El lenguaje del subconsciente
Por Jorge Mur.
Hay personas que tienen una habilidad especial para hacer que lo que vemos a diario adquiera un aspecto mágico e irreal. Las noches oscuras vibran mediante destellos de luz. Los horizontes anodinos se llenan de colores vivos. Hay personas que buscan en la oscuridad un atisbo de luminosidad. Y Gundula Blumi es una de esas personas. Sus fotografías son misteriosas y hermosas al mismo tiempo. Juega con la luz. Experimenta con diversas técnicas para captar escenas que, a priori, no estaban ahí, frente a nuestros ojos.
Gundula, tus fotografías son increíbles. ¿En qué momento dices de acuerdo, quiero dedicarme a esto, quiero desarrollar mi talento como fotógrafa?
Comencé a tomar fotografías con 10 años, cuando me regalaron mi primera cámara analógica. Pero la fotografía experimental, que es mi arte en la actualidad, la desarrollé a partir de los 20. El momento clave fue sacar unas fotografías a través de una jarra llena de agua. En ese momento, los resultados me sorprendieron y fascinaron, y de ahí nació mi adicción por la experimentación.
¿Qué es lo que más te gusta de la fotografía?
Me gusta estar detrás de las escenas. Siempre estoy sobrecargada y con un exceso de estímulos, sin importar dónde esté o lo que haga. Sin embargo, también soy una persona muy hambrienta que quiere experimentar cosas nuevas. La fotografía me permite absorber mi entorno sin ser absorbido por él. Detrás de la cámara me siento bien y protegida, y tengo la sensación de poder dosificar mejor todos los estímulos. Como fotógrafa puedes, incluso, detener el tiempo. Me gusta que la imagen tomada por una cámara se detenga. Puedes contemplarla todo el tiempo que quieras una vez que la hayas congelado. Y respecto a mi arte, me gusta el hecho de que la fotografía todavía se perciba como una imagen de la realidad, al menos en el primer momento, pues eso es lo que hace que el efecto de las imágenes surrealistas sea tan grande.
Tus fotografías son únicas. Juegas con técnicas muy diferentes y alternas el uso de la luz, el agua, los colores, las exposiciones prolongadas, los movimientos con la cámara y los espejos… Cuéntanos cuándo y cómo decidiste experimentar de esta manera con la fotografía.
Siempre he necesitado mucho tiempo para mí misma. Y durante ese tiempo he estado intensamente ocupada con algo. En la fotografía experimental he encontrado una ocupación que me relaja y, al mismo tiempo, me permite producir algo y expresarme. Comencé a mezclar las fotografías con la acuarela a los veinte años. Y hace poco que decidí preparar mis películas con esas luces especiales.
Al principio, tus retratos son inquietantes, oscuros y misteriosos. Pero, al mismo tiempo, están llenos de luz. Parece que quieres colocar una máscara entre los retratados y los espectadores. ¿Cómo preparas este tipo de fotografías?
Al hacer retratos, a menudo trabajo con exposición prolongada o doble exposición, con prismas especiales y también con acuarela, como dije antes. Aplico las técnicas intuitivamente y también las mezclo. Es interesante que comentes eso de la máscara, porque para mí la vida cotidiana es un constante ir y venir entre querer esconderte por completo y querer sumergirte en la vida. Tal vez esto quede reflejado en mis fotografías.
¿Cuáles son las tres cosas que más valoras de una persona?
Lo que más valoro de una persona es si acepta a otras personas tal y como son. También valoro el sentido del humor, y la amabilidad (suena simple, pero es muy efectivo).
¿Tus fotografías revelan tus sentimientos?
Sí que lo hacen. A menudo no siento nada en particular y luego, al ver la fotografía, digo «oye, es cierto, coincide totalmente con la sensación que tuve en ese momento», y sólo entonces percibo realmente la sensación en mi cuerpo. Es como si las fotografías tuvieran que darle un toque de atención a mi vida interior.
Sin embargo, durante mucho tiempo no fui consciente de que mis imágenes estaban conectadas con mis sentimientos. Pero todo cambió cuando comencé a estudiar fotografía en Berlín. Los primeros días nos permitieron llevar nuestros trabajos y mostrarlos. Cuando todos pasaron mis fotografías y me miraron, de repente me sentí totalmente mareada y tuve el impulso de llorar. Sentí como si ya no tuviera piel y todos pudieran verme directamente. Esta situación me abruma por completo. Las emociones son muy excitantes. Para mí son lo más interesante y esencial en la vida.
¿Qué mensaje quieres enviar a través de tu arte?
Ningún mensaje específico en absoluto. Eso sería demasiado planeado, y tan pronto como planificas algo en el arte deja de funcionar. Creo que el arte es el lenguaje del subconsciente. Terminar de crear mis fotografías es como meditación para mí. Hacer fotografías todavía funciona cuando ya nada funciona.
¿Dónde encuentras la inspiración para tus fotografías? ¿Tienes un fotógrafo favorito?
Me encanta la fotografía de Edie Sunday, Al Brydon, Maya Beano, Rinko Kawauchi, Lina Scheynius, Farah Willem… Hay tantos… Encuentro inspiración en la vida cotidiana, a menudo en detalles pequeños y poco llamativos, o en colores. Y, por supuesto, en la naturaleza, especialmente en el mar.
¿Cuáles son tus pasiones lejos de la fotografía?
Amo bailar. Esta es mi segunda pasión, bailar música techno. Eso también es meditación para mí. Y me encanta la naturaleza, el senderismo y las largas caminatas.
¿Tu principal pregunta sin respuesta en la vida?
Tal vez la pregunta de qué ocurre después de la muerte… pero me dejaré sorprender. En todo caso, ¿qué es este universo y qué hay detrás de él? Sí, esa es mi gran pregunta. ¿Qué demonios es todo esto?
Para saber más sobre Gundula Blumi: https://www.gundulablumi.berlin/