¡Ten cuidado! El terror acecha en Madrid.

Portada de Satanela

Alfonso Bueno y Diego Simone nos conducen a la ciudad de Madrid a comienzos del siglo XX para hacernos sentir miedo.


En los primeros años del siglo XX la enfermedad de la viruela había reducido su impacto social, pero todavía afectaba a multitud de personas. Los niños eran, precisamente, el colectivo más afectado por enfermedades como esta. También eran tiempos de jazz, de cócteles y lujuria. En aquella época el higienismo tuvo un lugar especial y la muerte estaba a la vuelta de la esquina, en cualquier lugar, en cualquier persona.

En ese mundo nos adentramos al abrir las páginas de Satanela. Una obra con aroma a cabaret, con cierto recuerdo a la arquitectura modernida y racionalista. Unas páginas con talante histórico, con un guion con regusto de época y una imagen nítida del Madrid de entonces.

Imagen del interior de la obra.

En los primeros compases conocemos a Diego. Un trompetista un tanto bohemio, que le gusta mostrar su calidad como artísta y con una personalidad un tanto crápula. A Diego le entusiasma cortejar a las mujeres y, al modo del mito de Don Juan, lograr alcanzar ese premio con nombre femenino. Pues bien, nuestro personaje es contratado para tocar en un local con una ambientación un tanto extraña. Allí conoce a una mujer seductora, impresionante y enigmática: Satanela. La relación con la mujer lo conducirá al mundo de lo sobrenatural y, en cierto modo, demoníaco.

La obra bebe del canon tradicional de las narraciones de terror y juega con las percepciones del lector para generar confusión y extrañeza. Un planteamiento sencillo y efectivo. Por otro lado, bebe del imaginario social donde la mujer es representada como una femme fatale y, por tanto, ella es expresión de la perversión, de la lujuria y, si se me apura, del pecado. Algo propio del momento histórico en el que se enmarca el texto.

Bueno y Simone nos presentan una narración sencilla, que podría llegar a parecer, incluso, un tanto convencional en lo planteamientos.  Ahora bien, la narración planteada busca la fidelidad y la credibilidad histórica. Diego es expresión de una especie de Don Juan o dandy algo venido a menos. Satanela, en cambio, es la imagen de la mujer con todos los elementos simbólicos y androcéntricos de la época. Todo ello hace que sea necesario, por parte del lector, partir de los presupuestos sociales del contexto histórico de la época de la novela gráfica.

Simone, a su vez, plantea una narración visual acorde a estos presupuestos planteados por el guión. La obra es por tanto clara, nítida, penetrante. El uso de la oscuridad y de la luz matiza la narración generando un aura inquietante.

La obra comienza con unos potentes pirmeros pasos. Con el transcurrir de la obra nos adentramos en el mundo más oscuro del terror y del desconcierto. Un juego inteligente y un discurso abierto que permite que el lector sea parte importante de la obra aportante su propia interpretación.

Ficha técnica

Editorial: Grafito Editorial.

104 páginas. 17 x 24 cm.

Color. Rústica

ISBN: 978-84-120092-1-7

Por Juan R. Coca

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