“El silencio de Elvis”: tensión dramática de un muchacho con más ángeles que demonios
Por Horacio Otheguy Riveira
A partir del 30 de enero en el Teatro Infanta Isabel, una representación que afronta uno de los peores estigmas sociales: la esquizofrenia como una enfermedad conflictiva para quienes rodean al enfermo, a quien a menudo se procura aislar lo más posible. En un contexto de espectáculo teatral se aporta una información de gran interés. Está en juego no sólo la propia capacidad de vivir del paciente, sino para todos los demás, ya que nadie está a salvo de padecer un mal que tiene eficaces tratamientos para los que resulta indispensable colaborar e invertir dinero por parte del Estado.
La violencia que se adjudica a las enfermedades mentales tiene en gran medida un grado de falsedad, pues en realidad se multiplica enormemente entre la llamada Gente Normal, desde las autoridades que dirigen guerras y torturas masivas hasta los abusos cotidianos contra niños y mujeres. El silencio de Elvis surge de la experiencia cercana de Sandra Ferrús (autora, directora y actriz), pero trasciende con bien articulada documentación científica. Vida y conflicto, ángeles y demonios, en el corazón de una familia como tantas, a cargo de una gran compañía teatral.
Vicentín es un chico diagnosticado de esquizofrenia. Es muy alegre, le encanta cantar y bailar. Tiene el alma de Elvis en su interior. Su don
es saber lo que la gente va a decir, su deseo, concursar en todos los
realities de la tele. Su cruz, y la de su familia, sufrir una enfermedad
mental en un país en crisis. Un cóctel de emociones ancestrales,
donde el estigma y el miedo a lo desconocido, a lo incontrolable,
desestabiliza a nuestra sociedad, apresando y presionando a nuestro
joven protagonista hasta situaciones límites de descomposición familiar, en busca incansable de una solución médica.
Actualmente nuestro país atraviesa una crisis a todos los niveles, económica, social, de confianza, de valores… En estos momentos sufrir una enfermedad mental es doblemente una putada, con perdón por la expresión. De aquí nace mi necesidad de poner voz a estas personas y sus familiares. Poner voz desde el sitio que yo conozco: desde las tablas, el amor y la alegría. Sin mayor pretensión, lo único que me gustaría es que todos podamos conocer un poco más de cerca a estas personas. Sandra Ferrús
Nos metemos en la cabeza de Vicente, que sufre esquizofrenia. Vivimos con sus padres la incomprensión, el hartazgo, el miedo, la desesperación. Nos chocamos junto con Sofía, su hermana, contra el muro de la administración, del sistema sanitario, del rechazo. Y conocemos, a través de un quinto personaje, al mismísimo Elvis Presley, a un psiquiatra, una psicóloga, un forense médico, un compañero de la cárcel… en fin, todos los personajes que entran y salen de la mente y de la vida de Vicente. Y hacemos todo este viaje desde la impotencia y el amor. El amor primitivo, profundo, incondicional que se dan unos a otros. — Producciones Teatrales El Vodevil
TEXTO Y DIRECCIÓN Sandra Ferrús
REPARTO
Vicente ………. Pepe Viyuela, alternando en algunas funciones con José Luis Alcobendas
Sofía ……… Sandra Ferrús, alternando en algunas funciones con Concha Delgado
Vicent ………… Elías González
Vicenta ……… Susana Hernández
Elvis ……… Martxelo Rubio
DISEÑO DE ESCENOGRAFÍA Fernando Bernués |
REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA Edi Naudó
FOTOGRAFÍA Paula Piñón DISEÑO ILUMINACIÓN Y ESPACIO SONORO Acrónica Producciones DISEÑO GRÁFICO Javi Alonso AYUDANTE DE DIRECCIÓN Aitor Merino ASISTENTE A LA DIRECCIÓN Y COREOGRAFÍAS Concha Delgado Del 30 de enero al 10 de marzo Miércoles y jueves 20:00 h. Sábados 19:00 h. Domingos 20:00 h. Duración: 90 minutos |