Crónica de un viaje de seis semanas de Mary Shelley
Conocida por su clásica y emblemática novela Frankenstein, la escritora inglesa Mary Shelley pasará a la historia como la madre de la ciencia ficción moderna. Para conocer en todas sus facetas a esta gran escritora resulta interesante acercarse a estas crónicas de viaje, porque en ellas se descubre más cómo era ella misma que cómo eran los paisajes que relata. Relato minimalista y breve en el que la autora británica anota su viaje por distintas localidades de Francia, Suiza, Holanda y Alemania en el verano de 1914. La narración es bastante sencilla y la autora se muestra, para sorpresa de los que, como yo, nada conocíamos de su faceta más personal, una joven con bastantes prejuicios aunque con una forma de ver el mundo dotada de gran profundidad y en ocasiones agraciada por una visión poética de la realidad. En este sentido llaman la atención algunos comentarios que vierte sobre los habitantes de las zonas rurales. Es interesante cómo destaca Shelley los contrastes de estas gentes con los ciudadanos ingleses o cómo a través de sus apreciaciones personales se desvela el carácter de una mujer llena de vitalidad y de cultura. Los paisajes que descubre nunca la dejan indiferente. Hay anécdotas divertidas que dotan al relato de color y viveza. Por ejemplo resulta divertido el episodio en el que tienen que comprar un burro para transportar sus enseres. O cuando navegan por aguas peligrosas haciendo de su periplo una suerte de aventura romántica. A base de pequeños detalles y anécdotas Mary Shelley relata su viaje exterior e interior. Hay en su prosa algunos destellos poéticos que hacen de esta sucinta crónica una delicia.
El volumen lo completan un poema de Percy Shelley y unas cartas que escribió en Ginebra en el año 1916. En estas cartas relata de forma más minuciosa y pausada sus impresiones acerca de las gentes, el clima, castillos, ríos, cascadas y los paisajes que recorre, insertando sus reflexiones y estados de ánimo.
Para disfrutar más de estas crónicas resulta pertinente conocer el contexto. Mary y Percy Shelley más que viajar, huían de una situación familiar poco favorable. Su aventura terminó cuando se terminó el dinero y que posiblemente durante este viaje Mary se quedó embarazada. Según recoge Emily Sunstein en una biografía de la escritora, esta afirmó que durante este viaje creía que “estaba actuando en una novela, encarnando un romance”. La vida como ficción, el viaje como aventura romántica.