Teatro en el cine con Barbra Streisand en su mayor creación: «Nuts» (Loca)

Por Horacio Otheguy Riveira

Estrenada en 1987, la película se realizó porque la Streisand se quedó enamorada de la obra de Tom Topor, cuando la vio representada por una Compañía de excelentes intérpretes no profesionales en el año 1979. Quedó conmocionada y ella misma cejó por los derechos, e insistió en que la dirigiera Martin Ritt —entonces el Ken Loach de Hollywood—, único empeñado en contar historias con grave contexto social. BS también se atrevió con dos aspectos muy audaces: ser ella misma la difícil protagonista, al encarar a un personaje absorbente, profundamente antipático, sin concesiones a generar admiración por parte del público —no al menos hasta los últimos minutos de metraje—; un personaje con grandes dificultades para medir su natural sobreactuación de mujer muy cabreada, desesperada sin dejar de ser agresiva incluso con su abogado, acusada de asesinato de un cliente de su negocio de prostitución, escort de lujo, sólo para ejecutivos adinerados.

Este personaje carcelario dio en la versión cinematográfica con una posibilidad que en el teatro no se presentaba: la mujer de actitud muy basta, sin maquillaje y siempre con traje de presidiaria podía verse en flashbacks desarrollando su oficio; es decir, rutilante, muy guapa (incluida su singular narizota) y unas curvas que cortaban el hipo. Pero además, y como si esto fuera poco, el tema de fondo era el abuso sexual hacia una niña en el núcleo familiar con la callada complicidad de su madre.

Este asunto en 1987 no se mencionaba para nada en el cine mundial, y muchísimo menos en Hollywood. Fue el mayor esfuerzo de producción e interpretación de una auténtica diosa del espectáculo, desde Funny Girl, aquella feúcha que enamoró al mundo entero con su voz, su talento actoral y su don para la comedia, género que explotó maravillosamente en ¿Qué me pasa doctor? junto al galán de la época Ryan O´Neal y, entre otros títulos fuera de lo común, coqueteó con el drama musical en Yentl, que también dirigió.

Más adelante fue realizadora y coprotagonista de un gran melodrama, también innovador por tratar la violación de un niño, a través de la memoria torturada del mismo, ya convertido en un adulto padre de familia: El príncipe de las mareas, junto a Nick Nolte, en 1991, con lo que se despidió de la industria cinematográfica para siempre, salvo alguna colaboración actoral.

La extraordinaria cantante demostró que podía hacer de todo en el cine. (Ver Filmografía completa). Pocas veces se atrevió a pisar un escenario, más allá de contados —y multitudinarios— conciertos en vivo. La audacia de estas Nutsnueces que suenan a lo largo de la historia en una situación clave— considera también la agresiva versión española al titularla Loca, coherente y excesiva como el propio personaje, desbocado desde el comienzo porque en su rabia guarda una tragedia de infancia demasiado dolorosa, tan dolorosa que invade todos los rincones de su adinerada vida a costa de la entrega parcial, por horas, de su cuerpo bien pertrechado de habilidades para satisfacer las mayores exigencias de hombres ricos, generalmente casados, generalmente acostumbrados a gozar en el sexo con buenas dosis de desprecio por el objeto de su deseo.

Una prostituta de clase alta (Barbra Streisand) es acusada de asesinar a uno de sus clientes (Leslie Nielsen). Su madre (Maureen Stapleton) y su padrastro (Karl Malden) alegan que está loca, pero ella luchará con inusitada energía para que su caso sea juzgado como un acto de legítima defensa. Presiona a su abogado (Richard Dreyfuss) para convencerle, aunque tarda mucho en contar todos los detalles de su permanente rabia, lo que la convierte en una persona de muy difícil trato. [Una historia basada en hechos reales]

Prostituta de altura para señores de gran prestigio social, que sin embargo, una noche pierde los papeles y “ejecuta” a un caballero que disfruta humillándola.

 

 

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