El show de Samsa

Cómo escribir el Quijote y escribir un libro nuevo

Quizá no haya nada más clásico que escribir algo moderno. Esto es lo que debió de pensar Juan Simeran cuando se decidió a escribir este neo-Quijote, una versión actualizada lingüística y culturalmente al espíritu del siglo XXI (o XXII) titulado El chévere venturante mr.Quetzotl de Arisona y editado por la atrevida y muy interesante editorial La máquina que hace ping. Una novela en la que Pierre Menard se ha encontrado con Philip K. Dick en el Oeste.

Mil veces se habrá hecho ya un pastiche de la gran obra de Cervantes. Desde sus inicios se intuyó Don Quijote como una obra de referencia, como la temprana imitación de Avellaneda nos demuestra. Desde entonces hemos asistido a la proliferación de novelas, cuentos, parodias, películas, canciones, dibujos animados y un gran número de producciones que toman al Caballero de la Triste Figura como protagonista. El Quijote no es solo una novela que cuenta una historia, sino la mismísima historia de la novela. La novela moderna empieza en él, es cierto, pero también han servido los personajes cervantinos para construir una identidad colectiva, un dispositivo fundacional, cimentado en el binomio Quijote-Sanchopanza como arquetipo de una nueva psicología que habría de perfilar la idiosincrasia española (y también universal).

Pero de todas las perversiones o versiones que se han realizado del Quijote es esta posiblemente una de las novelas más fieles a la obra cervantina y a la vez una de las más originales. A primera vista lo que más llama la atención es el lenguaje. ¿Cómo está escrita la aventura de mr.Quetzotl de Arisona? ¿Es un lenguaje inventado? Sí. Podríamos aclarar que se trata de un spanglish para el que el autor se ha documentado abundantemente. En este sentido es interesante comprobar que el estilo y el contenido están en equilibrio, porque la novela está ambientada en las latitudes sureñas de Estados Unidos en un tiempo actual con tintes postapocalípticos y de ciencia ficción.

La trama es harto conocida y no viene al caso repetirla aquí. Simeran ha buscado la fidelidad y reproduce con gran exactitud algunas de las andanzas del hidalgo manchego, aunque esquematizando y eliminando las novelas dentro de la novela y las digresiones que engruesan la novela de Cervantes. Hay un obvio trabajo de condensación, traduciendo aventura, época, épica y personajes a nuestro tiempo. Y a la cultura americana. Pero sobre todo, referencias a la literatura de ciencia ficción y sus tópicos, a Philip K. Dick y otros autores del género.

Al comienzo la lectura, debido a los giros y neologismos, se puede hacer difícil. A medida que avanzamos comprobamos que se suelen repetir y al final acabamos por entrar en el relato. Algo que también sucede con novelas como La naranja mecánica de Anthony Burgess, pero que al final, gracias precisamente a la cadencia hipnótica de esta “neolengua” la prosa acaba por seducirnos, transportarnos al mundo novelesco inventado. El escritor audaz traduce su mundo interior en un idioma propio y el resultado puede ser abrumador pero también eficaz técnica y narrativamente.

Merece la pena acceder a esta nueva-vieja historia que tiene aires de libro moderno, que parece venido desde el futuro, pero con vocación de clásico.

PEDRO PUJANTE

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