'El Monstruo', de Alan Moore
Por Raquel JR
A pesar de estar originalmente publicado en la mítica revista semanal Scream! a comienzos de los ochenta, y de contar con un comienzo terrorífico, esta historia iniciada por Alan Moore y recopilada íntegramente por primera vez por ECC, habla más del rechazo y la incomprensión ante lo deforme y lo monstruoso, que inscribirse dentro de las pautas estrictas del género.
El argumento no puede comenzar de manera más trepidante: Kenneth Corman, de doce años, debe enterrar a su cruel padre, víctima de algo misterioso que se esconde en una habitación de la casa permanentemente cerrada. Tras este trágico acontecimiento, Kenneth decide enfrentarse al horrible secreto familiar, y descubre, a través de una carta de su difunta madre, que quien permanece oculto tras esa puerta resulta ser su tío Terry, una criatura deforme, a medias entre Cuasimodo y el monstruo de Frankenstein, que ha permanecido toda su vida aislado, sin contacto humano, y también sin nadie que supere el temor inicial para tratar de acercarse a él.
A partir de este comienzo y una serie de trágicos sucesos a raíz de la incontrolable fuerza de Terry, tío y sobrino deberán huir en un viaje angustioso, distribuido en capítulos breves con finales de infarto, que hace que el ritmo de lectura sea trepidante. Así, y a pesar de su juventud, Kenneth deberá hacer frente a policías, asesinos y agentes sociales, que como es lógico no comprenden su afán por tratar de dar a Terry el cariño y comprensión necesarios para hacer aflorar su parte más humana y no se deje llevar por la furia y la rabia. La empresa no resultará nada fácil, ya que Terry se guía por su instinto de acabar con toda amenaza, y el resto de personajes, a diferencia de Kenneth, no parecen muy dispuestos a aceptarle, máxime cuando en su huida deja tras de sí una estela de masacre y asesinatos. Con todo, y a pesar del final incierto, los lectores acabamos desarrollando una mayor empatía con Terry que con sus perseguidores, ya que a pesar de su furia incontrolable de fatales consecuencias, podemos ver a través de Kenneth cómo ésta es respuesta a la incomprensión y el rechazo que ha padecido durante toda su vida y que, a pesar de ello, es capaz de amar y proteger a quien le trata con cariño, como su sobrino.
El dibujo de Heizl y Jesús Redondo, en impactante blanco y negro y apretadas viñetas, contribuye al ritmo frenético de la acción, así como al alto contenido de acción y violencia de estas páginas. El volumen se complementa con los Holiday Special de Scream! publicados a finales de los 80, que profundizan en forma de relato sobre esta trama. A pesar de la imagen terrorífica, violenta y frenética presente a lo largo de toda esta historia, prevalece, en mi opinión, la reflexión del origen de la naturaleza de lo monstruoso y, sobre todo, cómo hasta en las criaturas más horribles es capaz de esconderse un corazón profundamente humano. En resumen, si buscáis una difícil combinación de terror y ternura siguiendo una línea clásica de calidad, El Monstruo es una referencia obligatoria.