El secreto del colibrí dorado

Ana Alcolea (texto) y David Guirao (ilustraciones). El secreto del colibrí dorado. Madrid: Anaya, 2019. pág. A partir de los 12 años.

Amelia es una mujer guatemalteca a quien Carlos toma mucho cariño cuando la contratan para encargarse de Paquita, la mujer de su abuelo, a quien el Alzheimer ha vuelto dependiente. A personas como Amelia se les conoce como le badante, las  cuidadoras, en Italia y es muy común en muchos países europeos contar con ellas para cuidar de sus mayores. Lo que no es tan común es interesarse por la historia de estas personas que hacen lo posible para seguir adelante y ayudar a su familia.

Pero Amelia, en esta vida hay que luchar por lo que uno quiere –intervino Carlos-. No tiene que resignarse a tener siempre un trabajo tan duro.

Creo que no han entendido bien, muchachos. Acostumbrarse no es lo mismo que resignarse. Yo soy una luchadora. Nunca me he resignado a nada. He luchado por mi libertad y por la de mucha gente en mi país. He visto morir a personas queridas porque alguien les segó la vida violentamente. He tenido que criar sola a mis hijos porque mi marido se marchó y no volvió. Estoy aquí luchando, trabajando duro para que ellos puedan ir al colegio todos los días y no les pase lo mismo que a mí.

En El secreto del colibrí dorado  se alternan dos historias distantes en el tiempo y con personajes distintos que, a pesar de todo, tiene mucho en común. La primera historia se remonta al siglo VIII d.c. con la cultura maya como escenario y como personajes principales la tejedora Tenamik y su hija Iq, colibrí en español. La otra historia se sitúa en la actualidad y nos presenta de nuevo a Carlos, sus padres arqueólogos Ernesto y Marga y su novia Elena que, recién recuperada de una lesión, solo piensa en regresar a Ámsterdam con su compañía de baile.

El hermoso tapiz que teje Amelia en sus ratos libres tiene mucho que ver con su antepasada Tenamik y la historia de Iq, contada en clave de leyenda, será el detonante para que Carlos tome una decisión que le abrirá los ojos en muchos sentidos.

Se trata del cuarto volumen de lo que, en principio, sería una trilogía basada en un secreto de hace siglos al que se da luz en el presente gracias a la unión de un personaje con el pasado. Finalmente, un viaje a Guatemala convenció a la autor, Ana Alcolea, a escribir un cuarto libro con cuya compra se colabora con la onegé ADUYA en los proyectos humanitarios en Guatemala.

Una serie de libros que combinan realismo, romance, magia, aventura, costumbrismo y casualidad pero que, sobre todo, nos demuestran la importancia de conocer el pasado para comprender el presente.