En el 10º aniversario de su muerte, «Michael Legend» rinde entusiasta tributo al Rey del pop
Por Horacio Otheguy Riveira
Una producción española con un protagonista alicantino de madre inglesa, de una calidad fácilmente identificable con un show extranjero, por esa manía nuestra de desmerecer los esfuerzos de puertas adentro. No es la primera vez que sucede, en los últimos veinte años en que se recuperó el placer popular ante los espectáculos musicales, pero es de destacar especialmente en este caso donde se homenajea a un hombre que se marchó de la vida a los 50 años con muchos enigmas en el aire.
Cuando Michael Jackson fue encontrado muerto llevaba tiempo programando una reaparición pública multitudinaria en el Arena de Londres. La tristeza de sus muchos admiradores se ha convertido desde entonces en una admiración más incondicional si cabe. Consigo se llevó el misterio de un niño eterno que incluso en edad madura continuaba con voz y cuerpo juveniles, y un claro objetivo: ayudar a los más desfavorecidos con acciones benéficas, con un glorioso parque de atracciones… y bailes y canciones con decisivo mensaje a favor de la solidaridad, la paz y el amor entre la gente de buena voluntad.
Por siempre Michael Legend ahora redivivo con el talento de un muchacho español que desde 2016 llena teatros con este espectáculo que cuenta con excelentes músicos en vivo, estupendo cuerpo de baile y una cantante como Lorena Menéndez, que aporta la imprescindible voz que acompaña en duetos al protagonista, pero también reina en solitario: una elegante sensualidad que se compagina brillantemente con la viril energía de los chicos y las tres encantadoras bailarinas siempre sonrientes, en exacta interpretación de la vibrante musicalidad de Michael, un crack que vibra en el corazón de los espectadores, cuyos cuerpos no pueden estarse quietos, batiendo palmas, moviendo piernas, cabezas, acompañando los saltos y las euforias vocales que el cantante estelar propone, logrando el show un enlace en todo momento muy feliz.
A lo largo de dos horas están muy bien distribuidos los temas clásicos por todos conocidos, con un equipo de sonido y luces en todo momento muy conseguido. Es de lamentar que las condiciones del escenario no permita golpes de efecto con escenarios giratorios o ascensores, una carencia que por momentos torna repetitivo el desfile de canciones, sin embargo, los eficaces vídeos, con un cortometraje de producción nacional muy interesante, permiten enriquecer, junto con el variado vestuario la propia idiosincrasia del concierto: rendir un homenaje a quien nunca hemos podido ver en directo. Por ello el esfuerzo del bailarín-cantante y a su vez director artístico, Ben Jackson es de todo punto de vista muy meritorio. Alejado de la mera imitación, si bien las coreografías son las originales, este Jackson Made in Spain tiene talento propio. Su imitación trasciende la mera copia, y junto a todos los integrantes de la Compañía, deja claro que se ha venido a glosar a un artista incomparablemente prematuramente fallecido. Para quienes hoy le aplauden sigue vivo, y durante generaciones se le seguirá rindiendo pleitesía, más allá de las vanidades y avaricias que amargaron sus últimos meses de vida.
Ben Jackson – Performance Michael Jackson
David Rodríguez – Teclista y Metales
Leo Giannetto – Guitarra
Julio Llorca – Bajo
Carlos Arévalo – Batería
Lorena Menéndez – Voz y Coros
Jacobo Budiño – Coros
Myriam Colas, Álvaro Gómez, Sandra Recuerda, Jorge Bernal, Silvia Moya, Francisco Melero, Sergio Martínez, Estibaliz Mardones – Cuerpo de Baile
Fabbio Alonso – Bajo
Adolfo Fernández – Guitarra 2
Jorge Prada – Director y diseño de escenografía
Álvaro Gómez y Myriam Colas – Vestuario
Fernando Martín – Jefe técnico
Leonardo Giannetto – Director musical
Ana María Peinado – Prensa y comunicación
Begoña Olmeda – Gestión y atención al cliente
TEATRO edp GRAN VÍA. Del 21 de agosto al 8 de septiembre