El irresistible encanto de la delincuencia en “La compañera de piso”, de Jen Silverman
Por Horacio Otheguy Riveira
De momento, sólo dos funciones en Madrid, la segunda hoy, jueves 25 de julio a las 20 horas. Una representación que aspira a ganar el II Certamen de los Teatros Luchana, pero que en cualquier caso tiene suficiente interés como para que se quede entre nosotros larga temporada. Obra de procedencia estadounidense, con un reflejo muy acertado en nuestra cultura mediterránea en la que se rompe con mucha facilidad la frontera entre gente corriente y delito, relacionado especialmente con el consumo y comercio de diversas drogas. Por supervivencia, por ambición económica o por imperioso deseo de entrar en una vida peligrosa que dé color a la cotidiana de creciente falta de valores éticos, así como de estímulos: soledad, crisis laborales, carencias de todo tipo.
Dos mujeres en una cocina le bastan a la prolífica dramaturga estadounidense Jen Silverman para crear una sostenida comedia negra. Y lo hace alimentándose de ingredientes convencionales del género, de tal manera que lo previsible llega a tornarse sorprendente. Se ve venir lo que ocurre entre una solitaria y una desconocida dispuesta a vivir en su casa, y sin embargo, es tanta la carga de humanidad de estas mujeres que todo se torna diáfano, inquietante y a la vez divertido. Ellas rondan los cincuenta, y están unidas por una soledad muy distinta en cada caso, pero igualmente angustiosa, necesitada de cambios lo más bruscos posibles.
El encuentro parte de la mañana en que Robyn llega cargada de cajas como todo equipaje a casa de Sharon. Viene del Bronx, Nueva York. Ha conducido durante dos días para llegar a Iowa, un lugar donde nadie la conoce, un ludar donde perderse de sí misma, de un tiempo pasado que se irá revelando poco a poco…
A base de diálogos breves, resueltos con buen ritmo, las actrices Patricia Vázquez (la dueña de casa) y Rebeca Montero (la inquilina) forman un sólido equipo de aventureras, pues aventura grande la del teatro que indaga en la sed de libertad y revelación de un mundo diferente, no menos arriesgado.
Tienen ambas una disciplina férrea que les permite mirarse a los ojos, complementarse perfectamente, alcanzar momentos de tensión en una línea de suspense e intriga policiacas, y de dominar siempre con buen pulso situaciones de humor que tienen amplia tradición en el teatro mundial. Con estos antecedentes, el misterio, el sutil melodrama, y la comedia desenfadada logran que un éxito del teatro de Broadway llegue a España bien pergeñado de talento.
Una comedia negra sobre la capacidad de reconducir el tren de la vida.
Y lo que sucede cuando este descarrilla
Traducción: Lilian Portela
Intérpretes: Patricia Vázquez, Rebeca Montero. Voz en off: Xose Barato
Dirección: Belén Pichel
Iluminación: Afonso Castro
Escenografía: Carlos Alonso
Vestuario: Belén Pichel
Maquillaje: Rebeca Montero
Música original: Guillermo Fernández
Ilustración: Luis Gándara
Fotografía: Cristina Astorgano
Ayudante de dirección: Lilian Portela
Dirección de producción: Belén Pichel
www.contraproducions.com
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