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Invierno 2020 en los teatros de Madrid con 12 recomendaciones

Por Horacio Otheguy Riveira

La nueva temporada abre con un trimestre invernal muy prometedor. Con reposiciones fantásticas y ambiciosos estrenos. Doce recomendaciones que también invitan a seguir buscando, ya que hay más variedad de la que estas páginas pueden albergar. De lo nuestro lo mejor, el teatro nacional consolida en Madrid una calidad muy alta, perfectamente compatible con las principales capitales europeas.

Junto a éxitos ya muy renombrados como El rey León, Anastasia y Billy Elliot, más allá de estos espectaculares musicales, 12 funciones teatrales para adultos que interesan tanto por sus notables elencos como por el vigoroso, cuando no polémico, planteamiento de sus temas.

Selección distribuida por orden alfabético: Cartas de amor, Desayuna conmigo, Divinas palabras, Jauría, Jerusalem, La fiesta del Chivo, Las cosas extraordinarias, Nekrassov, Prostitución, Reinar después de morir, Solo un metro de distancia, Todas las noches de un día.

 

 Cartas de amor

¿Una obra escrita para ser leída? ¿Nunca dejan de leer sentados? ¿Cartas a lo largo de la vida? ¿Y eso es teatro y además muy bueno? A todas las preguntas, una sola respuesta: la grandeza del teatro alcanza dimensiones tan excepcionales como la aquí conseguida donde con muy pocos elementos se alcanza la dimensión poética de una creación artística trascendente.

Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán fueron vestidos por Mónica Boromello con trajes en los que la elegancia propia de sus personajes va unida a una notable comodidad para que cuando muevan sus brazos, sus piernas, su cintura, resulten tan prodigiosamente expresivos como sus rostros y su voz. A su vez, Ion Aníbal diseñó una iluminación que ambienta de tal manera que podemos percibir lo que no existe: un extraño jardín habitado por ciudades, exóticos parajes y habitaciones donde suceden agonías y a veces llega la felicidad, siempre sin que los actores se despeguen de sus asientos: vestuario, luz, y dirección susurrada por David Serrano, vivamente emocionado ante esta oportunidad de representar una historia de amor desde el propio amor. La palabra tan manoseada desde los spots publicitarios a los mil y un reclamos consumistas, hace aquí un acto de presencia humilde y sutil, para dar cuenta de un recorrido vital que nos deja con una sonrisa placentera y un nudo en la garganta.

 

Espectáculo recomendado para mayores de 16 años.

EN EL TEATRO BELLAS ARTES, DESDE EL 8 DE ENERO AL 2 DE FEBRERO 2020.

Julia Gutiérrez Caba
Miguel Rellán

Autor: A. R. Gurney
Dirección y Versión: David Serrano
Iluminación: Ion Aníbal
Escenografía: Mónica Boromello
Producción Ejecutiva: Lola Graiño
Dirección de Producción: Ana Jelin
Distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas

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Desayuna conmigo

Teatro de La Abadía. Del 9 al 26 de enero 2020

Un retrato intenso de la vida en pareja y el amor partiendo de lo cotidiano y en aquello que nos une. Iván Morales nos cuenta cómo, una vez superadas las viejas convicciones, ya entrada la madurez, se puede volver a amar. Y se llega al momento en que la única ambición es desayunar juntos.

¿Qué estamos dispuestos a hacer y a sacrificar para no dejar de desayunar juntos?

Los personajes de Desayuna conmigo – un fisioterapeuta, una cineasta paralizada de cintura para bajo, un músico y una escultora – son espejos más o menos cóncavos de nosotros mismos. Transitan ese espacio doloroso entre la felicidad que tienen a su alcance y la felicidad deseada. Quieren aprender a amar derrocando viejos patrones de amor tradicionales que influyen en sus vidas, ideas preconcebidas que todos tenemos sobre el amor, inculcadas por nuestra cultura y por la música pop, cuyas canciones nos han enseñado a amar y que no acaba de encajar con la vida real. Mentiras que nos contamos a veces para que la vida duela menos.

