‘La leyenda de Onninnona’, la historia de una cultura difícil de entender
EVA FRAILE. BLOG: REINA LECTORA.
Celta es un término ambiguo, y, seguramente, lo usamos sin mucha cautela. Normalmente, pensamos en las entidades étnicas anteriores al siglo V a.C., pero a día de hoy, esta palabra es un término lingüístico con sentido amplio que usan los estudiosos para referirse a los grupos de habla celta, una rama de las lenguas indoeuropeas. Sin embargo, el palabro en sí mismo quema, porque no hay mucha precisión en él.
Partimos, pues, de una base difícil para hablar de un libro, La leyenda de Onninnona, cuya esencia está basada en la cultura celta. ¿Cómo definir un libro con un término aún no definido del todo? Basándonos en las fuentes clásicas y medievales, la información arqueológica y, seguramente también, mucha representación imaginaria.
Otro hándicap que encontramos a la hora de definir La leyenda de Onninnona es que se sustenta sobre una cultura de transmisión generalmente oral, por lo que son siempre otros los que escriben sobre ellos. También Luna Sullyr, el autor de la obra, lo ha hecho así, pero con un objetivo: ser lo más fiel posible a la historia celta.
Luna Sullyr se dio cuenta muy temprano de que no creía en las ideas que le habían inculcado. Empezó a buscar un lugar al cual pertenecer y llegó hasta la cultura celta. Sí, hasta ese término ambiguo manoseado por intelectuales, lingüistas y estudiosos. Para él, la cultura celta hablaba de una energía universal que está en todos nosotros y que, además, engloba a toda la naturaleza. Cuando intentamos concretar qué tipo de religión tenían los celtas, nos encontramos de nuevo con un vacío. Los datos de que se dispone para reconstruirla son escasos e imprecisos. Lo que sí sabemos es que el culto estaba a cargo de los druidas y que se relacionaban con las montañas, los bosques y las aguas, elementos que invocaban bajo distintos nombres. En la época galorromana, se fueron identificando con divinidades romanas a través del sincretismo.
Luna Sullyr nos confiesa que, más allá de la información oficial sobre esta cultura, él sintió una especial conexión con ella, por lo que también la hizo un poco suya. Se ha estado documentando a fondo durante todos estos años y ha procurado hablar sobre lo que eran los celtas en origen, y no sobre lo que los vencedores dictaminaron que son (la Historia está escrita por los que ganan, y nunca por los que pierden). También admite que hay pocas fuentes originales y que, realmente, lo que se sabe del pueblo celta es ínfimo. Aun así, Luna Sullyr confía en su intuición y su conexión con esta cultura para escribir sus crónicas, e incluso se ha atrevido a crear un alfabeto propio basado en el alfabeto Ogam que utilizaban los celtas.
La leyenda de Onninnona es un relato basado en la cultura celta y escrito por un autor de literatura fantástica especializado en ella, cuyo argumento transcurre en un territorio ficticio, rodeado de seres fantásticos y protagonizado por una mujer de carácter fuerte que no solo representará a todo el pueblo celta, sino que lo hará en un necesario discurso femenino.