La Corrala del Reina Victoria ofrece una notable temporada de verano entre zarzuelas
Redacción ESCENA
El mítico Teatro Reina Victoria de Madrid, se viste de corrala castiza para adornar los veranos de la Villa madrileña con una selección de las mejores Zarzuelas: La Revoltosa, El Bateo, La verbena de la Paloma y Agua, Azucarillos y Aguardiente, de la mano de la Compañía Lírica Ibérica. Durante los meses de julio y agosto, la escena madrileña revivirá este género lírico a través de un grupo artístico de 30 componentes entre actores y coro, y una orquesta de cámara en directo con 11 instrumentistas.
La gran tradición popular del generó tiene una nueva energía en estos tiempos, de manera que los prólogos se adaptan de manera contemporánea, como en el caso de La Revoltosa y la problemática de los desahucios. Los intérpretes integran un elenco joven con experiencia y excelente formación académica, así como su director de orquesta, Fran Fernández Benito, que con tan sólo 24 años, dirige este espectáculo de gran aliento, destinado a un público que conoce las canciones de memoria y a espectadores cada vez más jóvenes.
Del 3 al 14 de julio, «La Revoltosa»
Nos cuenta la historia antigua de La Revoltosa desde la más absoluta actualidad. Los especuladores intentan derribar una antigua corrala ante la oposición de los últimos moradores.
Cuenta la historia de amor entre Felipe y Mari Pepa, dos vecinos de una corrala madrileña de finales del siglo XIX que, a ojos de todo el mundo, parecen no soportarse. Pero la realidad es bien distinta.
Detrás de sus riñas y sus disputas se oculta un amor que ninguno de los dos se atreve a reconocer. Mientras tanto, los tres pretendientes de Mari Pepa, Tiberio, Cándido y Atenedoro, harán todo lo posible para conseguir una cita con ella a escondidas de sus respectivas parejas, Soledad, Gorgonia y Encarna. Las tres mujeres urdirán un plan para escarmentar a los hombres que acabará desvelando los verdaderos sentimientos de la pareja protagonista.
Del 17 al 28 de julio, «El Bateo»
El bautizo (bateo) es el del niño de Nieves y Lolo, cuya paternidad es puesta en duda por Pamplinas, antiguo enamorado de Nieves que se propone estropear el bautizo, ayudado por Visita, una chulapa encaprichada de Lolo y a quien quiere Virginio; para ello propaga el rumor de que, en casa de Nieves entre un hombre de madrugada, el hombre en cuestión es Wamba pero no busca a Nieves sino a su madre. Al final todo termina con la alegría de todos, Pamplinas queda burlado, Nieves y Lolo se disponen a casarse, al igual que Valeriana y Wamba. El pobre Virginio es el que paga el pato pues todos le echan la culpa de las conspiraciones.
Este argumento, simple, aunque humorísticamente enredado, es adornado con su desarrollo en los primeros días de la segunda república española.
La inclusión en esta adaptación del personaje de Don Antonio Machado nos ayuda a rescatar parte de la historia del Teatro Reina Victoria de Madrid. A unos días del estreno de su obra La prima Fernanda, Antonio Machado nos describe la sociedad de aquellos días.
Del 31 de julio al 11 de agosto, «La Verbena de la Paloma»
El tema de fondo es muy sencillo y no tiene mayor envergadura: amores y celos entre una pareja chulesca de novios, Julián y Susana, ambos hijos del pueblo de Madrid. Los demás personajes van dando vida al ambiente que se respira en una noche de verano víspera de la Fiesta de la Paloma, en un barrio popular con tipos y costumbres que el público va reconociendo como suyas y que será en definitiva el éxito de la función. En su título completo LA VERBENA DE LA PALOMA O EL BOTICARIO Y LAS CHULAPAS Y CELOS MAL REPRIMIDOSo. El primer título -La Verbena de la Paloma- descubre su ambiente, el segundo -El boticario y las chulapas- declara sus personajes, y el tercero -Celos mal reprimidos” denuncia el asunto.
Ricardo de la Vega dio a Bretón, personajes, tema y ambiente para trazar una partitura de carácter popular, “a lo Chueca”, pero no es menos cierto que el prestigioso compositor de óperas los aprovechó en grado sumo, identificándose con ese pueblo altivo y señorial que le servía de modelo y usando un lenguaje musical tocado de la emoción, la gracia y la belleza.
Del 14 al 25 de agosto, «Agua, azucarillos y aguardiente»
La obra estriba en el desfile de tipos callejeros, niñas, niñeras, amas y barquilleros, que pasan por el aguaducho de Pepa en nuestra corrala en donde también tiene lugar tanto la trama urdida por Serafín para seducir a la poetisa como la pelea y reconciliación de las aguadoras y sus “hombres”. Previamente en el cuadro primero se nos ha presentado la situación de necesidad de Doña Simona y su hija Atanasia, pintada tan a lo vivo en los primeros versos de las seguidillas cantadas por las niñas “tanto vestido nuevo, tanta parola y el puchero en la lumbre con agua sola” que describe la situación de gran parte de la sufrida clase media de entonces. Allí hemos conocido a la madre y a la hija y se nos ha hablado de Aniceto, su pudiente pretendiente y primo de Valdepatata al que ella rechaza ¡De Serafín o de la tumba!
También nos han presentado a Aquilino que habla de las hazañas de Serafinito. Estas “presentaciones” eran precisas para entender el segundo cuadro donde tiene lugar el intento de Serafín de narcotizar a Doña Simona.
TEATRO REINA VICTORIA, miércoles a domingo 20,30. Sábados 19 y 21,30