‘Todo lo que somos juntos’, el esperado final de la biología de Alice Kellen
SARA ARANDA MARTÍNEZ. @SarArandam
Título: Todo lo que somos juntos
Autora: Alice Kellen
Editorial: Planeta
Hace tres años que Leah y Axel no se ven. Tres años desde que él decidió no luchar por lo que más quería y le rompió el corazón.
Ahora Leah está a punto de cumplir su sueño, exponer en una galería. Y Axel no puede perdérselo, porque se lo prometió a él, a Douglas. Y no puede fallarle.
Todo lo que somos juntos está narrada a dos voces. Como en la primera entrega, Axel y Leah comparten protagonismo. Lo más bonito de esta historia es conocer las dos partes, porque en el amor y en el desamor siempre hay dos versiones.
Esta vez la novela se ambienta en tres lugares distintos: Byron Bay, donde comenzó esta historia y donde vive Axel; Brisbane el nuevo hogar de Leah, donde estudia; y la fabulosa ciudad de París, en la que ambos lucharán por sus sueños.
Estas tres localizaciones son clave para el desarrollo de los acontecimientos. En Byron Bay todo está patas arriba, los recuerdos, la familia que ya no está y la culpabilidad que Axel porta en su espalda. En Brisbane, Leah ha tenido la oportunidad de olvidar y desarrollar lo mejor de sí misma, sin embargo, hay algo que le impide ser feliz. París es un nuevo comienzo para los dos, pero también es el miedo a fracasar.
El crecimiento y la evolución de los personajes a lo largo de la historia es gigante. Vemos a una Leah más adulta, con las ideas claras y dispuesta a luchar por lo que quiere. Axel ha roto una coraza, quiere ser sincero y no se rendirá hasta conseguir que Leah escuche lo que tiene que decirle. El estado de ánimo, incluso los sentimientos, de los personajes varían dependiendo de en qué localización se encuentren. En Brisbane Axel es debilidad, mientras que Leah es fuerza. En Byron Bay Axel se siente seguro, en su terreno, pero a Leah le duele. París es territorio neutral. Sin embargo, allí descubren lo peor y lo mejor de sí mismos.
La presencia de la música en Todo lo que somos juntos también cobra su merecido protagonismo, y no esperábamos menos. Alice Kellen vuelve a recomendarnos escuchar algunas canciones que a ella le sirvieron de inspiración. Y no están metidas a presión, sino que tienen su función en el desarrollo de la historia. Leah y Axel son música, son color, son arte en su máxima expresión.
La historia acaba sin desvelarlos cuál será el futuro de Axel y Leah. Nos muestra su presente, pero es suficiente para cumplir con todas las expectativas. En la primera entrega de esta bilogía, Axel salva a Leah de sus fantasmas. Le devuelve la sonrisa y la ilusión, para luego arrebatársela. En Todo lo que somos juntos Leah se hace fuerte. No necesita a nadie que la salve, porque quiere aprender a hacerlo ella sola. Para poder tomar la decisión que Axel espera que tome.
En esta entrega Kellen nos muestra un amor más real, más adulto. En el que no todo es dejarse llevar por las olas. La autora tiene una capacidad asombrosa para hacer aflorar en el lector la ilusión y las ganas de seguir leyendo. Esta novela debería leerse despacio, disfrutando de cada capítulo, de cada frase, sin embargo, es adictiva. No se puede parar de leer hasta llegar al punto final.
Alice Kellen es una maestra de la literatura romántica. Es autora de otras novelas de éxito como Sigue lloviendo, El día que dejó de nevar en Alaska y El chico que dibujaba constelaciones. Sus obras consiguen emocionarnos hasta límites insospechados. Estamos deseando conocer sus próximos proyectos.