Defensa visual
Por Jorge Mur.
La fotografía no miente. Es un o una testigo a la que nadie pone en duda. Guerras. Celebraciones. Desastres naturales. Los recovecos más insospechados del universo. Cualquier cosa que podamos imaginar se sitúa ante nuestros ojos con la intención de generarnos una sacudida. En el caso de Sarah Bethea, la fotografía se alía con su pasión por la naturaleza para generar conciencia sobre la importancia de cuidar nuestro entorno. Sus fotografías son bellas. Pero se trata de una belleza que corre el riesgo de desaparecer si no reducimos el impacto sobre el medio ambiente.
Háblanos de tus primeros pasos en la fotografía.
Comencé a experimentar con la fotografía en 2016. En ese momento, muchos de mis amigos estaban interesados en la fotografía de retratos, así que decidí comprarme una cámara y salir con ellos a capturar imágenes de todo tipo.
Siempre me ha gustado estar al aire libre y, a través de las redes sociales y de revistas como National Geographic, aprendí mucho acerca de la fotografía de la naturaleza. Más tarde, me alejé de los retratos y me quedé con el paisaje, el estilo de vida al aire libre, y algunas fotografías de la vida salvaje.
Me preocupo profundamente por la conservación de mi entorno, y mi objetivo final es inspirar a otros a tomar medidas para proteger nuestro planeta y a todos sus habitantes. Si puedo hacer eso a través de la fotografía —lo que me encanta— es una victoria para mí. En el futuro me gustaría prestar mayor atención a la vida salvaje y a los entornos árticos. Es muy posible que no tengamos algunas de estas especies y paisajes dentro de unos pocos años, por lo que resulta fundamental documentarlos. Por ejemplo, los glaciares de Islandia están desapareciendo rápidamente, y cuando se hayan ido, las cuevas de hielo también lo harán.
¿Qué importancia le otorgas a la fotografía?
Lo primero de todo, me encanta tomar fotografías. Es increíble obtener fotografías de las que estoy muy orgullosa y, además, salir al aire libre con mi cámara es como embarcarme en la búsqueda de un tesoro. Nunca sé exactamente con qué volveré, y eso es muy emocionante. En un nivel más profundo, la fotografía es un medio importante para compartir información. Como dice el refrán, “una foto vale más que mil palabras”, ¡y eso es absolutamente cierto!
A través de fotografías compartidas en Internet, todos podemos ser testigos, comprender e, incluso, llegar a amar lugares en los que nunca hemos estado y a personas que nunca hemos conocido. La fotografía es capaz de transmitir problemas y demostrar la importancia de actuar. Un gran ejemplo de esto es la fotografía de un oso polar demacrado que ha circulado recientemente por Internet. Esta fotografía impactó a la gente y se volvió viral, ilustrando las consecuencias del cambio climático y la urgencia de actuar. Como fotógrafa, sueño con tomar fotografías tan impactantes como la citada. Las fotografías que golpean de esta forma a los espectadores son poderosas. Creo que a través de esta defensa visual podemos generar un cambio real en el planeta.
¿Qué entiendes por hogar?
El hogar es donde está el corazón, ¿verdad? Actualmente vivo en Missoula, Montana, pero paso gran parte de mi tiempo en Seattle y Portland, Oregon, donde nací y crecí. En cierto modo, considero a todos estos lugares mi hogar. Sin embargo, puedo verme estableciendo mi residencia aquí, en el oeste de Montana, ya que la gente es excelente y la comunidad es muy consciente de su entorno. Aquí hay un montón de naturaleza y de vida salvaje. El oeste de Montana continúa siendo el hogar del oso pardo. Los he visto varias veces y es algo muy especial. Montana sigue siendo bastante salvaje, y eso me encanta.
El tema principal de tus fotografías es la relación que se establece entre el ser humano y la naturaleza. ¿Cómo dirías que es tu relación con ella?
