Suecia (2008), Maryland (2009), Finlandia (2010), Islandia (2012), Russia (2011) o el Japón en emergencia bélica de Nippon-Koku (2014, para la Compañía Nacional de Danza) son algunos de los títulos con los que Morau ha ido dibujando y delineando el mapa de este Atlas poético-coreográfico que conforma el conjunto de su creación. Aunque seguía vinculada a un espacio geográfico concreto, Siena (2013) supuso un punto de inflexión, que permitía ahora abordar un tema concreto desde la vinculación histórica y estética del lugar, ésta vez la Toscana y el Renacimiento, a través de la idea de la representación artística del hombre en el arte. En las antípodas, su novísimo trabajo, Pasionaria (que tuvo su estreno absoluto en Teatros del Canal la pasada temporada) ha llevado mucho más lejos esta práctica, ubicándose nada menos que en el espacio sideral, en un ejercicio lícito y fascinante de ciencia ficción coreográfica. Voronia (2014), anterior, parece una bisagra para entender la orientación dramatúrgica hacia donde ahora se inclina su propuesta creativa.
La pieza es una metáfora amplia del mal y la maldad, con abundantes referencias religiosas al infierno y la hipocresía que supone la clásica división radical católica del bien y el mal. Alude a la Biblia, desde luego, pero también a la idea de Infierno de Dante, que lo ubicaba físicamente debajo de Jerusalén, ciudad santa. Escenas enigmáticas, personajes inquietantes, situaciones absurdas, imágenes sugerentes y ese ascensor que siempre baja y lleva a la gente hacia la profundidad y el abismo, son elementos del imaginario único de La Veronal, que ya no solamente conecta con los clichés que están en la cabeza del público sobre Islandia o Rusia, sino que partiendo de un punto geográfico perfectamente localizado por la dramaturgia (una cueva en Georgia ubicada en el centro de la Tierra), se permite construir una metáfora enorme y, sobre todo, profunda, de los dos temas antagónicos más universales: el bien y el mal, y se aventura a intentar definir su significado verdadero en los tiempos, cada vez más difíciles y más hipócritas, que nos ha tocado vivir.
Voronia es una pieza importante del catálogo ya extenso de La Veronal. Es también una pieza muy emblemática de su lenguaje y modos escénicos, esa obsesión formal que ha sido sello indiscutible de este equipo, probablemente el colectivo escénico más internacional y relevante de la danza que se hace y se produce hoy en nuestro país.
Estreno en la Comunidad de Madrid
País: España | Género: danza contemporánea
Dirección: Marcos Morau
Coreografía: Marcos Morau en colaboración con los intérpretes
Dramaturgia: Roberto Fratini y Pablo Gisbert – El Conde de Torrefiel
Intérpretes: Rober Gómez, Jon López, Núria Navarra, Lorena Nogal, Shay Partush, Marina Rodríguez, Manuel Rodríguez, Sau-Ching Wong
Escenografía: Enric Planas
Iluminación: Albert Faura
Sonido: Marcelo Lastra
Vídeo: Joan Rodon
Coproducción: Mercat de les Flors, Grec 2015 Festival de Barcelona, Hessisches Staatsballett / Staatstheater Darmstadt & Hessisches Staatstheater Wiesbaden, Tanz im August Berlin, Théâtre National de Chaillot París
Con la colaboración de El Graner, centre de creació.
Con el apoyo de ICEC – Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y Ministerio de Cultura y Deporte – INAEM
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