 

Natàlia _ Anna Alarcón
Salva _Andrés Herrera
Carlota _ Aina Clotet
Sergi _ Xavi Sáez

Escenografía e iluminación _ Marc Salicrú
Música y espacio sonoro _ Clara Aguilar
Movimiento _ David Climent
Vestuario _ Míriam Compte

Ayudante de dirección _ Ona Millà
Ayudante de dirección, movimiento y regiduria _ Carla Tovías
Construcción escenografía _ Óscar Fernández (Ou)
Fotografía _ Sandra Roca y Ona Millà
Diseño gráfico _ Marc Rios
Una producción de _ losMontoya (pantalla&escena)

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Divinas palabras

TEATRO MARÍA GUERRERO HASTA EL 19 DE ENERO 2020

Máxima obra maestra del teatro español en su audaz capacidad de panorámica sociopolítica, recreando un lenguaje aliado de otros movimientos europeos como el grotesco de Luigi Pirandello en Italia, los expresionistas alemanes anteriores (Georg Buchner, Frank Wedekind) y coetáneos como Ernst Toller o el belga Michel de Ghelderode. De hecho, este Valle-Inclán no se estrenó en España hasta 1933 —tres años antes de morir a los 70 años, y en Europa en 1950, dirigida por Ingmar Bergman—, pero en su momento tenía muchos compañeros de ruta fuera de España. Muchos aliados de la primera posguerra mundial, poniendo énfasis en las diferencias sociales, en la expresión subjetiva, el irracionalismo y los tabúes que aquí representa la protagonista, Mari Gaila, en su avidez de libertad sexual como temática prohibida en una mujer. Y en todo caso, necesidad de un teatro crítico, antiburgués, con un profundo sentido de la acción escénica.

Estas Divinas palabras dirigidas por José Carlos Plaza se sirven con preciosa riqueza de matices, modulando el texto sin tocar una coma, distribuyéndolo de diferente manera ante la gran cantidad de personajes del original. El resultado es admirable, ya que el texto discurre libremente, excesivo y fantástico, conformando un acontecimiento teatral de imprescindible visión. Exponente ejemplar de una obra que nunca se termina de dominar, cuyas tinieblas la enriquecen todavía más.

En los enigmas que no desentrañamos del todo también se ubica la admiración ante este retablo de avaricia, lujuria y muerte (parafraseando otro texto del genial escritor) llevado a cabo por un elenco que deambula por un escenario donde no cabe más que el talento de sus intérpretes y un gran telón de harapos desbordante de imaginación, pues del mismo surgen ventanas y ventanucos, paredes de una casa, el cielo tormentoso… y en todo caso es siempre el hábitat perfecto para sugerirnos que estamos ante una representación de una tragicomedia que es sorna, mofa y conmoción escalofriante de una civilización presente en sus detalles más morbosos. Pasión desgarrada por sobrevivir a cualquier precio.

Excelente trabajo de conjunto en el que la resolución de las numerosas criaturas creadas por Valle se consolidan en solo 11 personajes con una precisión coreográfica no solo en el movimiento de seres dispersos en una genuina miseria moral, sino en sus templadas voces, el dominio de un texto extraño que se hace propio bajo la danza fascinante de la iluminación y el dominio del espacio (luces y escenografía de Paco Leal). En él, todo el reparto con vestuario alucinante diseñado por Pedro Moreno en un contexto musical compuesto por Mariano Díaz en el punto justo del eco celta y la vocación universal.

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Jauría

Pablo Béjar, Fran Cantos, Álex García, Ignacio Mateos, Martiño Rivas y Raúl Prieto son los hombres que han rodeado a quien les acusa de aprovecharse de su cuerpo vilmente, a tal punto que no les bastó con turnarse para abusar sexualmente, sino que les divirtió filmarla como a un vegetal. Ella es María Hervás. Sus compañeros de reparto son asumen las características de los bárbaros jóvenes, así como la de jueces, fiscales, abogados, en una obra que se estrenó con gran éxito en la pasada temporada, cuando la sentencia favorecía a «la manada». Hoy se repone con el reajuste de un veredicto ejemplar con la severa condena a los protagonistas masculinos. Pero hay más, ya que se trata de un teatro testimonial de primera mano que se reinventa escénicamente desde el texto de Jordi Casanovas y la puesta en escena de Miguel del Arco.

