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La droga ‘Yonqui’ no es mala

ANDREA VELARDE.

Yonqui de William Burroughs es una novela que gira entorno a la adicción del protagonista y que es autobiográfica, por lo cual no es de sorprender la forma tan cruda con la que es narrada. La historia de Bill, el protagonista, y del autor son casi idénticas. Ambos crecieron en una familia acomodada, eran introvertidos y comenzaron a consumir drogas. En la historia, el protagonista asegura que uno no se convierte en adicto por una razón en específico. El texto molesta, sobre todo al ver cómo se simplifica la adicción.  Bill efectivamente se acerca a las drogas sin motivo aparente, como si fueran estas lo que le hacía falta para completar su imagen de incomprendido y vago. Es molesto leer sobre como el protagonista establece que únicamente las drogas inyectadas se vuelven adictivas hasta después de consumirlas varias veces y conocer a personas que las drogas les han cambiado la vida. Enoja ver como Bill nos presenta a las drogas como si tan solo se tratara de un estilo de vida inofensivo, como si fuera un elemento más para construir una imagen. Incomoda, pero a la vez no sorprende. Al final, es un adicto él que nos narra una historia donde nos intenta hacer ver que su modo de vida no tiene nada de malo.

El protagonista se acerca a la droga de una forma un tanto ridícula. Un amigo lo invita, pero él es quien decide seguir consumiendo hasta que logra quedarse enganchado. Desde el principio, es claro que el protagonista tiene patrones de personalidad antisocial. Lo anterior, se puede ver sobre todo en la forma en que únicamente se relaciona con las personas que lo pueden ayudar a conseguir la droga. Contrasta mucho la figura de la mujer del protagonista con la de sus amigos yonquis. Ella parece ser un fantasma que se materializa cuando el protagonista la necesita, mientras que de los yonquis se hace una descripción detallada de su físico y de su historia. La adicción va de la mano del delito, lo que lleva a Bill a robar y a vender droga. Si bien es interesante la forma en que se escribe sobre el mundo de la droga, la historia relata la vida de un hombre que se encuentra atrapado en la mentira de que la droga es buena y hasta cierto punto esto llega a ser cansado. Bill no cambia, aún después de todo lo que le pasó y de haberse enterado de la muerte de sus compañeros. Para el protagonista, la meta sigue siendo la misma: el fije definitivo.

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