Carmen Canet publica Olas, su nuevo libro de aforismos
Carmen Canet, una de las aforistas con mayor aceptación entre el público lector, acaba de ver publicado su nuevo libro, Olas (La Isla de Siltolá). En él, nos reencontramos con ese tono que ya nos resulta entrañable y familiar, musitado a la oreja, sin estridencias ni trucos de feria; es el de Canet un aforismo a pie de calle, que se puede compartir en un bar o paseando por la tarde, aunque sin incurrir en lo vulgar o lo previsible. Sus aforismos dejan presentir la circunstancia que los ha generado, pero no se consumen en ella, sino que la llevan a un nivel superior: el del sentido aprovechable por todos. En ello, rememoran la vocación de los mejores refranes, la de instruir deleitando, sin renunciar por ello a la ambición literaria que distingue al aforismo contemporáneo de las máximas clásicas. Con Olas, Canet nos invita a seguir surcando las aguas del decir breve, con la confianza que nos transmite su honestidad en el decir y su sabiduría en el vivir.
A continuación, reproducimos una brevísima selección de Olas realizada por la propia autora.
Leer es la mejor manera de pasar las páginas del tiempo.
*
Con la edad, los cuerpos se desgastan y decaen pero les crecen alas.
*
A las mujeres nos gustaría que hubiera, de nuevo, serenos, por crear puestos de trabajo y para ir más serenas por la noche. (Nocturno triste).
*
La vida es una sinfonía en donde las partituras y andaduras están en clave de mí y de yo. No de sol para todos.
*
La lluvia suave es como un poema con lágrimas.
*
Debemos, como dice la canción, tratar de disipar las sombras de la vida porque son: Sombras nada más.
*
Los libros te pasean por tierra, mar y aire, es todo un ejército pacifista que te escolta por la vida.
*
Cuando el lenguaje pierde los matices y la honestidad, hay que acudir a la gramática de la verdad de la vida.
*
Es cervantino el coloquio ejemplar que se entabla entre ellos: los paseantes de perros, y a su vez con sus mascotas.
*
La buena soledad necesita su espacio, su aire y su silencio. Es su propia compañía.
*
La falta de recursos agrava la inseguridad humana.
*
Los locos tenemos el corazón en movimiento porque lo usamos más. Por eso no se fija el colesterol.
*
Todo lo leído desde joven se sumerge, se guarda y en algún momento aflora, como un empuje de vida.
*
-Tengo ganas de llorar -me dijo la nube. -Y yo de llover -le contesté.
*
Los aforismos son los ríos que van a dar a la mar.
Una maravilla. Qué forma más sutil de jugar con la palabra. Todos, y cada uno de los aforismos de Carmen, profundizan en el corazón y son una bomba reflexiva para la mente.
Cada aforismo es un compendio de sabiduría, que invita al lector a reflexionar sobre lo conocido. Su didactismo es evidente. La brevedad incrementa la claridad y el deleite de su lectura.
«Leer es la mejor manera de pasar las páginas del tiempo», es una muestra de lo bueno que vamos a encontrar en Olas, la obra de Carmen Canet que hoy sale a la luz.