A años luz de nuestra mirada: Copérnico (I)
por Kika Sureda
Nicolás Copérnico, fue uno de los creadores de la astronomía moderna y fundador de la teoría planetaria heliocéntrica, nació un día 19 (según otros, un 12) de Febrero de 1473 en Thorn (Polonia) y murió un 24 (según otros, un 20) de Mayo de 1543, en Frauenburg (Alemania). Mucho se ha discutido sobre el origen y la nacionalidad de Copérnico (o mejor Koppernigk como consta por la firma de dos cartas que aún se conservan), disputándoselo como suyo polacos y alemanes. Según algunas investigaciones, ni fue de padre eslavo, como alguien había supuesto, ni alemán de nacimiento, sino polaco, hijo de padres alemanes, como lo atestigua el hecho de haberse inscrito él mismo en las listas de estudiantes polacos, al ir a hacer sus estudios en las universidades de Padua y Bolonia. Hijo de un honrado comerciantes panadero y de Bárbara Watzelrode, quedó huérfano de padre cuando apenas tenía diez años de edad por lo cual se encargaron de su formación literaria y científica sus tíos maternos Tilman de Allen (magistrado de Thorn), y Lucas Watzerlrode (obispo de Ermeland). Aprendió con gran provecho en sus primeros años latín y griego, y terminados, en 1491, los estudios clásicos en Thorn, fue a cursar filosofía y medicina en la Universidad de Cracovia, y allí con las lecciones de Domenico Novara y Alberto Brudzeuski comenzó a apasionarse por las matemáticas y astronomía que tan gran nombre habían de conquistarle. A los veintitrés años de edad partió para Italia con intento de estudiar leyes en la Universidad de Bolonia, ayudando en sus observaciones a Domingo María de Ferrara; y para que pudiese allí atender a su sustento, su tío Watzelrode le procuró una canonjía en la iglesia de Frauenburgo, al final no abrazó el estado eclesiástico hasta su regreso a Italia. En 1500 pasó de Bolonia a Roma donde había llegado la fama de su talento, y allí dio Copérnico públicamente lecciones de astronomía y matemáticas. Desde 1501 a 1503 estuvo en Padua y Ferrara estudiando medicina y jurisprudencia y se graduó de Doctor en Derecho canónico; en cuanto a la medicina, aunque no hay documento alguno que pueda probar que se doctoró en esa facultad, se sabe que la profesó en Heilsberg (desde 1505), residencia de su tío, por espacio de seis años, siendo solicitados sus servicios facultativos por prelados y príncipes y prestándolos gratuitamente a los pobres. Aunque tampoco existen documentos que prueben que recibió órdenes sagradas, no se puede dudar de ello, pues en 1537 el rey Segismundo de Polonia puso su nombre en la lista de candidatos a la silla vacante de Ermand. A la muerte de su tío (1512) Copérnico fue a Frauenburgo, para la elección del nuevo obispo, permaneciendo allí hasta 1516 en que fue nombrado administrador del castillo diocesano de Allenstein, representado al capítulo en el Landtag prusiano de los años 1522 y 1523. Transcurrido el plazo reglamentario de cuatro años, se volvió a Frauenburgo, cuyo obispo murió tres años después, y Copérnico fue nombrado administrador de la diócesis. Así como la tranquilidad de Heilsberg le había dado tiempo para publicar una traducción en latín de las cartas del griego Teofilicto (1509), así su intervención en la cosa pública por razón de su nuevo cargo le llevó a los estudios económicos: en 1526, publicó un trabajo De arte monetae cudendae ( Del arte de acuñar moneda) con muy acertadas reformas monetarias, que el rey de Polonia no dudó en poner en práctica (1528), nombrando además al autor consejero en los asuntos financieros de Prusia. Hay también quien dice que por aquel entonces organizó el abastecimiento de aguas de la población, construyendo para ello una máquina hidráulica. En 1512 escribió un tratado De lateribus et angulis triangulorum. La diversidad de ocupaciones no fueron suficientes para distraer a Copérnico de la principal idea de su vida. Las torres de Heilsberg, Allenstein y Frauenburg fueron sucesivamente los observatorios (el de Frauenburgo recibió el nombre de Curia Copernicana), en que sus observaciones del Sol, de la Luna y de los planetas, elaboró aquella obra maestra que le había de inmortalizar, De revolutionibus orbium Coelestium (Núremberg, 1543, infolio); mucho tardó en publicar este trabajo por las contradicciones que preveía, según él mismo lo expresa en el prefacio del libro, que dedicó al Papa Paulo III.
“No dudo (dice) que tan pronto como se conozca lo que he escrito sobre los movimientos de la Tierra, se le levantará gran polvareda (statim me explodendum cum tali opinione clamilent). Por este motivo (añade) y por temor de que, a causa de la novedad y del aparente absurdo de mis doctrinas se me convierta en objeto de risa y vilipendio (contemptus qui mihi propter novitatem et absurditatem opiniones metuendus) estuve a punto de renunciar a mi empresa”.
La mayor parte de la obra la escribió Copérnico en Heilsberg; en Frauenburgo trabajó desde 1513.La obra se terminó en 1530 y empezó a conocerse por medio de la circulación del Commentariolus, manuscrito que John Albert Widmanstadt leyó en su cátedra de Roma, que Clemente VII aprobó y cuya publicación aconsejó eficazmente el cardenal Schonberg a Copérnico; pero la súplica de su amigo no obtuvo resultado alguno hasta el año 1540 en que cedió a éste y a Jorge Joaquín Rético, el cual en su Narratio prima (Danzing, 1540), imprimió una memoria preliminar de la teoría copernicana y al mismo tiempo envió a las prensas de Núremberg la obra completa de su maestro. Entretanto Copérnico había sido víctima de un ataque de apoplejía hacia finales del año 1542 y murió en Mayo de 1543. En sus últimos años llevó una vida muy retirada y ejemplar.