos, vistas aéreas, fauna y flora muy diversa, el aroma siempre familiar de la costa, montañas imponentes, y un largo etcétera en el que están presentes las señas de identidad de su trabajo: composiciones minimalistas pero que al mismo tiempo resultan abrumadoras, con una carga meditativa importante y, sobre todo, esa tendencia a insinuar más que a mostrar.
¿De dónde viene tu pasión por la fotografía? ¿Cuándo surgió?
Mi padre practicaba la fotografía analógica. De hecho, cuando yo era pequeña, montaba un cuarto oscuro en el baño y él mismo procesaba e imprimía las imágenes.
En mi adolescencia solía usar cámara pequeña de apuntar y disparar, y únicamente tomaba fotografías de mis amigos y de la naturaleza. Pero hace 13 años, al mudarme a los Estados Unidos, me compré una cámara digital y, a partir de ese momento, comencé mi particular viaje como fotógrafa.
¿Por qué creas o haces fotografías?
Seguramente porque me encanta trabajar con personas.
Los retratos ocupan la mayor parte de mi producción fotográfica. Sin embargo, cuando viajo, rara vez fotografío a las personas como un todo, sino que más bien se integran en el paisaje.
¿Qué significa para ti “hacer un viaje”?
Hacer lo que te asusta y te emociona al mismo tiempo, sin copiar a nadie, y utilizar la experiencia como inspiración.
En relación con la pregunta anterior, ¿cuál es la mejor parte de tus viajes: la preparación, realizar el viaje en sí, o el regreso a casa, cuando puedes revisar con tranquilidad todas las fotografías?
Por lo general, viajo sola y me parece una meditación, es decir, no me distraigo con las necesidades de otras personas y tengo tiempo para ver qué hay a mi alrededor, qué es lo que puedo capturar con mi cámara. Suelo revisar las imágenes sobre la marcha, es un momento emocionante, ya que soy incapaz de esperar varias semanas para ver las fotografías. De hecho, cuando utilizaba el formato analógico, solía procesar las imágenes inmediatamente después de terminar el rollo de película.
¿Qué es lo que más disfrutas del proceso fotográfico: elegir las escenas, tomar las fotografías o editarlas después?
Creo que un poco todo. Pero si tuviera que escoger diría que tomar las fotografías y saber que obtuve el resultado que buscaba.
¿Qué atributos debe poseer, en tu opinión, un buen fotógrafo?
La curiosidad y la motivación son imprescindibles. Si te apasiona tu trabajo buscas constantemente un marco y unos momentos que capturar en él.
¿Qué te mantiene inspirada?
Me resulta complicado explicar de dónde procede la inspiración. En mi caso, a veces es una luz, a veces una persona, a veces es una flor. Encuentro cosas que me parecen interesantes e intento resolver una pregunta: «¿cómo lo fotografiaría?»
Además de la fotografía, ¿qué otras actividades te interesan?
Me gusta ir de excursión, llevar a mi perro a la playa, cocinar, pasar tiempo con amigos. En definitiva, cosas sencillas.
Acabamos con cuatro preguntas cortas:
– Una película para ver una y otra vez.
Me encantan las películas que tienen cada fotograma pensado al milímetro: color, encuadre, iluminación… Algunas de estas películas que te dejan sin aliento son, por citar sólo unas pocas, Angel-A (de Luc Besson), Deseando amar (de Wong Kar-Wai), Joker (de Todd Phillips), Blade Runner (la primera de Ridley Scott y también la secuela de Denis Villeneuve), El Gran Hotel Budapest (de Wes Anderson), o Roma (de Alfonso Cuarón).
– Tu lugar, ciudad o país favorito.
Me encantan los parques nacionales de Utah y Alaska. Sin embargo, no he podido viajar fuera de Estados Unidos durante algún tiempo, pero espero que esta situación cambie pronto.
– Un momento del pasado que te hubiera gustado fotografiar.
Fotografiaría a las personas que más quiero.
– Algo que amas.
Saber que aún queda mucho por aprender.