La eterna juventud del veterano aforista
Llega septiembre y saltan a la palestra las novedades aforísticas como primeros frutos de un otoño que ya llega. Y, según empieza a ser norma del género más breve, no son las jóvenes promesas las que acaparan la atención, sino los nuevos títulos de autores ya contrastados: Ramón Eder y Manuel Neila.
En el primer caso, El oráculo irónico (Renacimiento) vuelve a confirmar el estado de gracia en el que se encuentra el autor desde hace años. Se alternan en su nuevo libro reflexiones al hilo de la vida cotidiana, apuntes irónicos, estampas geniales y más de un metaforismo, o “aforismos que se muerden la cola”, como los califica el que ha sido considerado decano del aforismo español. El prólogo del también aforista Sergio García Clemente redondea un tomo que saluda la madurez de una propuesta sobradamente contrastada por el tiempo y los lectores.
En cuanto a Discordancias, de Manuel Neila (Libros al Albur), se trata de una “antología esencial” en la cual el propio autor espiga sus “breverdades” predilectas, que no necesariamente las mejores, extraídas de sus libros ya editados. El prólogo de José Ramón González, el mayor especialista en aforismo español contemporáneo, ayuda a ubicar al autor y su obra en el contexto literario actual.
Eder y Neila, con su vitalidad literaria y editorial, vienen a confirmar, por si hacía falta, la tesis de que el aforismo es un género especialmente querido por quienes ya han (hemos) cumplido unos años. Y es que no hay mejor escuela de ironía que ver cómo la vida misma nos va poniendo a cada uno en nuestro sitio.