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Leiva brinda su ‘mejor versión’ al público de Madrid

PILAR M. MANZANARES.

Con uno de sus grandes clásicos musicales, La lluvia en los zapatos, empezó el cantante el segundo de los dos conciertos que ofreció este fin de semana en la capital española. En ambos eventos Leiva colgó el cartel de ‘no hay entradas’.

Acompañado de su banda de siempre, entre los que se encontraba Juancho, su hermano y vocalista de Sidecars, el ‘amasijo de huesos’ más querido del país brindó un directo sin ningún punto flaco.

El carisma inconfundible de este rockero sobrevoló el Wizink Center, donde más de 15.000 almas coreaon todas y cada una de sus piezas. No faltaron en el repertorio novedades como Nuclear, Lobos o No te preocupes por mí, que hicieron las delicias de los presentes. Poco importó las altas temperaturas y las largas horas de cola si el premio era ver en directo a uno de los artistas mejor valorados de la industria musical.

Uno de los momentos más emotivos llegó cuando el madrileño se acercó al borde de las tablas con la intención de agradecer la presencia del maestro Joaquín Sabina entre bastidores y también la de su padre, quien cumplía años ese día. Todos los presentes empezaron a entonar el Cumpleaños Feliz para asombro del artista que no dudó en pronunciar unas palabras de cariño. “Esto si que no me lo esperaba”, comentó.

Los seguidores entraron en éxtasis al escuchar los primeros acordes de temas como La llamada, canción que le valió un Goya o Godzilla junto a Ximena Sariñana, y se sumergieron en el mundo más íntimo del músico cuando con solo una guitarra y una luz blanca iluminando su figura paró el tiempo mientras pronunciaba los versos iniciales de Vis a vis

No faltó una mención especial a Pereza al regalar Leiva a sus fans Estrella Polar, una de las últimas canciones que cantó con Rubén Pozo y de la que él mismo aseguró que se desenamoró “hasta que regresando a mi casa en taxi empezó a sonar otra vez y volví a recuperar la ilusión por ella”. Un escalofrío de emoción recorrió la columna vertebral del antiguo palacio de los deportes.

Lady Madrid puso el broche de oro a un concierto que, sin lugar a duda, quedará grabado en la mente de los espectadores por su fuerza, su garra y su sensibilidad.  Leiva dio su mejor versión, la real, aquella que te hace amar a la persona y admirar al artista.

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