Una ficción documental a partir de un material muy real, demasiado real, que nos permite viajar dentro de la mente de víctima y victimarios.  Un juicio en el que la denunciante es obligada a dar más detalles de su intimidad personal que los denunciados.  Un caso que remueve de nuevo el concepto de masculinidad y su relación con el sexo en nuestra sociedad.  Un juicio que marca un antes y un después.

Pavón Teatro Kamikaze del 8 de enero al 2 de febrero 2020

Dirección de producción: Aitor Tejada y Jordi Buxó

Producción ejecutiva: Pablo Ramos Escola

Escenografía y vestuario: Alessio Meloni

Diseño de iluminación: Juan Gómez Cornejo

Música: Arnau Vilà

Diseño de sonido: Sandra Vicente (Studio340)

Fotografía: Vanessa Rábade

Diseño gráfico: Patricia Portela

Comunicación: Pablo Giraldo

Distribución:  Caterina Muñoz Luceno

Ayudante de dirección: Xus de la Cruz

Agradecimientos: Isabel Valdés, Rita Deiana

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Jerusalem

El día de San Jorge, patrón de Inglaterra, y en una localidad rural que ese día acoge la feria del condado, Johnny “El Gallo” Byron sale del remolque donde vive. Las autoridades lo quieren desalojar para poder construir en el solar que ocupa, Troy Whitworth quiere pegarles una paliza…
¿Es el hombre más odiado del pueblo? Puede, pero también es el más querido; sus amigos quieren que salga de fiesta y su hijo le reclama para que visiten juntos la feria… Es una especie de Falstaff de nuestros tiempos, un personaje moderno pero que alude constantemente a una Inglaterra medieval idealizada mientras bebe, consume drogas o elude las autoridades que le persiguen… Todo ello construye el relato de una Gran Bretaña que pierde el contacto con sus raíces, la estampa de un mundo rural esclavo de sus propios mitos que, en mostrar sus realidades más tenebrosas, desmenuzan las visiones idealizadas de la vieja Albión.

 

Jerusalem, de Jez Butterworth, Londres, 1969, autor de 9 obras, inéditas en España.  Ha desarrollado su trayectoria como dramaturgo y guionista de cine. Es considerado uno de los autores más relevantes de su
generación, así como el dramaturgo británico más aclamado por la crítica y el más exitoso desde el punto de vista comercial del siglo XXI. The Guardian ha calificado a Butterworth como “un dramaturgo sin igual”; mientras que para The New Yorker es “un dramaturgo que investiga sus instintos más salvajes”.
Según él mismo ha reconocido, sus textos han estado influenciados por el ganador del Premio Nobel de Literatura, Harold Pinter. “Conozco y admiro enormemente Harold Pinter. Tiene una gran influencia en mí. Las conversaciones con él han inspirado mi obra”, ha declarado Butterworth. Sus obras se hacen eco de historias fascinantes protagonizadas por seres excéntricos que transmiten eco de ansiedades sociales contemporáneas generalizadas. Mediante diálogos impredecibles y cargados de humor ácido, estos personajes descubren vínculos entre su pasado inquietante y las incertidumbres del presente. Sus creaciones también incluyen expresiones sorprendentes de violencia y generosidad, cargadas de imágenes poéticas.

 

Reparto: Chantal Aimée, Pere Arquillué, Guillem Balart, Pablo Carretero, Anna Castells, Adrian Grösser, David Olivares, Víctor Pi, Robert Plugaru, Clara de Ramon, Albert Ribalta, Marc Rodríguez, y Elena Tarrats.

Equipo artístico: Cristina Genebat (Traducción), Julio Manrique (Dirección), Damien Bazin (Espacio sonoro), Francesc Isern (Audiovisuales), Núria Llunell (Caracterización),  (Movimiento), Carles Pedragosa (Asesoramiento musical), Xavi Ricart (Ayudante de dirección), Sergi Corbera (Ayudante de escenografía) y Marta Pell (Ayudante de vestuario y confección).

