Juan Echanove y Ricardo Gómez nos enseñan la naturaleza del arte en “Rojo”
Por Alberto Medina
Juan Echanove y Ricardo Gómez han traído al teatro Cervantes de Málaga una historia no muy conocida en la historia del arte: cuando el artista americano Mark Rothko anuló un contrato millonario para decorar el lujoso restaurante Four Seasons en Nueva York. El teatro Cervantes estuvo abarrotado durante dos días para disfrutar de Rojo, escrita por John Logan, y que consiguió en el año 2010 seis premios Tony. Esta obra cuenta del proceso de creación artística de este genio. Un retrato de su visión del arte, de la vida y de la muerte.
Mark Rothko no es un pintor demasiado popular para el público no formado. Nacido en Letonia (cuando formaba parte del Imperio Ruso), pronto emigró como muchos europeos hacia la tierra prometida. Allí se convertiría en uno de los principales representantes, junto con Jackson Pollock, del denominado expresionismo abstracto. La mayoría de sus cuadros tomaron la forma de dos rectángulos confrontados, a diferencia de los cuadros de Pollock en los que utilizaba la técnica de dripping o goteo.
La obra pone en escena a Rothko y a Ken, un aspirante a pintor que bebía los vientos por el Pop Art. Ken hará el trabajo sucio del pintor (preparar pinturas, preparar bastidores…) pero muy pronto desvelará la parte más íntima de Rothko. Además de conocer sus diferencias con Pollock, nos adentraremos en la disciplina de su trabajo (un verdadero maniático cuando exhibían sus cuadros), la importancia de la luz (y hablar de luz es citar a Caravaggio y a Miguel Ángel), la crítica sobre los especuladores en el arte, y sobre la muerte que acecha en cada brochazo.
Juan Echanove (Rothko) y Ricardo Gómez (Ken) representan un duelo entre generaciones artísticas. Dos miradas diferentes de mirar el arte. Una más clásica, que cree en el trabajo artesano y que engulle sin miramiento las tendencias anteriores. Una más moderna, que cree más en el trabajo en grupo y utilizar en los pinceles la inspiración de sus profesores. Para los que todavía ven la televisión, recordarán a los protagonistas de la longeva serie Cuéntame, donde han compartido muchos años de trabajo. Esa sinergia actoral se refleja encima del escenario, donde trabajan mano a mano como profesor y alumno.
No hace falta ni detenerse en el enorme trabajo de Juan Echanove, que encarna a la perfección el papel de genio turbado. Todos sabemos del talento del actor madrileño. Ver cómo se tambalea por el alcohol para terminar en el suelo es verdaderamente estremecedor. El momento en el que prepara la base de un cuadro junto a su discípulo, a ritmo de Beethoven, es muy emotivo. Ricardo Gómez representa la evolución del aprendiz a alguien que puede hacer sombra a su maestro. Cómo termina enfrentándose a Rothko y le hace ver en las contradicciones en las que vive (está en contra del sistema pero acepta ganar millones de dólares por parte de una corporación). Sin lugar a dudas, Ricardo Gómez nos regalará grandes noches de teatro.
Si nos detenemos en otros detalles artísticos, la música (clásica en contraposición al jazz), la escenografía y el vestuario, son el marco perfecto para la obra dirigida por Echanove.
La Llave Maestra Producciones Artísticas y Traspasos Kultur
Autor: John Logan
Dirección: Juan Echanove
Reparto:Juan Echanove, Ricardo Gómez
Traducción: José Luis Collado
Diseño de escenografía: Alejandro Andújar
Diseño de Iluminación: Juan Gómez-Cornejo (A.A.I.)
Diseño de vestuario: Alejandro Andújar
Selección musical: Gerardo Vera
Ayudantes de dirección: MarkosMarin
Producción: Mikel Gómez de Segura y Zuriñe Santamaría
Distribución: Charo Fernández Insausti