Rosa María Sardá publica ‘Un incidente sin importancia’
REDACCIÓN.
Rosa Maria Sardà, una de las actrices más importantes de nuestro teatro y de nuestro cine, abre por primera vez su corazón en esta suerte de memorias familiares en las que reconstruye algunos de los momentos más importantes de su infancia y adolescencia junto a sus abuelos, tíos abuelos y padres. Pero estos textos, escritos a lo largo de los últimos treinta años, no revelan únicamente la intimidad de una familia en gran medida dedicada a las artes escénicas, sino también la intrahistoria de una España ya extinta: la de las compañías de teatro ambulantes, la de las mujeres solitarias durante la posguerra, la de los emigrantes a la búsqueda de fortuna… Una España –y una Cataluña- de la que ya no queda prácticamente nada.
Un incidente sin importancia es la primera incursión de Rosa Maria Sardà en la narrativa. Los ocho relatos que la componen –uno de los cuales contiene un poema titulado ‘El más pequeño de todos’- recogen retazos de una biografía familiar ligada, de un modo u otro, al mundo del teatro. Antes de la Guerra Civil, los abuelos de Rosa Maria Sardà, Maria y Pep, recorrían el país con su compañía itinerante. La gente los miraba con desconfianza –incluso con desprecio-, pero, pocos minutos después de que empezara la representación, la inquina se tornaba admiración y el público se arrancaba a aplaudir. De hecho, los actores actuaban con tanta profesionalidad que, cuando interpretaban a un personaje que moría sobre las tablas, el médico del pueblo subía al escenario para asegurarse de que el intérprete no hubiera fallecido realmente.
Un incidente sin importancia arranca, no obstante, cuando los abuelos de la narradora ya habían abandonado el teatro y vivían retirados en una casa de la costa catalana. Su casa, situada junto a una fábrica de cemento, pertenecía a una urbanización poblada por unos inquilinos tan estrambóticos como entrañables, y Rosa Maria Sardà disfrutaba tanto pasando los veranos en aquel lugar que ahora, tanto años después, no ha podido reprimirse a la hora de evocar sus recuerdos con tanto amor como nostalgia. Como dice cierto personaje, y como podría decir la propia autora para justificar la redacción de este libro: ‘Te escribo arropada por los recuerdos porque, déjame que sea sincera, ¡añoro todo aquello!’.
Al margen de sus abuelos, en Un incidente sin importancia aparecen otros personajes que, de algún modo, resumen las vivencias familiares de Rosa Maria Sardà y que no sólo nos muestran sus orígenes, sino también los de un país del que ya no queda ni el recuerdo. Así, en Un incidente sin importancia encontramos a un tío abuelo que se fue a hacer las Américas y regresó con los bolsillos vacíos, a una tía abuela albina a quien todo el mundo amaba, a una inmigrante uruguaya que mordía a los miembros de su familia política, a una madre que decidió hacerse enfermera porque despreciaba el mundo del teatro… Todos estos individuos configuran las memorias de una Rosa Maria Sardà que, con este salto a la literatura, sorprenderá a sus incondicionales.