Morir no es nada del otro mundo
Àngels S. Amorós
Carlos Vila Sexto (texto). Morir no es nada del otro mundo. Edebé: Barcelona, 2019, 296 pp. A partir de los 14 años.
La última vez que había sentido una sensación de pánico similar había sido seis meses atrás. En concreto, la tercera noche después de morir. La bomba la había lanzado mi madre.
– Tienes que enterrarnos.
Dicen que la adolescencia es una etapa complicada por la gran cantidad de conflictos que se originan. Muchos de estos conflictos proceden del ámbito familiar y de eso Leo sabe mucho porque convive con casi todos los miembros de su familia en una misma casa.
Si para un adolescente lo más importante es tener intimidad, en la casa de Leo eso es casi imposible. Todos los que le rodean son fantasmas, más que eso, fantasmas adultos deseosos de llamar la atención y dar lecciones morales al más joven de la familia. No hay que negar que resulta muy difícil y desconcertante convivir con las manías y peculiaridades de personas de diferentes generaciones, pero también tiene muchas ventajas. Como por ejemplo los consejos de sus padres, las batallitas que le cuenta su abuelo y los deliciosos platos que le prepara Úrsula, una antepasada de origen rumano y bastante mal genio con la que es difícil comunicarse.
-No ako tova e sushtoto!
Además, a sus quince años, los únicos quebraderos de cabeza de este quinceañero deberían ser los exámenes del instituto, llamar la atención de Paula y tranquilizar a su mejor amigo Samuel que es un hipocondríaco insufrible. En cambio, él es el único de toda su familia que puede impedir que les quiten la casa donde viven. Se trata de una gran casa familiar donde habitan todos sus familiares en lo más recóndito de los tiempos y que, además, él es el único que está vivo. O al menos es un vivo a medias. Durante el día, Leo lleva una vida normal y asiste cada mañana al instituto. Pero cuando empieza a oscurecer se convierte en fantasma y su cuerpo se queda inerte sin que él pueda hacer nada para evitarlo.
Este es un secreto que no conoce nadie y por eso tendrá que poner en marcha su ingenio para que no le descubran. A través de una trama muy bien hilvanada con situaciones totalmente impensables, los personajes iniciarán una divertida investigación donde no faltarán intentos de asesinato, mentiras a los profesores, suplantaciones de identidad y la búsqueda de un objeto valioso que es lo que los futuros dueños de la casa quieren encontrar.
La casa no tiene nada de especial, de hecho, Leo la llama “purgatorio de medio pelo”, pero de todas formas es su hogar. Nadie de su familia entiende el interés de una extraña pareja que les hará la vida imposible para arrebatársela.
Como Leo no puede evitar el deshaucio él solo pide ayuda a sus amigos sin contarles toda la verdad. Estos amigos son Samuel y Paula, tal vez no sean los más avispados y ágiles del mundo, pero al menos están vivos todas las horas del día y le demuestran que son capaces de hacer cualquier cosa por él.
En este periplo repleto de situaciones llenas de humor, aventura y misterio Leo descubrirá las verdades sobre un antepasado suyo que pueden avergonzar a toda la familia. También descubrirá que estar vivo es tan complicado como estar muerto y que la familia, sea como sea, es lo más importante. Sin olvidar nunca que:
Solo hay una cosa peor que estar muerto: tener que fingir que no lo estás.
Una edición muy cuidada y tremendamente original. Para empezar, el libro parece una tumba, con una solapa para poder leer el interior; y eso no es todo. A lo largo del libro se puede acceder a contenido multimedia para disfrutar más y mejor de la lectura a través de una página web con música y vídeos. Se conoce como experiencia inmersiva y es una tendencia en auge que permite experimentar ficciones de forma virtual gracias a contenidos audiovisuales sin necesidad de movernos de nuestro rincón de lectura favorito.
Una forma innovadora de disfrutar de una historia desde una perspectiva personal y donde la interacción en la historia acrecienta el disfrute lector. Una realidad virtual en 360 grados que recrea diferentes espacios donde se desarrolla la acción de la historia, como la casa y el bosque.