Teatro María Guerrero. Del 22 de enero al 1 de marzo 2020

Una coproducción del Centro Dramático Nacional, Teatre Romea y Grec 2019. Festival de Barcelona.

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La fiesta del Chivo

 

Teatro Infanta Isabel. Del 22 de noviembre 2019 al 15 de marzo 2020

Cinco actores y una actriz dirigidos por Carlos Saura con su sabiduría habitual para contar historias con gran poder de síntesis y tensa atmósfera. El general Trujillo es el Chivo, un monstruo más que humano, convencido de su superioridad sobre el propio concepto de Dios, en el centro de una trama dominicana que es, a su vez, la historia del siglo XX en Hispanoamérica, a través de sus dictadores que, entre abuso de poder y robo a mano armada, hicieron de las mujeres un masivo objeto de sadismo, aquí encarnadas por Lucía Quintana en la figura del único personaje femenino de la obra: Urania Cabral, de niña a mujer convertida «en un desierto poblado de miedo».

En sus obras más importantes, Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) es un escritor comprometido con las causas sociales más justas y muy duro con el poder establecido. Una constancia que se rompe cuando actúa como periodista u hombre público que apoya partidos de tradición conservadora en tiempos de elecciones, muy dado a ensañarse con los gobiernos progresistas de América y callar las bárbaras injusticias de la burguesía embozada en muchas falsas democracias. Esta bipolaridad no ha de empañar su grandeza literaria donde siempre se permite desglosar el brutal clasismo de los países hispanoamericanos, bajo la bendición de Estados Unidos y las Iglesias católica o evangelista.

Hago esta aclaración para animar a ver el espectáculo a todos aquellos que se han enemistado con el Vargas reaccionario como típico burgués conservador. Vayan a ver esta función y luego lean el libro original, si no lo han hecho ya. No defraudará a ninguna propuesta crítica con el sistema. Después de todo, no hubo en la historia del siglo XX-XXI ninguna dictadura que no amparara Estados Unidos, el país que sabe venderse como baluarte de las libertades.

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Las cosas extraordinarias

Un niño de 7 años se enfrenta a su primera crisis familiar. Tiene un padre poco comunicativo y una madre depresiva. En escena, un actor que interpreta al chaval hasta que cumple 30 años. En todo un proceso de crisis más o menos continua, el niño luego joven, va armando una lista de Las cosas extraordinarias que le permiten soñar, sobrevolar la desolación, las angustias incomprensibles de adultos tan queridos como imprescindibles. Así contado, a grandes rasgos, el argumento de esta pieza escrita por el inglés Duncan Macmillan puede parecer que se trata de un monólogo convencional con un actor que hace de niño y adolescente cambiando la voz y el cuerpo. Pero no. Ni siquiera hay un escenario, pues el intérprete que, en efecto, representa el personaje —pero sin alterar voz y gestos— lo hace en el reducido espacio central de la sala, rodeado de espectadores que formarán parte de la trama.

Tampoco es un espectáculo interactivo al uso, pues la participación parte de un respeto y un cariño muy grandes por los desconocidos que asisten a la peculiar representación.  Inmediatamente se crea tal atmósfera de camaradería que cuando se nos reparten textos o se nos escoge para un personaje u otro, la participación se lleva a cabo con decidida necesidad de complacer. No al actor, sino al personaje del niño-muchacho que nos necesita para contarnos su historia. Una trayectoria dramática con momentos divertidos que aportan muchas emociones al drama de sobrevivir a la desdicha.

Teatro Lara. Del 22 de octubre al 27 de marzo 2020

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Nekrassov

 

Teatro De La Abadía. Del 8 al 26 de enero 2020

 

Vuelve un año después de su estreno, uno de los mayores acontecimientos teatrales del 2019. El feliz retorno de un texto del muy olvidado Jean Paul Sartre, y único en el género de la sátira política. Obsesiones de la guerra fría por unos y otros batiéndose entre pícaros supervivientes. Un auténtico clásico del siglo XX en una puesta en escena de admirables resonancias estéticas e ideológicas. Ernesto Arias y José Luis Alcobendas suman por vez primera unas capacidades humorísticas asombrosas.

