‘La psicóloga’, la primera novela de Helene Flood que promete convertirse en un bestseller
SARA ARANDA MARTÍNEZ. @SarArandam
Título: La psicóloga
Autora: Helene Flood
Editorial: Planeta
Helene Flood es doctora en psicóloga, su tesis doctoral trató sobre la violencia, la revictimización y la culpa postraumática. Sus conocimientos profesionales le han llevado a escribir su primera novela, La psicóloga, que tras una semana a la venta se posicionó en el número 2 de los libros más vendidos de Noruega.
Las cosas entre Sara y Sigurd no van del todo bien. Una casa a medio construir, proyectos personales que no prosperan y una rutina que no satisface a ninguno.
De madrugada, Sigurd se despide, va a pasar el fin de semana con los chicos. Sara se alegra de tener unos días para sí misma. Sin embargo, sus planes se ven truncados cuando los amigos de Sigurd llaman para preguntar por él. Su marido ha desaparecido, y Sara empieza a cuestionarse cada uno de sus recuerdos.
Su experiencia como psicóloga le convierte en la principal sospechosa. Pero, cuando la policía descubre que alguien la espía a través de cámaras y micrófonos ocultos, la investigación da un giro de trescientos sesenta grados.
La psicóloga está escrita en primera persona. Esta novela se construye a partir de un diálogo de Sara consigo misma. El lector se adentra en el misterio de la desaparición a través de sus recuerdos y sensaciones.
El personaje de Sara se presenta como introspectivo. Analiza cada uno de sus pensamientos, pero también las palabras y movimientos de quienes le rodean. Sin embargo, tras la desaparición de Sigurd y el inicio de la investigación policial, empieza a desconfiar de ella y de su memoria. Quizás esté perdiendo la cabeza.
A Sigurd le conocemos a través de breves lapsos de tiempo. Helene Flood utiliza el recurso de los flashbacks para dar pequeñas pinceladas de cómo era la relación entre la protagonista y el desaparecido. Unos recuerdos que inevitablemente se fundamentan en cómo Sara se siente al rememorarlos.
La historia que se narra en La psicóloga transcurre en un pequeño pueblo de Oslo, Noruega. Gracias a las detalladas descripciones, el lector puede trasladarse a los escenarios que la protagonista recorre y sentir el frío de esta tierra. Incluso conocer los detalles que hacen del fiordo, el bosque y la arquitectura de la ciudad un lugar único.
Este no es un thriller acelerado en el que no paran de ocurrir cosas. De hecho, es una novela lenta. Las descripciones, en ocasiones, se hacen tediosas, vuelven al lector impaciente. No permite que se creen teorías. El misterio no se resuelve hasta el final.
Algunos fragmentos de este libro desconciertan bastante. Parece que son historias forzadas que no han querido descartar, lleva a preguntarte ‘¿y esto qué pinta aquí?’. Detalles que en un principio carecen de sentido, pueden ser la clave para resolver el caso.
Las historias secundarias a penas se desarrollan. Lo que habría sido una buena vía de escape para descansar del malestar de Sara, incluso para obtener alguna pista, queda desaprovechado.
El final de La psicóloga es, sin lugar a duda, lo mejor. Sorprende, eriza la piel, consigue dejarte con la boca abierta. A lo largo del libro no se ofrece ninguna pincelada que pueda llevarte a imaginar su final. Lo que llevó a Sigurd a desaparecer solo puedes descubrirlo tú.