Concierto de Año Nuevo en el Teatro Cervantes de Málaga
Por: Alberto Medina
Un año más, la actividad en el teatro Cervantes de Málaga se reanuda con el concierto extraordinario de año nuevo. Casi dos horas de polcas y valses vieneses que rememoraron el esplendor del imperio austrohúngaro en el principal teatro de la Costa del Sol.
El concierto extraordinario de año nuevo, que lo lleva realizando en Málaga desde hace unos años por la Orquesta Filarmónica de Málaga, intenta emular al que se realiza desde hace más de 50 años en la archiconocida Sala Dorada de la Musikverein de Viena. Un repertorio tradicional, sin estridencias, de la música de Strauss y sus coetáneos. A diferencia de otras ediciones en las que fue dirigida por su titular, Manuel Hernández Silva, esta vez lo fue por el maestroGeorg Mark. El salzburgués profesa un interés particular en las composiciones de Johann Strauss, y además de sus constantes compromisos con orquestas de todo el mundo, Georg Mark imparte dirección de orquesta en el Conservatorio de Viena.
Además del cambio de dirección, el programa tuvo algunos cambios, eliminando la zarzuela (que pega bien poco en un concierto de estas características) y potenciando por tanto el repertorio de música vienesa. No solamente se tocaron valses y polcas. También se tocaron marchas (como la española), intermedios y oberturas de opereta, que fueron todas muy bien recibidas por el público que abarrotaba el teatro Cervantes. Las piezas más conocidas como la obertura de la opereta El Murciélago, el Vals del Emperadoro el vals Cuentos de los bosques de Vienade Johann Strauss, se entremezclaron con piezas menos interpretadas y compuestas por autores como Karl Michael o Richard Heuberger.
La orquesta en todo momento estuvo brillante, como viene siendo de costumbre, sobre todo con la dirección de Georg Mark, que daba signos de conocer todos los vericuetos de la partitura. Canciones como La marcha egipcia o la Pizzicato Polka siempre demuestran que la música clásica puede ser entretenida. Y para terminar, lo que todos esperábamos: el Danubio azul (siempre se echa en falta a una pareja bailando) y laMarcha Radetzky.
En definitiva, un espectáculo musical que ya se ha convertido imprescindible en la agenda navideña de la Costa del Sol. Deseamos lo mejor para la Orquesta Filarmónica de Málaga y volvemos a pedir el tan ansiado auditorio que merece nuestra ciudad.