Una ópera bufa actual: «Je Suis Narcissiste», brillante parodia de las neurosis urbanas

Por Horacio Otheguy Riveira

Con una puesta en escena dinámica, muy colorida, cuatro cantantes de ambos sexos ejercen también de actores con gran expresividad corporal y notable sentido del humor. Atrezo, maquillaje y descollante vestuario avanzan con mucha gracia, acompañados por músicos de alto nivel ubicados en el foso, algo que se agradece mucho y que hace muchos años que no se ve en el Teatro Español (desde los ya lejanos tiempos en que Mario Gas montaba o producía zarzuelas y musicales). Todo suma para un continuo festejo seguido con entusiasmo por el público que viene llenando las funciones —tan solo cinco— de este innovador ejercicio de teatro musical para reírnos de nosotros mismos en las situaciones límite en que nos movemos a diario. Quien más quien menos prisioneros de manías y otras pesadillas, atados a los teléfonos (¡¡¡no hay móviles en escena, sólo un teléfono enorme a manera de cartera femenina de la que resulta imposible separarse!!!) y los rompecabezas del éxito, la exasperante banalidad de obsesiones superficiales y otras «monerías» por las que también irrumpen variados temas y personajes, igualmente tratados con gran creatividad musical y escénica, como las aventuras de un donjuan (guiño muy divertido a la célebre pieza de Mozart), atendiendo una mujer por día, excepto en domingo…

Con aires de comedias musicales, operetas y toques de bell canto, no falta de nada, adecuadamente expandido a lo largo de sólo 75 minutos. Incluido un repentino travesti que asombra a las amantes del gran seductor. ¿¡Mimí?!, le preguntan y él responde como si fuese la encantadora protagonista de La Boheme de Puccini: «Mi Chiamano Mimi».

Una función encantadora que entusiasma a exigentes espectadores del género operístico, lo mismo que a profanos amantes del buen teatro, carentes de prejuicios.