El sabio filósofo, novelista y dramaturgo Jean Paul Sartre escribió en 1955 una poco difundida sátira en la que desnuda los intereses de los medios de comunicación ligados al poder establecido. El eje tiene que ver con la Guerra Fría y el show hipócrita y despiadado de disidentes soviéticos y el clamor por la democracia y el libre mercado en un vaivén de embusteros y estafadores de mucho cuidado. Contra todo pronóstico la pieza no ha envejecido en absoluto, por el contrario aquella trama resulta de gran actualidad. Ya no existe la URSS pero el tan cacareado Pensamiento Único en torno a la defensa de los valores del capitalismo salvaje es cada día más poderoso, actuando como si «el terror rojo» aún existiera y pudiera provocar un levantamiento de masas que barriera con todos los palacios monárquicos o civiles.

Y si el texto tiene vida propia en manos de un dramaturgo brillante que dominaba los espacios de la actualidad junto a la filosofía, porque tenía «la pasión de comprender a los hombres», desde una perspectiva de justicia social, de revolución permanente, entre contradicciones a las que se atrevía con un coraje modélico junto a su pareja feminista Simone De Beauvoir.

Una estafa ligada a otra estafa en un espectáculo ante el que el público asiste durante dos horas y cuarto partiéndose de risa y a la vez con los ojos como platos porque dos grandes actores como José Luis Alcobendas y Ernesto Arias ejercen de comediantes con un estilo desinhibido, hilarante, fantástico y felizmente grotesco, pero con armas de ahora, con los recursos obtenidos a lo largo de una carrera admirable, casi siempre unida al drama o la comedia sutil. Aquí se desdoblan, desarticulan y vuelven a armarse como rompecabezas de extraordinario brío.

Sibilot, Demidoff _ José Luis Alcobendas
Georges de Valera, Nekrassov _ Ernesto Arias
Véronique, Mme. Bounoumi _ Carmen Bécares
Goblet, Nerciat _ Miguel Cubero
Irma, Mouton _ Palmira Ferrer / Inma Nieto
Robert, Tavernier, Chapuis _ Clemente García
Jules Palotin _ David Luque / Markos Marín

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Prostitución

Dirección: Andrés Lima

Dramaturgía y Autoría Albert Boronat y  Andrés Lima Sobre textos y testimonios de Virginie Despentés, Amelia Tiganus, Juan Cavestany, Ana María, Isabela, Lucía, Alexia, Alicia y la Sra. Rius.

Reparto: Carmen Machi, Nathalie Poza, Carolina Yuste

Se trata de un proceso de exploración sobre la prostitución. Un tema que nos hace plantearnos muchas preguntas, y en diferentes planos, sobre nuestra visión como ciudadanos, como seres humanos y como artistas con la voluntad de reflejar nuestra sociedad. Y lo haremos dando voz a sus protagonistas, las prostitutas. Hablamos con ellas, entramos en sus clubes, las acompañamos en sus calles. Se trata de iniciar una investigación documental de la que beberá un grupo de artistas–actrices, con el propósito de comprender esta realidad y de plasmarla en una obra teatral. (…)

El espectáculo nace en la calle y se mueve hasta el escenario. El espectador vive esta experiencia. Deseo, necesidad, secreto, violencia, ternura, dolor, placer, compañía, pagar por sexo, cobrar por sexo. La experiencia de la prostitución, ponerse en su lugar, subirse a sus tacones, correr el riesgo, comprender.

El tema: la Prostitución. El problema: la trata, tráfico y explotación sexual de mujeres y niñas (y todos los que se derivan de ello: inmigración ilegal, drogas, violencia de género, etc). Las bases del problema: la mercantilización del ser humano. La Industria alrededor de la venta de sexo, la industria de placer. Placer, otra palabra en la que detenerse. Y el dinero, siempre el dinero. Tres actrices: Carmen Machi, Nathalie
Poza y Carolina Yuste, comprometidas como mujeres y artistas se sumergen en un mundo lleno de controversia. Abolición, legalización, estigmatización, prejuicios morales, culturales, religiosos e intereses económicos y políticos hacen  de la prostitución un tema transversal en nuestra sociedad, que a todos nos afecta y que muchos desconocen. Todo nuestro equipo artístico tratará de acercar al público su voz, su emoción. Desde la entrevista a pie de calle hasta la música en directo nuestras prostitutas alzarán esa voz. Andrés Lima

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Reinar después de morir

El año que Calderón estrena La vida es sueño, 1635, ve la luz el drama histórico Reinar después de morir de Luis Vélez de Guevara, una de las cimas del género y una preciosa narración teatral de la tragedia de Inés de Castro.

