L´Homme de la Mancha, tres días en Madrid: Don Quijote con Jacques Brel, aquí y ahora
Por Horacio Otheguy Riveira
Emocionante para esta excelente Compañía belga presentarse en Madrid, entre castellano hablantes, con una de las historias más nuestras que, desde el siglo XVII continúa recorriendo mundo en versiones de todo tipo, nacionales y extranjeras. Y emocionante también para nosotros compartir esta forma de entender el poético enlace de un mensaje con vocación de eternidad.
Fue el estadounidense Dale Wasserman (1914-2008) quien escribió esta versión con la colaboración de otros compatriotas, Mitch Leigh en la música y Joe Darios en las letras. Un conjunto armónico de emociones que impulsó Wasserman, un hombre naturalmente muy cervantino, cuya propia vida le sirvió de aliciente para partir del hecho real de Cervantes en una cárcel de la inquisición y allí él mismo crear su universo teatral al interpretar, entre canciones, la historia de Don Quijote de La Mancha, El caballero de la triste figura.
Dijo Wasserman: “Soy un vagabundo autodidacta. Pasé toda mi adolescencia como vagabundo, montando los rieles y viviendo alternativamente en la parte superior de los edificios en Spring Street, en el centro de Los Ángeles. Lamento no haber recibido nunca una educación formal. Pero obtuve una verdadera educación sobre la naturaleza humana”.
A partir de 1965, todo fueron ovaciones allá donde la función se representó. Esta versión repone el éxito francés creado por Jacques Brel (1929-1978). Un espectáculo muy interesante, con los defectos propios de las versiones contemporáneas que desconfían del poder de lo histórico sobre nuestra existencia actual y subrayan los paralelismos con imágenes y ambiente anticlímax. Es decir, aquí no se va a encontrar nada de lo ya conocido, sin embargo, para conocedores y para quienes se encuentran por primera vez ante esta teatralidad quijotesca, hay brío y luz en escena gracias a la disciplina, calidad vocal y sentido del humor de todos sus intérpretes; junto a ellos resulta fácil congraciarse con este L´Homme de La Mancha que sobrevive a todas las tempestades, y reina con voz propia, sembrando la ilusión de un mundo mejor también en el siglo XXI y en las ciudades atormentadas por la contaminación, los altos edificios y la crueldad de numerosas injusticias.
Con 12 músicos en escena y excelentes intérpretes, una función inolvidable que cuenta con un final fantástico en el que se unen los elementos del teatro más aparentemente improvisado con los sentimientos clásicos del gran teatro humanista, dejándonos con una carga de ternura extraordinaria con todo el elenco en escena, cuando Cervantes, Don Quijote y Sancho marchan hacia la calle, entre el público, mientras aún nos acaricia el tema principal de la obra: “Soñar lo imposible. Vencer al invicto rival. Sufrir el dolor insufrible, Morir por un noble ideal…”
La mejor forma de explicar la esencia de Don Quijote es esta preciosa frase que lo resume a la perfección: J’aimerais apporter quelque grâce en ce monde. (Me gustaría aportar un poco de gracia a este mundo). Eso lo dice todo. Tout est dit. (Filip Jordens, Don Quijote)
El 4 de octubre de 1968 el teatro de La Monnaie de Bruselas estrenó el musical L’homme de La Mancha, libreto de Dale Wasserman, música de Mitch Leigh y letra de Joe Darion, traducida, adaptada e interpretada en francés por Jacques Brel. Fue la única vez en toda su impresionante carrera que Brel interpretó y adaptó el trabajo de otros artistas. Porque amaba mucho el musical y amaba a Don Quijote, nuestro héroe de Cervantes, un personaje con el que se identificaba completamente.
Medio siglo más tarde, el Instituto Cervantes de Bruselas, el teatro KVS, La Monnaie, el Théâtre de Liège y el Teatro Español se unen para trasladar la obra maestra de Cervantes y Brel a la ciudad de hoy y de mañana. Michael De Cock y Junior Mthombeni dirigen un equipo extraordinario, performers, sopranos actores y actrices, bajo la dirección musical de Bassem Akiki.
La producción original fue dirigida por Albert Marre, en el Anta Washington Square Theatre de Nueva York el 22 de noviembre de 1965. Nati Mistral (1928-2017) la estrenó mundialmente en castellano. En Madrid se pudo ver en tres ocasiones: en 1966 en el Teatro de la Zarzuela, en una producción dirigida por José Osuna y protagonizada por Luis Sagi-Vela y Nati Mistral. Luego ella misma hizo otro tanto en Buenos Aires y México con otro montaje —junto a Ernesto Bianco— en los años 1968-1969. Se repuso en Madrid, 1997, con Paloma San Basilio y José Sacristan como protagonistas, y en 2004 con Francisco Lahoz y Eva Diago en los papeles principales. La versión cinematográfica con Peter O´Toole y Sophia Loren data de 1972.
Una producción de KVS Bruselas, en coproducción del Théàtre de la Monnaie, Théàtre de Liège, Teatro Español, DCJ Creation, Instituto Cervantes de Bruselas, Instituto Nacional de Artes Escénicas del Uruguay, Dirección de Cultura de La Intendencia de Montevideo, y la colaboración del Oficina de Cultura de la Embajada de España en Bruselas.
OBRA EN FRANCÉS CON SOBRETÍTULOS EN CASTELLANO E INGLÉS
Intérpretes: Filip Jordens, Ana Naqe, Junior Akwety, Nadine Baboy, François Beukelaers, Gwendoline Blondeel, Geoffrey Degives, Bertrand Duby, Raphaële Green, Christophe Herrada, Enrique Kike Noviello, Eduardo Lombardo Echeveste, Chaib Idrissi
Video Hernán Pablo Curioni, Lien de Trogh, y Eugenio Szwarcer