Todos nosotros venimos de la naturaleza y confiamos en ella para vivir. Todos tenemos una conexión, sin importar dónde vivamos o cuánto caminemos. Sin embargo, tuve la suerte de crecer en Portland, Oregon, una ciudad rodeada de naturaleza, lo que me permitió disfrutar del esquí en el monte Hood y del senderismo durante los veranos.
Siempre me ha gustado estar al aire libre, y ese amor ha aumentado con el tiempo. ¡Cuanto más tiempo pueda pasar fuera, más feliz estoy! Y la fotografía me ha permitido pasar más tiempo al aire libre al proporcionarme una manera de ganarme la vida haciendo precisamente eso, disfrutar de la naturaleza.
¿Qué pequeñas acciones diarias podemos realizar para mejorar nuestro entorno?
Existen innumerables gestos que reducen nuestro impacto: lavar la ropa con agua fría en lugar de caliente; caminar o ir al trabajo en bicicleta; hacer compost; cultivar algo de nuestra propia comida. Sin embargo, lo más importante que podemos hacer para ser más ecológicos es reducir (o, mejor aún, eliminar) la carne y los lácteos de nuestra dieta. La industria cárnica necesita muchos recursos, y la agricultura animal es uno de los principales contribuyentes a la degradación de la tierra, las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación. Incluso si no deseamos comprometernos todavía por completo, probar un lunes sin carne o una comida basada en plantas al día es un gran comienzo.
¿Cuáles son tus lugares favoritos y a qué lugares te gustaría viajar?
Es una pregunta difícil de responder, ¡no puedo elegir sólo uno! Cada lugar que he visitado ha sido especial a su manera. Me atrae mucho el ártico. Amo el norte de Escandinavia y Alaska, y me encantaría explorar Groenlandia y perderme un poco más por el desierto de Alaska. También sería muy especial poder ver la Antártida. Además, me encantaría visitar otras áreas ricas en vida salvaje. Pero por el momento, este mes de julio visitaré la zona oriental de África, ¡y estoy muy emocionada!
¿Qué actividades, además de la fotografía, llaman tu atención?
Disfruto de la escalada en roca, y paso un par de horas al día en el gimnasio de escalada cuando no viajo. Me apasiona la comida, así que pruebo restaurantes nuevos o hago comida vegetariana en casa. ¡También me encanta la historia! Veo muchos programas sobre temas históricos y documentales. La fotografía y estas cosas ocupan la mayor parte de mi tiempo.
¿Cuáles son las pequeñas cosas que te hacen feliz?
Pasar tiempo con perros. Todo tipo de música. Una taza de té negro. Las tormentas eléctricas y las tormentas de nieve.
¿Tu principal pregunta sin respuesta en la vida?
Supongo que tengo muchas preguntas sin respuesta. Pero es posible que sobre la que más reflexione sea esta: ¿qué tipo de pensamientos y emociones tienen los animales? ¿Qué piensan de las personas?
El mundo necesita más de…
Necesita más fortalecimiento y participación individual. Todos tenemos una voz y nuestras acciones tienen un impacto, no importa lo pequeñas que parezcan en el gran esquema de las cosas. He escuchado muchas veces, “nada de lo que pueda hacer marcará la diferencia, sólo soy una persona”. Todos los movimientos, desde los derechos civiles hasta el sufragio de las mujeres, estaban y están formados por personas motivadas. Todo comienza con nosotros.
Y menos de…
Necesita menos desinformación y pseudointelectualismo. Aquí, en los Estados Unidos, hay una gran cantidad de información y noticias falsas con el objetivo de dividir a las personas políticamente. Estamos más divididos que nunca, y poco se puede hacer hasta que nos reunamos. Además, tenemos que dar crédito a los científicos y a los profesionales cualificados en vez de ceder ante los “hechos alternativos”.
Más información sobre Sarah Bethea aquí: https://www.sarahbethea.com/