Latinoamérica

Mundo femenino

Por Dinorah Polakof.

Un mensaje en el celular, un posteo en Facebook, una miradita a la biblioteca personal… ¡Y ya está! A partir de una nota de Gabriela Mirza en la que menciona sus sentimientos hacia la novela de su autoría, Tomasa, publicada por Sigmar y premiada en 2012, busqué y leí nuevamente el libro. Un tintineo alegre y reflexivo me ocupó al pasar sus páginas. Lo de alegre porque se lee con una sonrisa, lo de reflexivo porque nos permite entrar en la relación de una bisnieta, nieta, e hija, con el universo de los adultos. A veces indescifrable para el niño lector.

Cuatro mujeres de distintas generaciones conviviendo bajo el mismo techo es, por lo menos, bien sugerente.

Nunca un calzoncillo, nunca una afeitadora, nunca un grito de fútbol:

             Todas conversaciones de bombachas.

La escritora ofrece un sinfín de anécdotas en torno a Tomasa, una mujer corajuda, determinada y presunta desmemoriada. Introducirnos en su vida laboral, el modo en que la convencen de mudarse a un apartamento sin patio y sin fondo, y las reacciones que el  acto genera son parte de esta novela. En principio, ese movimiento espacial desacomoda a la menor del  grupo, quien asumirá los cambios con cierta turbación.

La convivencia entre cuatro generaciones, donde Tomasa y L´atrevida elevan el protagonismo a su máxima expresión, tiene instancias de un cuasi vodevil (porque para serlo debería  acompañar  la música) por lo picante, gracioso. De ninguna manera creo que se trate de un subgénero.

Por otra parte, el enfrentamiento entre la bisabuela y su bisnieta proyecta la relación entre hermanos y su lugar en la constelación familiar. Tal es así, como describe la autora en la en la página 27:

Los hermanos menores sabemos molestar muy bien, disimuladamente, sin que nadie lo note demasiado. Digamos que nos sale muy bien molestar al grande, hasta que este pierde la paciencia, nos revienta, nosotros lloramos y quedamos perfectamente como víctimas. Eso sí que nos sale bien, pero, de todas formas, sabemos que estamos en inferioridad de condiciones.

Se trata de un vínculo entre dos personalidades emocionalmente fuertes, cada una apretando  el acelerador a fondo, para hurgar en la otra. Y es ahí, precisamente, donde se encuentra el talento de Gabriela Mirza. Porque logra ensamblar dos mundos distantes, antagónicos, que parecerían esquivarse para siempre.

El libro está ilustrado por Oscar Scotellaro. Ganó el 1er. Premio de Literatura Infantil y Juvenil 2012 para la colección Telaraña de Editorial Sigmar-Mosca Hnos.

 

Foto Vía| Editorial Sigmar

 

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