Vale un Potosí

Vale un potosí

BLUME

• Reportaje fotográfico de los mineros bolivianos en Potosí: una realidad rigurosamente documental que refleja la vida cotidiana de los mineros, que no ha cambiado apenas en cinco siglos, y quienes gastan su breve existencia en arrebatar el precioso metal del vientre de la montaña.

• Testimonios de los hombres, bajo tierra, pero también de las mujeres, guardianas de minas, que viven bajo el helado sol de los picos andinos.

• Acompaña una novela negra que otorga un lugar privilegiado a las creencias ancestrales de los mineros, al inscribir su realidad en el contexto social de un mundo globalizado y entregado a la ley del más fuerte.

En 1545, los conquistadores españoles encontraron aquí el motivo de su viaje al nuevo mundo: la plata. A 4782 m, el Cerro Rico llevaba en su interior el yacimiento de plata más grande del mundo. A sus pies, una aldea, Potosí que, de la noche a la mañana, se desarrolló y se convirtió durante casi tres siglos en una de las ciudades más grandes y prósperas del planeta. El dinero del Cerro Rico, extraído a costa de millones de muertes entre los nativos reducidos a un tipo de esclavitud (con el sistema de la mita), irrigó por mucho tiempo las economías europeas, lo que favoreció la Revolución Industrial y su desarrollo económico. Todavía hoy en día, miles de mineros, agricultores indígenas en su mayoría que no tienen más remedio que abandonar una tierra que ya no los alimenta y hacen frente a los peligros y las enfermedades para trabajar en las minas, con la esperanza de ofrecer una vida mejor a sus hijos.

Para protegerse de los peligros a los que se enfrentan en cada momento en las entrañas de la montaña de plata (también de zinc y estaño) que, además, está al borde del colapso, los mineros honran al Tío, la deidad tutelar de arcilla con un sexo desproporcionado, al que consideran el ser supremo del inframundo, tan venerado como temido. Al honrarlo con hojas de coca, cigarrillos, alcohol y oraciones, el Tío podrá quizá revelar a los mineros dónde conseguir las buenas vetas a cambio de sus ofrendas … y a veces, incluso, de sus almas.

Miquel Dewever-Plana es fotoperiodista y realizador. Es autor de Entre dos aguas (2017); La otra guerra (2012); Alma (2012); Hach Winik (2009); La verdad bajo la tierra (2006), y Mayas (2002). Ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Premio de Derechos Humanos Joan Alsina de la Casa de América Latina de Cataluña; las becas Getty Images Grants for Editorial Photography de Nueva York y Fotografía documental contemporánea del CNAP (Centro Nacional de Artes Plásticas del ministerio de cultura francés), así como el Premio de Periodismo y Derechos Humanos del Festival Internacional de Fotoperiodismo de Gijón (Asturias, España). En 2016, también recibió el Premio a la Audacia Artística y Cultural por los talleres que realizó en las escuelas de dos aldeas amerindias de la Guyana francesa.

Isabelle Fougère es periodista, autora y realizadora. Es autora de reportajes, documentales para la prensa y la televisión (con Arte, TV5 Monde, France Culture y la Rai), entre ellos Prévert Exquis, por el que recibió el Premio al mejor proyecto en lengua francesa en el Cross Video Days, así como el documental radiofónico y una serie de cortometrajes basados en los archivos del poeta Jacques Prévert. También es autora de ficción, no ficción (Alma), relatos de viajes (Odyssée Moderne, con la fotógrafa Sarah Caron), ensayos (Méditations du monde), obras para niños y adolescentes, así como libros publicados por instituciones culturales francesas (Museo de Toulouse, Fundación Martell).

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