El peso del hielo
El peso del hielo
Basilio Pujante
Boria
Dichoso el ignorante, pues desconoce el peso del hielo y de él será este libro. Dichoso ese ignorante, porque es atrevido e indagará sobre la extraña fórmula del cuento, cuya densidad es indirectamente proporcional a su volumen, como comprobará con esta osada lectura. Dichoso él, que después de Recetas para astronautas (re)leerá a Basilio Pujante, atrevido explorador de (sin)sentidos entre las escasas pero densas líneas de los relatos breves.
Dichoso ese lector ignorante, ya que desentrañará el poder del verde botella (y de una bici GAC), viajará a Jimbocho (Japón), probará algo como volar (y después desinflar), elogiará la cordura (la poca que le queda a la literatura), conocerá a otro gran Pelé (como los nostálgicos de una generación, los mismos seguramente de aquella bici), peligrará con los FAV o «like» en este tiempo de redes (¿sociales?) así como con algunas personas en las puertas de embarque, se adentrará en una bella (y por eso triste) historia meridional, oscilará entre la duda o la rabia (la duda, siempre la duda) y entre lo literal y lo figurado de estar quemado, y conocerá, además, a otro hombre que lee, como él.
Dichoso el lector de estos once cuentos y dichosos aquellos que, juntos, han conseguido derretir el hielo, porque de ellos es la vida, ya sin pesos ni medidas.
Carmen Pujante Segura
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