Un divertido Ben-Hur con plumas y a lo loco
Yllana ofrece una nueva versión teatral del clásico del cine de romanos muy al estilo Monty Python
Por Mariano Velasco
Bajo la premisa de que la historia de Ben-Hur no fue en realidad tal y como nos la contaron -y aprovechado tal enfoque para denunciar las muy actuales y abundantes fakenews que tanto nos aturden- la compañía Yllana ofrece una muy gamberra y divertida versión teatral de La loca loca historia de Ben-Hur en el Teatro La Latina de Madrid, después de su exitosa presentación en el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
Con una ingeniosa mezcla entre el estilo más característico de Yllana, la obra es prácticamente una sucesión de ingeniosos sketches, pero respaldada por el argumento de fondo, más o menos alterado, de la oscarizada película -y el más puro sabor a los Monty Python-, esta versión que ha hecho Nancho Novo introduce entre guasa y guasa, además del de las fakenews y la manipulación informativa, otra serie de temas de actualidad que van a ser muy del gusto del público, como la discriminación de la mujer y la diversidad sexual. Hasta el punto de sorprender con una loca salida del armario del musculoso personaje protagonista, que hay quien ya veía sutilmente sugerida en la película de William Wyler pero que, al parecer, había que disimular entonces para que el machote de Charlton Heston no le pusiera pegas al papel.
Y algunos de los sketches están realmente muy bien conseguidos, como el de la estatua, el de los Reyes Magos en sus camellos caminito de Belén y, sobre todo, el que es a todas luces el número estrella del espectáculo: la famosa carrera de cuadrigas. Se trata de una muy trabajada escena para la que esos chicos de Yllana han adoptado lo que ellos vienen a denominar el sistema de Teatromascope, consistente -guasas aparte- en la proyección sobre una gran pantalla del circuito de fondo mientras que los personajes, en primer plano, hacen el bruto con su carros sobre el escenario, simulando todo ello el alocado movimiento cual si se tratara verdaderamente de una carrera a muerte. El resultado se podrá calificar de más o menos realista según la exigencia del público, pero lo que sí resulta es divertidísimo.
El reparto luce de principio a fin y del primero al último, haciendo todos ellos más de un papel, y en él se mueven con especial soltura y en su salsa dentro del lado más cómico de la obra un gamberro Agustín Jiménez y un“delicado” Richard Collins-Moore, a quien le vuelve a tocar un personaje “divino” en el sentido literal de la palabra, como el que ya le vimos en La llamada. El resto del elenco no desmerece en absoluto, con un Mesala (Fael García) que ofrece todo un repertorio de estilos y un Ben-Hur al que Víctor Massán sabe sacar con gracia su lado más erótico festivo. Con mención aparte para el especial protagonismo del dúo femenino (Elena Lombao y María Lanau), sobre todo por lo que ellas mismas lo reivindican, el protagonismo, y por algunos momentos muy divertidos, como el del gag de las leprosas o aquel otro en el que recuerdan uno de los sketches más célebres de Yllana, el de los pajaritos, aquí buitres carroñeros hambrientos y deseosos de zamparse a los condenados a galeras.
Por cierto, habrá que andarse con ojo porque más de uno de entre el público puede también resultar condenado, y encontrarse con el papelón de tener que echar el resto remando junto al mismísimo Ben-Hur y someterse a los deseos, de todo tipo, de los centuriones. Pero ese es un riesgo que habrá que correr si uno quiere pasar un buen rato disfrutando de este divertido espectáculo, olvidarse del rudo Charlton Heston y acabar bailando al ritmo del It’s raining men con los jubilosos romanos.
La loca, loca historia de Ben-Hur
Teatro La Latina, Madrid
Versión de Nancho Novo
Dirección: Yllana
Reparto: Agustín Jiménez, Elena Lombao, Richard Collins-Moore, Víctor Massán, Fael García, María Lanau
Del 28 de marzo al 26 de mayo