La historia de amor de Inés y el príncipe don Pedro, probablemente la más famosa de la historia de Portugal, ha dado pie a un sinfín de poemas del romancero popular. Vélez retoma esta tradición literaria que pasa por Tirso de Molina y Luis de Camoes, que la cita en Os Lusíadas.

Se trata, por tanto, de un mito ibérico compartido en el que Vélez bebe y combina ambas lenguas y ambas sensibilidades, la saudade portuguesa y la crudeza castellana, para obrar un milagro teatral con una fuerza desmedida, que culmina en la necrófila y heladora escena del cadáver reinante, metáfora barroca y símbolo de una justicia tardía y estéril.

Es una obra de tremenda sensualidad, de afecto amante, filial, maternal, de luz y poesía impresionantes, pero también llena de celos y de un poder implacable. Es una narración terrible de la injusticia, que expresa muy bien la víctima Inés:

     ¿Luego el haber sido buena

     queréis, señor, castigar?

Llevar a cabo este sueño con un impresionante equipo ibérico, con creativos y actores de ambos países y con la colaboración de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y la Companhia de Teatro de Almada, en las dos lenguas, es sin duda un paso más en el hermoso y exigente camino de seguir ampliando las fronteras de nuestro Siglo de Oro.

Autor: Luis Vélez de Guevara

Versión: José Gabriel López Antuñano

Diseño de la puesta en escena: Ignacio García

Dirección: Pepa Pedroche

Coproducción: Compañía Nacional de Teatro Clásico / Companhia Teatro de Almada

Reparto: María José Alfonso, Rita Barber, David Boceta (foto), Chema de Miguel, Julián Ortega, Ricardo Reguera, Carmen del Valle (foto), Manuela Velasco. Y los niños Ainara Mateos, Teresa Cordero, Hugo Soneira y Alicia Chojnowski

Teatro de la Comedia. Sala PrincipalDel 10 de enero al 9 de febrero de 2020

Encuentro con el público. 23 de enero de 2020

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Solo un metro de distancia

El cuerpo de una mujer pasea por la playa en un estado muy placentero. La mente está despejada. Cuerpo y mente hacen piña. Pero suena el teléfono. Una voz muy querida le da una buena noticia que cambia radicalmente su percepción de sí misma en ese espacio donde parecía haber tanta paz. Vuelve a sentirse atrapada en un pasado del que ha intentado huir muchas veces. Abuso sexual continuado. El sexo como un sórdido ataque en el que se mezcla la indefensión con el agravante de la superioridad de un familiar.

Este es el tema central de Solo un metro de distancia, desarrollado en escena por un cuarteto de actrices que pueblan el escenario de palabras que evitan el monólogo con sobrepeso de ideas, por el contrario, informan y dialogan con la fluidez de un texto muy dinámico que les permite crear una gran solidaridad con la historia principal: la de una mujer luchando por liberarse de una prisión sin rejas.

Sólo un metro de distancia es una historia sobre el daño, pero a la vez esconde una mentira. Es también una obra sobre la incomprensión, sobre la distancia abismal que existe entre lo que creemos que somos y lo que nuestros actos dicen que somos, sobre nuestra incapacidad para entendernos a nosotros mismos, sobre la imposibilidad de entender a los demás. Es una historia sobre esa mirada próxima pero inevitablemente externa de quienes somos testigos de un daño, un sufrimiento, una injusticia, una aberración. ¿Cómo entender una vivencia que no se ha tenido? ¿Cómo convivir con algo que no conseguimos entender? ¿Qué tipos de relación se establecen entre quien tiene una vivencia y quien la presencia? ¿Se puede hacer algo bueno por alguien a quien en verdad no entendemos?

