OBSCURA. Diez relatos, VV.AA.
Por Laia Vaquerizo
“He asumido con el tiempo que los misterios del otro lado jamás nos serán revelados por muy cerca que estemos de ellos en vida; que la locura es una paradoja repleta de significados; que la muerte no es tan novelesca como siempre hemos creído; que el alma, como una huérfana errante que vaga sin rumbo fijo, no llega a descansar del todo. No hay nada más obscuro que esa incertidumbre.” Así inicia su relato una de las autoras de este libro, Malenka Ramos, y no puedo estar más de acuerdo con su afirmación última, no hay nada más obscuro que esa incertidumbre.
La humanidad busca la certeza, y la encuentra en la luz, en lo que ve y puede conocer. Esto nos hace sentir seguros y con la falsa seguridad de tenerlo todo bajo control, por ello tendemos a situarnos bajo el paraguas de esa luz, escondiéndonos de lo que no conocemos y no queremos conocer por temor. ¿Qué pasa cuándo es la obscuridad la que nos busca y nos encuentra? ¿Y cuando dicha obscuridad se encuentra dentro de cada uno de nosotros y decide hacer su aparición estelar para poner patas arriba esa falsa seguridad que nos habíamos creado de tener todo bajo control? En ese momento todo se nos viene abajo, nuestros pilares se derrumban y con ellos nosotros mismos.
De esto nos hablan los diez relatos que conforman este libro. En cada uno de los relatos aparece la obscuridad en sus diferentes formas. Aparece en la normalidad de la rutina desde lo más adentro de las personas, aparece en la fina línea que separa lo real y lo imaginario, aparece en la incertidumbre de la muerte y lo que hay detrás de ella, en lo que hay durante ella.
Cada uno de los relatos es único y nos hace plantearnos dónde está la realidad y dónde la fantasía. Me han gustado muchos elementos de esta recopilación de relatos, como la variedad y diversidad del contenido, dentro del misterio todos, de ellos. Haciendo una selección de los elementos que más me han gustado y eligiendo uno de cada relato, elijo especialmente las alabanzas y el misticismo que se crea entorno a la lectura en “Los 1000 libros que hay que leer después de morir”; el misterio y la incertidumbre en torno a la muerte y sus consecuencias en “Margot”; la dificultad de diferenciar la realidad y la ficción, lo que son sueños y lo que son ilusiones en “Espejismo”; las distintas interpretaciones que se le puede dar a “El faro”, en el que vemos la obscuridad que se haya en los grupos sociales, que en ocasiones nos resta humanidad; la visión de “Limítrofes” en que nos muestra la otra cara de la moneda de las historias de superhéroes, en la que los dones no son identificados como tales, sino como maldiciones para sus poseedores; el desconocimiento de lo que realmente sucede en “Obscura”, con esa posibilidad de dar rienda suelta a la imaginación para averiguar qué es lo que realmente le está pasando al protagonista; la obscuridad que hay dentro de cada uno de nosotros en las situaciones menos insospechadas, dentro de personas que aparentemente las encuadraríamos dentro de la normalidad, que observamos en el relato “El huevo”, el cual, debo admitir que me mantuvo en vilo durante las cincuenta y dos páginas que ocupa, agradándome de especial manera el final, el cual me dejó con un sabor agridulce (aunque más cercano al dulce); “Tsirah” nos muestra la debilidad de la especie humana en su peor vertiente, en la que nos dañamos a nosotros mismos; “La penúltima” nos inquieta con una presencia constante que nos persigue a todos y a todas, de forma más o menos materializada; y “David contra Goliat” nos muestra la obscuridad de la sociedad, el egoísmo y los roles de poder, terrorífico por su cercanía a la realidad.
En general, quiero destacar también algunos elementos que me han enganchado a los relatos desde el primer momento, y son el tipo de humor que caracteriza la mayoría de ellos, que es una mezcla de humor negro y extraño; la intriga y misterio que hay en todos y cada uno de los relatos, los cuales te mantienen en vilo y en tensión durante cada una de las páginas, llenas de giros argumentales muy bien construidos que hacen imposible que los finales sean predecibles, y los finales abiertos que predominan en ellos. Estos finales abiertos o finales tácitos ayudan a mantener el misterio que se ha creado durante el relato y hace que el lector tenga que imaginar qué es lo que el autor o autora nos está queriendo decir que ha pasado.
Como podréis haber visto en mis palabras, a pesar de las dudas iniciales que tenía dada mi condición de novata en la lectura de este género, es un libro que me ha fascinado y me ha enganchado desde la primera página hasta la última, y que con seguridad releeré para saborear de nuevo los detalles de cada palabra.
Más info del libro: https://obscura.es/diez-relatos/