Un chaleco salvavidas
Por Jorge Mur.
Nacido en Milán en 1980, Stefano Gardel es un galardonado fotógrafo que actualmente reside en Lugano, Suiza. Hoy charlamos con él.
¿Cómo y en qué momento te interesaste por la fotografía?
Hace tres años, sin ningún conocimiento sobre el tema, cogí una cámara réflex y comencé a viajar durante los fines de semana. En ese momento trabajaba como quiropráctico a tiempo completo, y la fotografía llegó al rescate como un chaleco salvavidas en un período muy oscuro de mi vida, probablemente el más oscuro. Digo esto porque si atendemos al significado literal de fotografía, es decir, dibujar con luz, en cierto sentido la luz me salvó de la oscuridad, ya que estuve enfermo varios años sin saber lo que me sucedía. Mi salud se deterioraba: alergias, dolor, cansancio; pero no conocía el motivo, así que durante un tiempo traté de calmar el sistema inmunológico modificando mi dieta de una manera muy extrema, sin éxito, antes de comprender que padecía la enfermedad de Lyme.
Durante este tiempo, la fotografía se convirtió en una potente herramienta de evasión, aunque enseguida comprendí que se trataba de algo más que una mera distracción, pues en cuestión de un par de años se convirtió en mi trabajo a tiempo completo.
¿Qué aspecto de la fotografía disfrutas más?
El viaje que conlleva, tanto física como mentalmente. Cuando tengo un proyecto, mi mente está ocupada en ese proceso y lo estoy masticando una y otra vez. Me hace sentir inspirado, con un propósito. Utilizo la fotografía como una herramienta para buscar dentro de mí aquéllo que desconozco. Es un proceso terapéutico.
Tus fotografías tienen una vertiente onírica muy poderosa, algo que se aprecia claramente en las series Kingdom o Neon Desert, de las que hemos reproducido un ejemplo arriba. ¿Qué idea o sentimiento quieres transmitir con esta estética?
Los sueños son una parte muy importante de mi vida, ya que tengo una vida de sueños muy activa. Sueño en colores muy vivos y, a veces, pueden ser extremadamente liberadores. Creo que nos extendemos más profundamente dentro de nosotros, y los sueños son un momento en el que una parte más profunda y sabia de nosotros nos habla y nos guía, además de utilizar estados de ánimo, sensaciones y símbolos para hacernos crecer y enfrentarnos a nosotros mismos. Todos estamos evolucionando y todos anhelamos comprendernos de una manera u otra. Así que, en cierto sentido, algunas de mis series reflejan esa sensación o ese estado de ánimo que en un nivel más profundo proporciona un mensaje.
Creo que tu trabajo se podría dividir en la importancia que le otorgas al color y, por otro lado, está el juego de los opuestos, es decir, el enfretamiento de la luz y de la sombra. Cuéntanos brevemente el propósito de ambas propuestas.
Esto es algo que viene por sí solo, es decir, no divido mi trabajo a propósito. Creo que esto sucede porque mediante el contraste y los opuestos podemos apreciar una cosa u otra, así que me gusta contrastar algunos colores poderosos dentro de una serie, o sombras en otra, pero en todos los casos tiendo a usar pocos elementos para contar la historia: hay más poder y estética en la simplicidad.
La mayoría de tus fotografías son escenas urbanas. Sin embargo, una parte de tu trabajo también presta atención a la naturaleza. ¿Qué encuentras fuera de la ciudad que despierta tu interés?
Para mí, tomar fotografías de una calle o de un paisaje es exactamente lo mismo. Sigo mi instinto y, una vez que tengo una idea que quiero expresar, encuentro cómo y dónde tengo que ir para darle vida. No me mueve lo que encuentro atractivo a mi alrededor. Se trata, más bien, de dónde puedo encontrar a mi alrededor el estado de ánimo que siento por dentro. Así que una vez que puedo visualizarlo, comienzo a investigar con la ayuda de Internet los lugares que pueden reflejar ese estado de ánimo o una idea, y que podrían ser una ciudad o una montaña.
Nombra 3 fuentes de inspiración que consideres importantes en tu vida.
En primer lugar la música. Siempre escucho música mientras estoy tomando fotografías o cuando estoy editando. Tiendo a escuchar música electrónica experimental porque consigue que mi mente se evada.
En segundo lugar tendría que citar el cine. Si estoy viendo una película en mi ordenador portátil, por ejemplo, tiendo a tomar instantáneas de cuadros y composiciones que me gustan para inspirarme en el futuro.
Por último, uso mi iPhone para sacar fotografías de cosas que me rodean y que podrían inspirarme más adelante como, por ejemplo, sombras de objetos, tonalidades de colores que puedo encontrar en una pintura o en una vitrina, o cualquiero otra cosa de mi alrededor que sea capaz de llamarme la atención.
Cita a tus fotógrafos y cineastas favoritos.
Tiendo a ver mucho y a olvidarme mucho también. Al crecer en el skate y en la cultura del arte callejero, siempre he estado expuesto a cosas interesantes y alternativas, y eso es lo que me gusta aunque nunca lo haya estado buscando activamente. Lo cierto es que no soy bueno para recordar nombres. Siempre he envidiado a quienes recuerdan a todos los sellos discográficos, quién hizo una u otra película o quién trabajó con quién, pero desafortunadamente yo no soy uno de ellos. Me gusta más gente de la que soy capaz de recordar. Aún así, en la parte superior de mi cabeza está Robert Frank, Gregory Crewdson, David Lynch, Nicolas Winding Refn…
¿Qué otros asuntos te apasionan?
La música. Hice música electrónica durante muchos años antes de involucrarme de lleno en la fotografía.
Si pudieras ir a cualquier parte del mundo para tomar fotografías, ¿a qué lugar irías?
A la Luna. Ya sé que no pertenece al mundo, pero si estamos soñando, ¿por qué no soñar a lo grande?
¿Qué proyecto fotográfico te gustaría llevar a cabo?
No tengo ninguno. Me gusta sorprenderme a cada paso que doy.
Más sobre Stefano Gardel: https://www.59th-attempt.com