Una puerta a otro mundo
Por Jorge Mur.
El creador de El show de Truman, Christof, interpretado por el siempre solvente Ed Harris, afirmaba que «aceptamos la realidad del mundo que nos presentan». Sin embargo, la realidad posee multitud de grietas a través de las cuales es posible atisbar otros mundos paralelos. No es fácil, en todo caso, y hay que esforzarse para localizar las citadas grietas y esperar; tener un poco de paciencia. Pero, si lo pensamos fríamente, ¿acaso cada uno de los seres humanos que poblamos este planeta no tenemos nuestra propia versión sobre los hechos que nos rodean?
En este sentido, en la película Matrix, Morfeo insistía en la misma idea: “¿Qué es real? ¿Cómo defines lo real? Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro”.
No existe una única interpretación de los hechos. Y Shuji Hiramatsu, un fotógrafo japonés al que hoy tengo el placer de entrevistar, apunta en la misma dirección. «A veces, a través de la lente de la cámara, encuentro otras capas del mundo real en el que vivimos. Siento como si tuviera otro ojo capaz de conducirme a un universo paralelo. Me encanta ver cómo lo cotidiano puede transformarse en algo de ciencia ficción, y estoy interesado en la posibilidad de compartir esas fantasías con algunas otras personas», indica.
Hace diez años, Shuji Hiramatsu comenzó a tomar fotografías analógicas con cámaras viejas reparadas por él mismo. Poco después, decidió compartir sus fotografías en Internet y descubrió que algunas personas parecían estar interesadas en su trabajo.
Tus fotografías muestran lugares sublimes e inmaculados. En muchas ocasiones se trata de escenas cotidianas cargadas de un fuerte sentimiento de tranquilidad e, incluso, de cierta nostalgia. ¿Cómo eliges estos lugares? ¿Qué significan todos estos lugares para ti?
Siempre llevo mi cámara conmigo y trato de escuchar el susurro de una «puerta» que conduce a otro mundo. Y creo que estas «puertas» pueden estar en cualquier parte. Así que no pretendo ir a un lugar u otro en concreto. En todo caso, mi deseo es ver algo eterno en las cosas o escenas de la vida cotidiana.
Por otra parte, me encantan las fotografías tomadas con cámaras analógicas. De hecho, tuve que escanear la mayoría de mis fotografías para poder publicarlas en Internet. Creo que la película en sí incluye el concepto de «tiempo». La película es material físico, por lo que su imagen puede envejecer o degradarse. La limitación de las cosas físicas me recuerda el hecho de que también somos existencia física, y me permite ser consciente de la finitud de nuestra vida. Además, creo que ese tipo de comprensión del «tiempo» nos hace amables.
En cuanto a la nostalgia, no estoy interesado en la nostalgia personal, sino en la nostalgia social más allá de las fronteras. Espero conectarme a ella a través de la «puerta», pero es algo de lo que no soy consciente mientras estoy tomando fotografías.
Una parte de tu trabajo está dedicada a los viajes. ¿Cuál es la mejor parte de tus viajes: la preparación, realizarlo o volver a casa, cuando es posible revisar con calma todas las fotografías?
Parece que disfruto del viaje dos veces. Al principio, disfruto el viaje en sí. Y luego, cuando estoy de regreso en casa o en el hotel, lo desarrollo y encuentro otras capas diferentes a las que vi en directo. Ése es el segundo placer de un viaje.
Muchas de tus fotografías retratan Japón. ¿Qué es lo que más te gusta de tu país?
Han existido múltiples dioses en Japón. Los japoneses piensan que los dioses viven en varias cosas a nuestro alrededor. Y esto puede estar relacionado con el animismo. Incluso los fenómenos naturales, las cosas inanimadas tienen su alma. Me encanta ese concepto heredado a través de las generaciones, y me gustaría ver esas almas a mi manera.
¿La vida de la ciudad o la naturaleza? ¿Por qué? ¿Cuál es tu lugar favorito?
Para vivir… Es una pregunta oportuna y difícil de responder. He estado viviendo en el campo (montaña) y trabajando en la ciudad de Tokio durante los últimos dos años y medio. En el pasado, analizándome, me interesaba la relación entre la naturaleza y los esfuerzos humanos. Y hoy estoy básicamente en el mismo punto. Sin embargo, el poder de la naturaleza es enorme y me obliga a hacer muchos esfuerzos para vivir en ella. Me llevaría un poco más de tiempo llegar a una conclusión, pero me encanta sentir que algún tipo de recomposición necesaria para sobrevivir en mi cerebro ocurre en la naturaleza.
Para tomar fotografías… Prefiero una ciudad porque en la naturaleza sólo hay naturaleza. Es difícil para mí encontrar un camino propio al tomar fotografías a la naturaleza directamente.
Cita 3 fuentes de inspiración que consideres importantes en tu vida.
Realidad. Humor. Experimentación.
¿Cuáles son tus pasatiempos dejando a un lado la fotografía?
Cortar leña y usarla, y la programación (escritura de códigos).
¿Cuáles son las pequeñas cosas que te hacen feliz?
El mantenimiento y la reparación de todo tipo de objetos: me encanta verlos funcionar de nuevo. También me hace feliz el goteo del café.
Y para finalizar, un cuestionario muy breve.
– Tu canción favorita.
Right Place Wrong Time, de Dr.John.
– Un momento del pasado que te hubiera gustado fotografiar.
Cuando mi hermano me salvó del ataque de un perro y corrió de regreso a casa sosteniéndome en sus brazos.
– Un lugar donde nadie te molesta.
En el interior de mi coche, o frente a la estufa de leña en compañía de mi gato.
Para saber más sobre Shuji Hiramatsu: