El 36 Festival de Teatro de Málaga recibe a 34.000 espectadores, el mejor dato de su historia
Concha Velasco recibió anoche el premio Málaga de Teatro en la última función de una edición con cifras de récord: un 53,4 % más de asistencia que en 2018 y una ocupación media del 79,3 % de las butacas disponibles.
Concha Velasco cerró anoche con la estatuilla del premio Málaga de Teatro en la mano el 36 Festival de Teatro, una edición que ha cosechado el mejor dato de asistencia de su historia. En un emotivo acto tras la tercera función de El funeral, la malagueña ganadora de un Goya Adelfa Calvo entregó a la actriz vallisoletana el galardón, instituido este año por un encuentro escénico que muestra cifras de récord. 34.014 espectadores acudieron a las 91 funciones de 43 obras programadas en los teatros municipales malagueños, un dato que es un 53,4 % mayor que el del 35 Festival de Teatro de Málaga, que recibió a 22.167 asistentes, y un 31,2 % superior al del 31 Festival, el que ostentaba la anterior marca con 25.930 personas.
El público ha apoyado con su presencia tanto los grandes montajes en gira que se han exhibido en Málaga entre el 6 de enero y ayer 13 de febrero como los siete estrenos absolutos de esta convocatoria. Uno de ellos, el celebradísimo Espejismo de El Espejo Negro, regresará en junio a las tablas del Teatro Echegaray. Mañana salen a la venta las entradas para las funciones del viernes 28 y sábado 29 de junio (15 € precio único), en una nueva oportunidad para quienes se quedaron sin boletos para ver el carrusel de imaginación de esta función durante el Festival.
Varias obras agotaron todo el papel. La comedia-thriller ¿Quién es el señor Schmitt?, protagonizada por el flamante Premio Málaga-Sur de la próxima edición del Festival de Málaga, llenó sus dos funciones, y también se ocuparon todas las butacas del Teatro Cervantes en el único pase del Juntos de Kiti Mánver y Gorka Oxoa, para las cinco sesiones del Carmina Burana revisado por La Fura dels Baus y con el barítono malagueño Antonio Torres en el elenco, para ver a Juan Echanove transmutado en Mark Rothko en Rojo, y para tres de los seis divertidos entierros de La Cubana en Adiós Arturo. El Cervantes presentó un lleno técnico (es decir, más del 90 % de asistencia, con solo algunos de los bancos de Paraíso sin ocupar) en el resto de pases de Adiós Arturo, para las tres funciones de El funeral, en el duelo filosófico entre Josep Maria Flotats y Pere Ponce de Voltaire / Rousseau y en la segunda velada de Rafael Álvarez ‘El Brujo’ con su monólogo La luz oscura.
Los datos relativos constatan el buen comportamiento en taquilla de la mayoría de las 43 propuestas del 36 Festival de Teatro. La tasa media de ocupación se disparó hasta el 79,3 %. Ligeramente por debajo de esta cifra se colocó el desgarrador canto de amor póstumo de Señora de rojo sobre fondo gris con el que José Sacristán emocionó a más de 1.500 personas entre sus dos pases (76 % de ocupación). También rozó las tres cuartas partes del aforo del Teatro Cervantes La vuelta de Nora, en la que Andrés Lima dirigía a Aitana Sánchez-Gijón y Roberto Enríquez entre otros. La siguiente pieza en cuanto a recepción del público fueron el Moby Dick de José María Pou que abrió el Festival con el 55 % de las plazas vendidas, un notable dato considerando que la primera función fue el 6 de enero, una fecha poco habitual en la programación del Teatro Cervantes. Asimismo, El rey Lear de Atalaya y la alabadísima pirueta escénica de Lehman Trilogy también rebasaron la mitad del aforo, y el segundo monólogo de José Luis Gómez y el Teatro de La Abadía, Unamuno: venceréis pero no convenceréis, bordeó esa cifra.
De los 34.014 espectadores, 28.433 vieron alguna de las obras programadas en el Teatro Cervantes, 4.801 acudieron al Teatro Echegaray, 634 llenaron las 15 funciones de Hambre en el Museo del Vino y 96 y 50 respectivamente agotaron las entradas de Chaquetera en los Camerinos del Cervantes y de Macho: Crónicas de identidad perdida en el salón Rossini. Esta última pieza, una arriesgada y pertinente reflexión de Stroke114 sobre la masculinidad en pleno siglo XXI, coincidió en espíritu y uso de las nuevas tecnologías con el Viril de Ramón Gázquez y Cristian Alcaraz, otro de los estrenos que acogió el Teatro Echegaray. El segundo espacio del Festival de Teatro también vio el alumbramiento de Verne: futuro y ficción, un musical sobre la historia del insigne escritor firmado por Nuevo Teatro Musical; el estreno de La perra, nueva incursión de Tenemos Gato en las relaciones humanas a través de teatro hiperrealista; lo nuevo del trío Caramala, reunido para sumar a su humor el compromiso y los tintes sociales de La plaga, y el estreno de Qué pasó con Michael Jackson, una magnífica propuesta de la compañía valenciana La Teta Calva, que ya había asombrado en la 35 edición con su Síndrhomo.
El comportamiento en taquilla de los estrenos del Echegaray fue más que notable, con llenos en Espejismo y La plaga y patio de butacas lleno en La perra y Verne. También consiguieron excelentes acogidas de público infantiles como Pedro y el lobo y Xocolat, la comedia de Noemí Ruiz y Jon Plazaola Mandíbula afilada, el homenaje a Miguel Romero Esteo organizado junto a la asociación que lleva su nombre, las producciones malagueñas A secreto agravio, secreta venganza, No es país para muy viejas y La araña del cerebro o los monólogos sobre Bergman de Anverso/Reverso.
Montajes como el Tebas Land dirigido por Natalia Menéndez; La strada felliniana que encabeza Verónica Echegui y dirige Mario Gas; Azaña, una pasión española, monólogo de Gómez y La Abadía, o el Nerón de Dani Muriel y Chiqui Fernández quedaron por debajo de la mitad del aforo del Teatro Cervantes.
Compañías consagradas, apuestas locales e intérpretes de prestigio
El 36 Festival de Teatro ha brindado un cuidado equilibrio entre grandes producciones, nuevas tendencias y exhibición de talento local. La crítica especializada ha aplaudido la gran mayoría de las obras exhibidas en esta edición, en la que ha coincidido un amplio plantel de nombres clave de nuestra escena como Concha Velasco, Kiti Mánver, Aitana Sánchez-Gijón, Josep Maria Flotats, Pere Ponce, Juan Echanove o Verónica Echegui con montajes singulares de compañías consagradas como La Fura dels Baus, La Abadía o La Cubana. Junto a ellos se ha expuesto parte de lo mejor de la cosecha malagueña: hasta 17 de las 43 propuestas, seis de los siete estrenos incluidos, tienen el sello de compañías o intérpretes de la tierra.
El Teatro Cervantes (abriendo los camerinos y el salón Rossini además de su sala principal), el Echegaray y el Museo del Vino han sido las sedes de esta 36 convocatoria. Junto a toda esta actividad diseñada por el Teatro Cervantes, la programación ha tenido el complemento de un extenso Off en el que han participado las salas Urte Teatro, Microteatro Málaga, la Sala Joaquín Eléjar, La Cochera Cabaret y La Caja Blanca.
El Festival de Teatro de Málaga ha contado en esta 36 edición con la colaboración de la Obra Social “la Caixa”.