Descubrimos a Manuel Feria, joven promesa del aforismo

José Luis Trullo.- No hay mayor placer que descubrir a un genio oculto que no se escondía. Este es el caso que nos ocupa. Manuel Feria es un aforista que ha publicado, hasta ahora, tres libros (Verlas venir, En ascuas y Diccionario imaginario de un irónico), todos ellos en autoedición, todos ellos sin circulación comercial. Este hecho que, por un prejuicio muy arraigado en nuestros tiempos, a no pocos letraheridos les puede poner en guardia, en realidad no le resta ni un ápice a su valor intrínseco, el cual (ya avanzo) es muy considerable.

Son los de Feria unos aforismos perfectamente ortodoxos en su irónica heterodoxia: lúcidos, sabios, implacables con la estupidez pero compasivos con la debilidad, divertidos, penetrantes y, lo que es más importante, juguetones en su severidad, profundos en su aparente ligereza. Conjugan, como en los mejores autores, la justa medida de vitriolo con la miel imprescindible para ingerirla sin perecer en el acto.

Hacía tiempo que este que suscribe no leía unos libros más regocijantes, y en los últimos años he leído unos cuantos. Admito que el hecho de que hayan sido escrito por un autor totalmente al margen de los círculos culturales de la industria bibliográfica le confieren, a mis ojos, un encanto especial. A ello se le une el que el autor sea una joven promesa literaria que apenas lleva, según confiesa, unos pocos años consagrado al género más breve (el hecho de que esté a punto de cumplir 70 años no contradice la novedad a su propuesta). Es la suya una literatura empapada de experiencias, que no da puntada sin hilo, en la cual la amargura ha cedido el paso a la dulce contemplación desapegada, libre y feliz, de la grandeza y las miserias de los seres humanos, sin aleccionarlos, sin censurarlos, sin degradarlos. La escritura de Feria es una fiesta de la inteligencia humana cuando levanta la cerviz del duro suelo y mira frente a frente a la vida, sin medias tintas ni brutalidades innecesarias.

A continuación selecciono alguno de los aforismos de Manuel Feria, con el secreto placer que me confiere el saber que, a día de hoy, no figuran en la red. Lo tomo como un amistoso bautismo virtual y un pequeño y sincero homenaje personal.

Si los extraterrestres deciden acercarse algún día a nosotros, será para averiguar el origen del ruido.

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Las pasiones hacen fuertes a los débiles y débiles a los poderosos.

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De vuelta de todos los desengaños, ya sólo creo en la primavera.

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Uno no puede huir de sí mismo sin caer en el otro.

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Algunos nos ponen el listón tan bajo que en lugar de saltarlo nos obligan a tropezarnos.

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Para salvaguardar el delicado equilibrio cósmico, las sombras se desplazan a la velocidad de la luz.