Germán Torres es «Rey Juan» en la terrorífica frivolidad del poder

Por Horacio Otheguy Riveira

La tragedia de Juan sin Tierra frente a la muerte de su hermano mayor, el carismático Ricardo Corazón de León, se viste de un «Rey Juan» patético y feroz en una adaptación del actor y director Gustavo Galindo al servicio de una coralidad dinámica donde el protagonismo de Germán Torres no empaña el brillante trabajo de equipo. Entre banderas se rinde tributo a la estupidez y la codicia. No hay señales de la Edad Media en que transcurre la obra original de Shakespeare, y en un escenario prácticamente vacío todo el tiempo, son los actores quienes pasan de un personaje a otro, de una situación dramática a otra con un rey inglés de pacotilla, otro francés a la par de ambicioso… y un gran emisario del Vaticano, un cardenal no menos ridículo y a la vez siniestro.

Se actualiza la tragedia con un baño paródico que, hablando de gente ridícula no tenemos que hurgar demasiado aquí o allá, entre Trump y Boris Johnson, máximos adalides de un nacionalismo estrafalario —y confiamos que suicida—, pues hoy mismo el alcalde de Madrid coronó una nueva zona de la capital del reino, nada menos que en el popular barrio de Carabanchel, con una gran bandera española, «manto de derechos y libertades». Todos estos «capitanes» bajo la terrible excusa de un manto que conlleva tanta mezquindad como hipocresía. En este espectáculo el «banderismo» se baila al son de un desgarrador testimonio, dejando clara constancia de que a más banderas, más intolerancia y sumisión al poder establecido cuando «El perro de la guerra muestra los colmillos».

En la tragedia de Shakespeare adaptada por Galindo las matanzas son brutales como brutal fue la sentencia del alcalde de Madrid (el mismo festejador de la bandera, sí) que dijo públicamente que si le dieran a elegir entre invertir en la reconstrucción de la incendiada Catedral de Notre Dame de París o ayudar a defender el Amazonas, pulmón del mundo, elegiría el antiquísimo templo. En esas palabras, aparentemente inofensivas, otra guerra bien surtida de colmillos entre las muchas batallas que se libran en España, entre la moral progresista de un mundo que evoluciona en el mestizaje cultural y social y la perversión de la enquistada tiranía de la ignorancia, y algo más lejos, las numerosas guerras sangrientas que proliferan bajo los bombardeos bañados en millones de dólares de Estados Unidos y sus adláteres.

Rey Juan: el mundo boca abajo cuando se bebe el veneno de la codicia con absoluta irresponsabilidad. Un juego teatral con dúctiles actrices que a veces son hombres y actores que encarnan a hombres que a menudo no se sabe lo que son, en una fiesta donde el jolgorio resulta también tragicómico, pues en aquello que nos produce risa hay excesivas muestras de violencia a caballo del renovado autoritarismo seudocristiano y las vociferantes «verdades» de todos los nacionalismos, uno más excluyente que el otro.

De todo esto habla esta función que produce y protagoniza Germán Torres con tanta energía como sentido del humor junto al actor, adaptador y director Gustavo Galindo como protagonistas de una función eminentemente coral envuelta en banderas con la decidida misión de convencernos de que cuanto más nos alejemos de ellas más cerca estaremos de un mundo más justo y solidario.

 

Autor: William Shakespeare
Adaptación y dirección: Gustavo Galindo
Reparto: Germán Torres, Jesús Gago, Carlos Olalla (2, 9 y 16/02), Rosalía Castro, María Escobar, Gustavo Galindo y José Emilio Vera
Movimiento escénico: María Escobar
Vestuario: La Smorfia Teatro
Iluminación: Nacho Arjonilla
Fotografía y cartel: Moises Fernández Acosta
Productor: Germán Torres
Producción: La Smorfia Teatro

 

TEATRO GALILEO

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