«Tres canciones de amor», entre el dolor y las buenas sonrisas
Por Horacio Otheguy Riveira
«Tres canciones de amor», de Patricia Benedicto, ofrece un encantador juego de visiones acerca del sentimiento que nos une a la vida desde el día que nacemos. Un brillante tiovivo de parejas que van del malentendido al amor oscuro y la pasión deslumbrada, sin cortapisas. Con momentos de creativa emotividad y buenas dosis de humor, un grupo bien consolidado de intérpretes ofrecen hora y media de un show muy gratificante.
«Que el amor existe, es todo lo que sabemos sobre el amor», Emily Dickinson (1830-1886). Esta frase precede el espectáculo, lo colma de significado antes de empezar. Es de una poetisa estadounidense que pasó gran parte de su vida sin salir de casa, hoy considerada como una de las mayores escritoras en lengua anglosajona, traducida a todos los idiomas por su percepción de la vida cotidiana liberada de lugares comunes. Sencillamente profunda, profundamente transparente, hace añicos las presiones sociales y logra articular palabras y hechos que se rinden a la vorágine de amar y ser amado, o ni lo uno ni lo otro en una búsqueda incesante de la caricia que confirme nuestra existencia… y le dé alas.
Tres mujeres y tres hombres se encuentran en una sala de baile con karaoke. Ellas deberían ser perfectas. Ellos deberían ser tipos duros. Los seis lo intentan pero no lo consiguen, nunca ha sido fácil ser lo que los demás te dicen que seas. Mientras tanto bailan, cantan, beben y se confiesan. También se enamoran. También se detestan. También se preguntan qué significa mirarnos de verdad, frente a frente, sin escondernos. Sus canciones son populares, tarareadas incluso cuando en determinados momentos ni siquiera nos gustaban pero estaban ahí, en la calle, en las emisoras de radio, y en cualquier caso eran portadoras de emociones que teníamos o ansiábamos tener. Entre el drama, la comedia y los gozosos bailes apretados… el único universo en el que hombres y mujeres buscan intensamente su plenitud en compañía.
La tres canciones de esta función se desarrollan sobre tres partes de una dinámica escénica construida en base a muchos otros momentos musicales, estrofas, apenas unas líneas cantadas para que el aire de ambiente gozoso se abra camino entre semblanzas de buenos y malos recuerdos, de mujeres adoradas y hombres admirados, de algún modo todos prisioneros de etiquetas sociales que obligan a comportarse de determinada manera, a menudo confusa, casi siempre lejana a nuestros intereses. Amores contraindicados o preferentemente luminosos. Seis intérpretes que bosquejan personajes, arquetipos humanos que se rompen y reconstruyen en un espectáculo muy grato con el que el público empatiza rápidamente y se deja llevar en busca de su canción preferida, mejor aún, en busca de una canción que nadie se ha atrevido a componer todavía…
Tres canciones de amor parte de la idea de que el amor romántico es una construcción en la que convergen diferentes mitologías y estereotipos y a cuya cimentación han contribuido notablemente las películas, los libros, las canciones y la sociedad en general. Nuestra intención ha sido explorar esa mitología para ponerla en cuestión, explorar los límites del amor romántico y conocer los mecanismos de construcción de género en esta faceta trascendental de nuestras vidas
Intérpretes: Elena Corral, Laura Lorenzo, Lúa Testa, Eugenio Gómez, Sergio Torres y Carlos Jiménez-Alfaro
Dramaturgia y dirección: Patricia Benedicto
Espacio escénico y vestuario: Lúa Testa y La trapecista autómata
Diseño de luces: Roberto Cerdá
Producción y distribución:La trapecista autómata
Teatro Cuarta Pared. Del 10 al 26 de enero, de jueves a sábado a las 21h.
GÉNERO: Teatro. PRECIO: 14€ (50% presentando el Carnet Joven). DURACIÓN APROXIMADA: 90min.
Sobre la compañía
La Trapecista Autómata es una compañía de teatro que nace con la intención de buscar la fusión de diferentes disciplinas escénicas, el uso de estructuras fragmentarias y fragmentadas, dramaturgias de lo real, ruptura de la cuarta pared, búsqueda de experiencia escénica frente a la idea de representación y disolución de la frontera personaje/actor a favor del concepto de ejecutante.
La directora y dramaturga de Tres canciones de amor, Patricia Benedicto, ha sido galardonada, por la puesta en escena de Moscú(3.442 kilómetros), con el Premio José María Rodero en el XX Certamen Nacional de Directoras de Escena Ciudad de Torrejón y el Premio José Luis Alonso a la Mejor Dirección Emergente otorgado por la Asociación de Directores de Escena.