En algún lugar todavía brilla el sol
Por Àngels S. Amorós
Michael Grumbaum , texto), Todd Hasak-Lowy (prólogo y notas). María Alonso Seisdedos (traducción del inglés). En algún lugar todavía brilla el sol. Zaragoza: Edelvives, 2020. 320 pp. A partir de los 12 años.
Todavía no sabemos qué nos deparará el futuro.
Ya no vive ninguno de nuestros viejos amigos.
No sabemos dónde vamos a vivir. ¡No tenemos nada!
Pero en algún lugar todavía brilla el sol, hay montañas, mar,
libros, pisos pequeños y limpios, y quizás otra vez
podamos empezar allí una vida nueva.
En los años 40 del siglo pasado Michael vive con sus padres y su hermana mayor Marietta en la ciudad de Praga y justo cuando los alemanes ocupan su país él acaba de cumplir nueve años y parece no entender nada de lo que ocurre a su alrededor. Michael Tampoco es consciente de la magnitud de la situación que atraviesan como porqué no puede seguir con las clases, ni le permiten usar la bicicleta, visitar a sus amigos o ir al cine. Todo va a peor cuando detienen a su padre y el resto de la familia se traslada al gueto judío para vivir en una habitación sin ventanas.
Venga, camina. Respira hondo y vete derecho a casa.
Y ya puedes inventarte algo, porque mamá te preguntará dónde has estado.
Olvídate de Krystof. Eres Misha Gruenbaum y vives en la calle Kozí
en el gueto judío, porque eres judío, como dice la estrella.
Sin embargo, Michael no tardará mucho en descubrir que a los alemanes nazis no les gustan los judíos y que lo peor que le puede pasar a su padre no es quedarse sin trabajo y no poder comprarle juguetes como antes. La vida en el gueto es complicada y el único objetivo de todos los que viven allí es conseguir comida y sobrevivir a toda costa. En cambio, Michael no termina de entender
Un día, cuando Michael ya tiene doce años él y su familia son obligados a subirse a un tren que los lleva a un campo de trabajo en Terezín . Mientras Marietta y su madre comparten barracón, Michael tiene que dormir en otro edificio junto con otros jóvenes de todas las edades donde otro de mayor edad llamado Franta (Francis Maier) se convierte en su mentor y un apoyo impagable.
A través de su testimonio sencillo, ingenuo y, al mismo tiempo, implacable, sabemos de las duras condiciones del campo. A veces, los obligaban a permanecer de pie más de veinte horas seguidas sin comer y sin descansar bajo la lluvia soportando las inclemencias del duro frío de invierno. Además, solían llevarse a grupos de personas a otro campo, el de Auschwitz, sobre el que no se hablaba bien. Como se trataba solo de rumores, muchos pensaban que era un destino mejor, pero la madre de Michael y Marietta hizo todo lo posible para evitar el traslado y eso les salvó la vida.
El fin de la guerra supuso su liberación y retomar su vida, pero también hicieron descubrimientos que les produjeron mucho dolor. Como saber que lo habían perdido todo porque algunos familiares y amigos se habían quedado con sus pertenencias, la ausencia de muchos miembros de su familia y para Michael, conocer qué le pasó realmente a su padre.
En algún lugar brillla el sol es una frase de la carta que la madre de Michael escribe a unos familiares cuando termina la guerra. También es todo un homenaje de la lucha y tenacidad de una mujer por mantener unida y con vida a su familia y mantener la esperanza hasta el final.
No es el único testimonio escrito del libro porque también se incluyen fotografías de la familia de Michael antes de la guerra y ahora en la actualidad. Todos son reales, lo mismo que las notificaciones donde se les informaba de la deportación.
Michael lo cuenta todo por escrito y en primera persona, por eso sabemos què le sucedió realmente a su padre y cómo a pesar de todo el joven llegó a ser feliz. En el mismo libro se recoge otro testimonio que da cuenta de la realidad que la mirada de un niño que consiguió filtrar todo lo malo. Terezín era en realidad un campo de trabajo donde los judíos tenían que esperar a ser deportados a otro destino peor como el campo de exterminio de Auschwitz, pero para Michael fue el lugar donde creció y, gracias a Franta y el resto de chicos de su barracón, disfrutó de juegos, complicidades y compañerismo que le ayudaron tener fe.
En colaboración con el aclamado autor Todd Hasak-Lowy, Misha Gruenbaum comparte su inspiradora historia de inocencia y esperanza en un relato inolvidable que recrea sus experiencias con asombrosa inmediatez. Su relato, los documentos y fotos originales que se incluyen en la edición constituyen una esencial contribución a la literatura del holocausto.
Un relato para que los adolescentes conozcan de primera mano el holocausto nazi.