Entrevista con Edgar Borges: “El mundo necesita que los adultos no dañen a los niños”
Por: Jesús Maestre.
Es posible que “Enjambres” (Altamarea Ediciones, 2020) sea una de las novelas más reseñadas del momento. Publicada poco antes de la pandemia, ahora en junio es cuando llega a las librerías de España. La escritora Verónica García-Pena dice que la narrativa de su autor le recordó a cineastas como David Lynch y Lars von Trier. Culturamas conversa con el escritor venezolano radicado en España sobre este y otros temas.
Pregunta: – He leído que “Enjambres es la fábula de un encierro”. ¿Por qué “Enjambres “?
Respuesta: -Porque escucho mucho ruido desde cientos de bandos. Porque me parece que la sociedad global ha decidido militar en parcelas del mundo. Porque creo que la opinión se ha convertido en un arma de guerra. De esas observaciones nace “Enjambres”, una novela que cuenta la huida de cinco jóvenes a un bosque en medio de un modelo de mundo que se derrumba. Pero, más allá de todos los temas visibles, “Enjambres” cuenta el trance de cinco jóvenes que escapan del mundo adulto sin saber exactamente hacia dónde. Aquí el estallido individual es una réplica directa del gran caos colectivo.
P: – ¿La realidad supera a la ficción?
R: -Eso dicen, pero yo no lo creo. Cómo va a superar a la ficción si la realidad es una construcción, una idea (o un interés) que se convierte en un hecho. Mientras que la ficción siempre es un cúmulo de posibilidades. Nunca queda quieta en un entramado específico, siempre vuela en busca de otro espacio.
P: – Me he enterado que lo han nombrado miembro de la Escuela PatafÍsica de Granada. ¿Puede hablar del tema?
R: -Ha sido una muy cordial propuesta del escritor y catedrático José Antonio López Nevot, amablemente aceptada por el también escritor Ángel Olgoso, fundador y rector del Institutum Pataphysicum Granatensis. El acto de nombramiento se iba a celebrar en mayo, pero se nos adelantó la pandemia. Ya luego se buscará otra fecha. Para mí es un honor compartir espacio e ideas con escritores que admiro.
P: – Volviendo a “Enjambres “, en el desarrollo de la historia descubrimos que de niña María José, el personaje central, quiso ser como “La ciclista de las soluciones imaginarias “, otra de sus celebradas novelas. ¿Toda su obra forma parte de un universo específico?
R: -Escribo lo que necesito en un determinado momento. En medio de esa necesidad surgen claves que conectan libros, historias. Pero todo lo que escribo surge de necesidades internas.
P: – Dice la editorial en su twitter que “la novela fue escrita un año antes del confinamiento “. Esto se aclara porque la obra anticipa situaciones de la actual crisis global con la pandemia. Pero su libro también narra “una guerra de todos contra todos”. ¿Cree que desencadenemos en este tipo de guerras en un futuro cercano?
R -Escribir, como leer, despeja la mirada. Es posible que estas condiciones nos permitan ver aquello que, quizá por obvio, escapa de la visión que nos enseñan. Escribir, o leer, es lo contrario a adoctrinar la mirada. A partir de ahí, creo que ya en las redes hay una batalla de “todos contra todos” que tiene que ver con la opinión. Atacar una determinada opinión es el estilo de guerra virtual que hoy padecemos. Si eso llegara a pasar a las manos, tanto como para que estallara una guerra entre grupos, no lo sé. Pero ya la guerra ha nacido en forma de sospecha. Lo lamentable es que quienes participan en estas guerras no se detengan a analizar si están siendo instrumentos de intereses ajenos a los problemas de todos.
P- Dice la escritora Verónica García-Peña que cuando leyó “Enjambres” pensó en directores de cine como David Lynch y Lars von Trier. ¿Está de acuerdo? ¿Se nutre su estilo narrativo de la obra de estos creadores?
R- Debo decir que me asombró el olfato de Verónica. Sobre todo, porque percibe una influencia indirecta, algo en lo que nunca había pensado. David Lynch y Lars von Trier son dos de los cineastas que más admiro. La obra de ambos ha significado mucho para mí, de hecho, “Dogville”, de von Trier, es una de mis películas favoritas, su tiempo, su espacio, todo en esa obra trastoca mi entendimiento, y eso me interesa del arte. Pero ya te digo, estamos hablando de posibles influencias indirectas, eso habla muy bien del olfato de Verónica García-Peña.
P: – ¿Qué necesita el mundo?
R: Hay que detener la rueda de daños; hay que parar los ajustes de cuentas. Hay que dejar de entregar a los que vienen la misma secuela de injusticias que a nosotros nos lanzaron. El mundo necesita que los adultos no dañen a los niños.