Miguelanxo Prado asombra con El pacto del letargo
Las deidades y el conocimiento ancestrales presentes en la mitología celta son reivindicadas en El pacto del letargo.
El cómic naturalista se está convirtiendo en una de las apuestas de los representantes más destacados del sector. Hace días nos hicimos eco de la obra La Caza y hoy queremos hablar de la última obra de Miguelanxo Prado, uno de los autores de culto actuales. Sus páginas muestran una capacidad artística sorprendente, que trasciende las páginas y nos introducen en una obra pictórica envolvente.
El pacto del letargo es una historia que busca reflexionar sobre cómo se establece el conocimiento humano, cómo se transmite y sobre la manera en la que nos acercamos a lo que nos rodea. En la antigüedad, en la denominada era axial, el ser humano se hizo consciente de sí mismo y de sus limitaciones. Ello le condujo a establecer explicaciones mitológicas que le permitían comprender la realidad que tenía ante sí. Estos seres no encajaban en la dicotomía greco-romana de lo bueno y lo mato. Estas culturas ancestrales no comprendían a la realidad polarizada entre el todo y la nada, entre el blanco y el negro, y, por tanto, sus explicaciones no eran digitales (0, 1) sino analógicas.
Miguelanxo Prado parece ser consciente de ello y nos introduce en una realidad tan hermosa como paradójica. El argumento básico de la obra parte de un accidente generado por un estudiante de historia. Este personaje despierta a unos seres denominados los mágicos. Ellos se dividen entre ángeles y demonios. Una vertiente tradicional y clásica de la descripción del mundo. El ying y el yang, el bien y el mal, una representación polarizada de la totalidad del mundo. No obstante, tal y como hemos dicho antes, Prado emplea esta división para subvertirla y entablar una narración que transita, también, entre ambos polos de la historia de la humanidad pero construyendo alternativas.
Prado configura una historia de misterio donde, con la ayuda del demonio protagonista y del estudiante, vamos comprendiendo los mecanismos de poder que tantas veces han reconfigurado la historia. En este sentido, la obra va mucho más allá de un simple relato de carácter conservacionista o naturalista. Ello no quiere decir que esto elementos no estén presentes. El intertexto que se expone en esta historia, se adentra en los mecanismos de poder y en la transfiguración histórica. Y este es el quid de la cuestión.
Para terminar queremos subrayar un elemento que consideramos que también resulta interesante para comprender la obra. Al acercase a sus páginas, podría pensarse que el autor edifica una historia basándose en las narraciones épicas inglesas presenten en los libros de J. R. R. Tolkien, por poner un ejemplo. En absoluto. La obra muestra unos referentes muchos más druídicos, célticos e, incluso, galos. El trisquel, la referencia al Samhaim, etc. Nos preguntamos si es casual que El pacto del letargo fuese presentado en Francia, con el nombre de Le trisquel volé, antes que en España.
Ficha técnica:
Editorial: Norma.
Formato: Cartoné
Tamaño: 23,5 x 31
Páginas: 104. Color
ISBN: 978-84-679-4125-8
Por Juan R. Coca