Una mujer pasea al atardecer por la playa. Se ve a sí misma disfrutar de la brisa, del rumor de las olas. Aparentemente está tranquila, en paz.

Pero la llamada de su hermana rompe el delicado equilibrio en el que ha vivido: va a tener una sobrina. Y eso precipita un torrente de emociones. Una niña. Una niña pequeña. Una niña pequeña en su familia, en su casa. Vuelven a su mente multitud de recuerdos; ¿de dónde salen esos recuerdos?

Entonces esa mujer se enfrenta de pronto a su infancia, y a una decisión trascendental: revelar el abuso sexual que sufrió o permanecer en silencio.

A lo largo de su periplo otras personas se verán implicadas, testigos más o menos próximos que buscarán entender una realidad incomprensible.

Reparto: Ana Mayo, Beatriz Grimaldos, Camila Viyuela y Muriel Sánchez
Diseño gráfico: Marisol Del Burgo
Arreglos musicales: Toni M. March
Escenografía y vestuario: Mónica Teijeiro
Iluminación: Daniel Checa
Diseño de sonido: Mar Navarro
Prensa y comunicación: María Díaz
Texto y dirección: Antonio C. Guijosa
Distribución: GG Producción y Distribución
Producción: Serena Producciones

Sala Cuarta Pared. Del 16 de enero al 1 de febrero 2020

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Todas las noches de un día

Samuel y Silvia, el jardinero y su señora podrían estar divagando en un espacio desértico, un jardín sin nombre, color ni planta alguna. Sus encuentros y desencuentros frente a un policía imaginario para el espectador carecen de hábitat porque reinan en un mundo donde la palabra se entreteje con las voces de dos soledades que se distancian y adoran sin apenas conocerse. Pero ocurre que la escenógrafa Mónica Borromello les diseña un invernadero de cristales empañados sólo parcialmente por los que se les ve también fuera del recinto, y en lo gris del ambiente general hay unas puertas de colores cargadas de sensualidad, podría decirse que de promesas… El colorido lo atrapa Juan Gómez-Cornejo, iluminando suave e intensamente, según convenga, facilitando el misterio al cual Luis Miguel Cobo aporta una hermosa banda sonora muy personal, con aire de cine negro, y entre todos logran que el texto de Alberto Conejero se desarrolle con notable elegancia al servicio de una melancolía cargada de vitalidad.

Una paradoja maravillosamente dirigida por Luis Luque al servicio de una pareja tan insólita como el texto, fuera de toda convención, nunca antes juntos, Ana Torrent y Carmelo Gómez, dominando con gran sensibilidad un territorio donde la vida y la muerte se enamoran casi sin tocarse, y la tristeza es una suave brisa que el espectador se lleva consigo. Una brisa necesariamente suave para ocultar una tormenta interior que se controla mezclada con el aroma de la tierra y las plantas y las flores que no se ven en escena pero que se introducen en la mirada del público y se quedan con él. Así lo quieren los gestos y las voces de un escenario que aporta mucho al universo conocido del autor, poeta dramático, dramaturgo poético, la poesía entendida como el universo peculiar en el que cuanto se dice puede volver a empezar en un círculo incesante en busca de su destino, como la danza que Silvia/Torrent inicia en un final fascinante.

Y el público reencuentra a estos queridos intérpretes en un tono como nunca les vimos, en la piel de personajes escurridizos, a los que apenas conocemos, tal vez del mismo modo que ellos se sospechan más que conocerse, y en esa ambivalencia de lo que existe y lo que se adivina crecen con singular brío sus creaciones actorales. A Carmelo Gómez lo vemos narrando y viviendo el pasado y el presente, tan joven e inexperto al llegar a esa casona, tan maduro ahora, incapaz de dañar al ser amado, aceptándole tal como es, misterioso, autodestructivo, sinuoso, con toda una vida plasmada en un cuaderno cuyas páginas nosotros no leeremos jamás.

Teatro Bellas Artes, Madrid. Del 5 de febrero al 1 de marzo 2020
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